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Abate un astuto y viejo jabalí con su cuerpo plagado de cicatrices y sus colmillos destrozados

Los cazadores, que ya en varias ocasiones habían podido ver a este impresionante cochino en los sembrados, acudieron por enésima vez a la llamada de los agricultores debido a las pérdidas sufridas, más del 50 por ciento de la cosecha de maíz. Y por fin lograron abatirlo.



Los cazadores están siempre dispuestos a acudir en auxilio de los agricultores y ganaderos, como podemos ver en cualquier parte del mundo. En esta ocasión, una cuadrilla de cazadores argentinos de la zona de la Patagonia, región que abarca el extenso extremo austral de Sudamérica, se convierten en una valiosa herramienta de control de los jabalíes, que allí son una plaga.

 Abate un astuto y viejo jabalí
Abate un astuto y viejo jabalí

Los cazadores posan orgullosos junto a un enorme macareno cazado junto a sus perros.

Perros valientes para el agarre de grandes jabalíes

La cacería se celebró el pasado jueves 17 de junio. Los cazadores Rodrigo Cabeza, Emiliano Bellini y Maxi Webber, auxiliados por seis de sus perros, cruces de la raza dogo argentino con galgo ruso y pastor belga, se dirigieron a unos maizales que estaban siendo gravemente dañados. Se localizan próximos a una zona de monte, donde los jabalíes se guarecen durante el día.

 Abate un astuto y viejo jabalí

Aquí vemos algunas cicatrices que tenía el jabalí en su gran cuerpo.

Los astutos jabalíes, en la mayoría de las ocasiones, huían nada más oír el motor de su vehículo. Y no hay opción de ir a pie, ya que los campos de maíz se encuentran a gran distancia uno de otro. Pese a esto, tras comenzar la jornada, los perros agarraron un cochino de mediano tamaño que pudo ser finalmente abatido.

 Abate un astuto y viejo jabalí

Heridas antiguas que manifiestan las batallas a las que se había enfrentado el macareno.

Un astuto y viejo jabalí curtido en mil batallas

Los cazadores, conocedores de la zona debido a que en numerosas ocasiones habían efectuado cacerías por daños en el lugar, sabían de la existencia de un enorme jabalí que solía visitare una parcela de maíz. Lo habían visto en varias ocasiones y siempre había burlado el acoso de perros y cazadores.

No habían podido comprobar su tamaño con claridad, pero, a tenor de sus huellas, debía ser una bestia. Para intentar abatirlo, decidieron urdir un plan para poner fin a sus desmanes en el campo que visitaba con asiduidad. El vehículo lo aparcaron a una distancia considerable para que no se pusiera en sobre aviso por el ruido del motor.

 Abate un astuto y viejo jabalí

Estos son los colmillos del jabalí, grandes, pero gastados y quebrados debido a su larga vida.

Rodrigo se adelantó junto a otro compañero para situarse próximo al monte en el que siempre se ocultaba cuando detectaba la presencia de los cazadores, mientras que el tercero de los rehaleros permaneció a la espera con los perros atados.

En cuanto soltó a los canes, estos detectaron la presencia del jabalí, que cumplió el plan establecido e intentó escapar por el lugar donde estaba situado Rodrigo. Pero en esta ocasión la historia tuvo otro desenlace. El cazador lo abatió de un certero disparo. Era importante no dejar herido al cochino, de impresionantes defensas, ya que en el caso de haberse producido un agarre probablemente hubiese puesto en dificultades a los perros.

 Abate un astuto y viejo jabalí

El cazador junto a sus perros y un gran jabalí abatido.

Impresionantes defensas y un cuerpo cosido a cuchilladas

Los cazadores se sorprendieron por el tamaño de las defensas del jabalí, que midieron más de 10 centímetros de longitud y 7,5 de diámetro, pese al gran desgaste que presentaban fruto de su longeva vida.

Además de tener los colmillos y las amoladeras destrozadas como consecuencia de las mil batallas que había vivido a lo largo de su existencia, el cuerpo lo tenía repleto de enormes marcas de colmilladas, todas ellas cicatrizadas. Estas marcas son fruto de las peleas vividas contra otros machos. Junto a estas, en su cuello también tenía las marcas de haber estado aprisionado por el lazo de un furtivo, pero logró escapar.

Un auténtico superviviente que en su cuerpo y su boca llevaba impresa su historia.

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Caza de jabalí con perros

¿Qué perro prefieren los rehaleros para cazar el jabalí?

Club de Caza ha consultado a varios propietarios y propietarias de rehala de diferentes puntos de España para conocer cuál, según su experiencia y su opinión, es el mejor perro de agarre para el jabalí y qué características debe mostrar para integrarse en una eficaz rehala.

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Caza un impresionante jabalí gracias al gran trabajo de los perros

El cazador derriba a la carrera y de tres disparos con un rifle de cerrojo a un macareno de espectaculares defensas que viene huyendo de la ladra de los perros.

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Lance extremo ante un enorme jabalí que planta cara a los perros

Los perros han desencamado y seguido a este gran jabalí. El imponente animal planta cara a los perros y llega a embestir a los que más se le acercan. El cazador tiene que aprovechar la primera oportunidad de afrontar un disparo seguro para abatir a la bestia.

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