Un bebedero reúne a cientos de abejas sedientas
El bebedero, colocado en una finca de caza almeriense y mantenido por el Guarda de Caza Juan Carlos Rubio sirve para que una colonia de abejas encuentre el agua que tanto necesita para sobrevivir.
En sus desplazamientos buscando alimento para la colmena, las abejas necesitan agua para hidratarse. Pero también, cuando el calor aprieta, la llevan en forma de gotitas para esparcirlas en los límites del panal de cría. Acto seguido, activan sus alas para conseguir que el agua se evapore y así enfríe la temperatura.
En invierno, usarán esa agua para disolver la miel espesa y cristalizada para así hacerla más compacta.
Gracias al bebedero mantenido por Juan Carlos, estas abejas consiguen el preciado agua que necesitan para vivir y para reproducirse.