Salamanca

Ir a cazar becadas y abatir un jabalí medalla de oro: las sorpresas que depara la caza

Dos cazadores salmantinos abaten un impresionante jabalí durante la pasada temporada mientras cazaban becadas en una zona de zarzas, muy querenciosa para estas aves. Hoy comparten el emociónate lance con Club de Caza.


 jabalí medalla de oro con setter inglés bretón y podenco
jabalí medalla de oro con setter inglés bretón y podenco

El macareno portaba una boca que le hizo merecedor de una medalla de oro. Y fue capturado gracias a la valentía y al gran trabajo de sus perros. La veterana setter inglés de nombre Blanca, el epagneul bretón Tuco y el podenco portugués llamado Isco. Los cazadores, Javier y su padre José Antonio, se vieron sorprendidos, cuando los perros detectaron al jabalí en el interior de un zarzal mientras cazaban becadas en mano, tal y como les enseñó Juan, abuelo y padre de los becaderos.

Homenaje a su padre y abuelo

Juan, cazador de los de antes, un señor y un caballero en la vida y en el campo, se crio en el seno de una familia humilde del mundo rural en la que la caza les permitía un aporte extra de carne a su mesa en aquellos tiempos difíciles. Su pasión por la caza de la becada y la liebre se la transmitió a sus hijos y nietos, que han continuado cazando como lo hacía su abuelo. Los becaderos, agradecidos por ese regalo que les hizo, hacerles cazadores, le quieren dedicar la captura del mayor jabalí que han cazado en sus vidas.

 jabalí medalla de oro
jabalí medalla de oro

El jabalí, recién abatido por la escopeta utilizada en el lance. A la derecha, padre e hijo posan orgullosos junto al excepcional jabalí abatido por ambos y sus perros.

Becaderos cazando jabalíes

«La mañana del día 17 de enero salimos mi padre y yo a cazar becadas en un paraje de monte duro compuesto en su mayoría de zarzas donde temporadas anteriores en estas fechas habíamos abatido algún ejemplar. Los perros de muestra que nos acompañaban, Blanca y Tuco, se quedaron petrificados en una enorme zarza y enseguida notamos que no era una Pitorra, ya que ninguno de los canes se atrevía a penetrar en la maleza.

El podenco portugués, de nombre Isco, comenzó también a señalar la presencia de algún animal en su interior. Nuestra experiencia nos decía que podría tratarse de un zorro o un jabalí. Mi padre y yo decidimos sustituir la munición de nuestras armas de perdigones a balas. El plan técnico del coto permite la caza del jabalí al salto, y nos ubicarnos en diferentes puntos del extenso zarzal. Yo me coloqué al final de la mancha de monte en la que se estaba desarrollando el lance. Algo me decía en mi interior que el animal que se encontraba en el zarzal podía huir por allí.

 jabalí medalla de oro

Los perros se enfrentan al jabalí

Mi padre, con más de cinco lustros de experiencia cinegética a sus espaldas, comenzó a jalear a los perros para que entraran en la espesura. La primera en atreverse a entrar fue la setter inglés de 10 años, Blanca. Nada más internarse en el monte, pudimos oír los gruñidos de un jabalí enfrentándose a la perra. Después de unos instantes de ladras y bufidos del cochino, siguió un estruendo en el monte y pudimos oír cómo las zarzas se rompían al paso del suido.

El podenco portugués, Isco, que había acudido en auxilio de Blanca, volvió a latir de parada, delatando que el jabalí se había detenido de nuevo. Empezamos a temer por la integridad de los perros, que ambos pudieron sufrir algún navajazo en el envite. Mi padre, ya seguro de que se trataba de un gran jabalí ,empezó a gritar «Ahí va el bicho. Vamos con él, bonitos» para intentar hacerlo huir. Como consecuencia de las arengas, se animó a sumarse a la contienda el tercer perro en liza, el epagneul bretón Tuco. Su irrupción en el zarzal fue definitiva, ya que arremetió contra el cochino, provocando su huida tras unos pocos segundos de guerra.

 jabalí medalla de oro

Impresionantes defensas las de este jabalí. El trofeo fue merecedor de la medalla de oro.

Al fin logran desencamarlo

El animal se dirigió rompiendo todo lo que encontraba a su paso hacia el lugar en el que yo estaba ubicado. Después de recorrer más de 50 metros por el interior de la maleza, salió al claro a escasos metros del cañón de mi escopeta, del calibre 12 de la marca Beretta modelo Urika. Iba perseguido por Blanca y por Isco. Los nervios me hicieron errar el primer disparo. Al oír la detonación, el cochino cambió bruscamente de dirección, momento que aproveché para apretar por segunda vez el gatillo. Tampoco impactó la bala en el cuerpo del macareno, pasó rozando los pelos del lomo.

Consciente de que sólo me quedada una oportunidad de culminar con éxito el gran trabajo de los perros, apunté concienzudamente al jabalí y, esta vez sí, la bala impactó junto al codillo. El animal, herido de muerte, disminuyó su velocidad acusando el impacto. Se detuvo a 30 metros de distancia para plantar cara a sus perseguidores. Yo iba corriendo tras ellos para rematar al jabalí y evitar que pudiera, en su agonía, herir a alguno de los perros.

Se hizo el silencio. Segundos más tarde, cuando llegué el lugar, pude ver ya al jabalí en el suelo y cómo los perros lo mordían. Llegó mi padre junto a Tuco, aun no dando crédito a la valentía de los perros, ya que no están habituados a la caza mayor. Gritábamos emocionados «vamos con él», animando a los perros para premiarles por su gran labor. Momentos que recordaré el resto de mi vida. Mientras, pensaba cómo me hubiese gustado que mi abuelo estuviese allí».

El cazador expresamente nos ha solicitado que incluyéramos estas palabras: «Los perros son los verdaderos maestros de la caza. El cazador sólo culmina el lance. En la caza todo el mérito es suyo».

 el abuelo
el abuelo

Juan, el abuelo de los cazadores.

Desde este artículo, los cazadores quieren homenajear a su abuelo, maestro en la caza, que desgraciadamente falleció en el año 2011. No hay día que no le echen de menos cuando van a cazar.

No te lo pierdas

Perros de muestra y jabalíes. A pesar de que en esta ocasión no disponemos de vídeo que nos permita vivir el emociónate lance, aquí te proponemos algunas grabaciones de situaciones similares.

Un setter inglés muestra y un enorme jabalí sale de la mata y ataca al cazador

Las imágenes son espectaculares. El perro está mostrando ante unos matorrales. Pero, en lugar de arrancar en vuelo una becada, de allí sale un gran jabalí intentando embestir al cazador.

Pulsa en la imagen para ver el vídeo:

Un setter es lanzado por los aires por un jabalí

Espeluznantes imágenes en la que un enorme jabalí embiste de una forma brutal a un ejemplar de setter inglés que lo mostraba en su cama. El perro es violentamente lanzado por los aires.

Pulsa en la imagen para ver el vídeo:

Un setter inglés muestra ante un jabalí encamado: máxima tensión

Un perro de muestra hace lo que su instinto le manda cuando detecta la emanación de su presa. Pero lo que sucede a continuación no tiene nada que ver con un lance becadero. Un jabalí encamado ha sido lo que ha paralizado al can.

Pulsa en la imagen para ver el vídeo:

Un jabalí le ataca a él y a sus tres setters mientras cazaba la becada

¿Qué harías si un gran jabalí cargase de repente contra ti y tus perros mientras estás cazando en el monte? Juan José Alea nos muestra, a través de una peligrosa situación que vivió hace unos días, cómo salir airoso ante la carga de un gran jabalí.

Pulsa en la imagen para ver el vídeo:

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