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Un corzo deforme comiendo del tronco de un árbol

Con una cuerna totalmente deforme y propinando mordiscos a un grueso tronco de árbol. Así han grabado una extraña escena protagonizada por un corzo.


 corzo deforme come tronco de árbol
corzo deforme come tronco de árbol

¿Has visto alguna vez a un corzo mordiendo el tronco de un árbol? Pues aquí lo tienes. No se trata de un corzo normal. Solo hay que fijarse en su cuerna.

Un animal sibarita a la hora de seleccionar alimentos

La alimentación del corzo es herbívora. Se centra en buscar brotes tiernos, hojas verdes, a lo que suele añadir algún que otro fruto, dependiendo de la época del año. Así, en verano prefiere las hojas de árboles y arbustos caducifolios. Con un estómago pequeño en relación al tamaño del resto del cuerpo, se ven obligados a comer repetidamente a lo largo del día. Pero el corzo que aparece en las siguientes imágenes no está engullendo ni brotes, ni hojas, ni leguminosas ni forrajeras. Parece estar mordiendo el interior del tronco de un árbol.

Un corzo con cuerna defectuosa

Quizás todo esté influenciado en la malformación que luce el corzo en una de sus cuernas. Caída hacia la parte frontal de la cara y que nace de la frente del corzo, estamos ante un animal con un trofeo totalmente deforme. Aunque hay quien también ha advertido de la posibilidad de que el tronco haya sido impregnado con alguna suplementación. Lo cual no explica los mordiscos que propina el corzo al interior de este grueso tronco.

Daños que producen los corzos en árboles

El menor de los cérvidos ocasiona daños en los árboles, pero en aquellos mucho menores al que aparece en las imágenes. Sobre todo en árboles jóvenes de especies frutales. También realizan escodaduras en árboles jóvenes, sobre todo entre marzo y abril, cuando van desprendiéndose del terciopelo que cubren sus cuernas cuando nacen. Pero nunca en troncos de más de 30 centímetros de diámetro, que superarían la distancia entre sus dos cuernas.

Marcas que se convierten en advertencias territoriales entre julio y agosto, prolongándose hasta el momento en que tiran las cuernas, en los meses de octubre y noviembre.

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