Granada

Abate un jabalí con una boca de ensueño en una espera por control de daños

Hablamos con el cazador que, acudiendo a ayudar a los agricultores de la zona, además de contribuir a minimizar los daños que el jabalí ocasionaba en las siembras, consiguió abatir al ejemplar con el que sueñan todos los esperistas.


 jabalí boca ensueño medalla trofeo
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Cuando Club de Caza le entrevista, nos cuenta cómo se desarrolló la caza, pero también nos confiesa que no es el mayor cochino que ha capturado en su vida, ya que con 16 años abatió un animal de 120 kilos con unas impresionantes navajas. Un medalla de oro abatido mientras cazaba al salto con sus perros.

 jabalí con una boca de ensueño
jabalí con una boca de ensueño

El cazador analizó la zonas y los rastros del cochino para planear la espera.

Dos meses tras los pasos de un gran jabalí

El cazador que logró cumplir su sueño y dar caza a este excepcional jabalí es Ángel Rodríguez, granadino de la localidad de Laroles perteneciente al municipio de Nevada y situado en la parte oriental de la comarca de la Alpujarra Granadina.

La caza mayor, monterías, caza al salto de jabalíes y esperas, y la caza menor son las mayores de sus pasiones. Pero si le pedimos que se decante por su preferida, lo hace en un segundo: la caza de cochinos al salto. Y es que abate enormes cochinos en los montes granadinos gracias a su valiente cuadrilla de perros, formada por podencos oritos, cruces de andaluces e ibicencos, auxiliados por perros de agarre de la mezcla de las razas malinois y american Staffordshire terrier.

 jabalí con una boca de ensueño

La caza de jabalíes al salto con perros es la pasión de este cazador.

Abate un cochino medalla de oro con tan sólo 16 años

El mayor jabalí que ha abatido en su vida lo cazó en su localidad natal junto a su cuadrilla de perros, cuando contaba con tan sólo 16 años, el mismo año que había obtenido el permiso de armas. Necesitó un único disparo para derribar a la mole de 117 kilos que habían descubierto sus perros en el encame. Ya se dirigía al coche para dar por finalizada la jornada de caza.

Los canes ya se encontraban a pocos metros del vehículo. Pero entonces localizaron a un jabalí en unas retamas. En pocos segundos se produjo un duro enfrentamiento entre los valientes perros y el macareno, que se negaba a abandonar su lugar de ocultación, plantando cara a los cánidos. Pasados varios minutos, un gran trabajo provocó la huida del jabalí. Ángel portaba una escopeta superpuesta del calibre 12. Apretó el gatillo en el instante en el que el suido le ofreció su costado, a 30 metros. El animal acusó rápidamente los efectos del disparo, pero tuvo fuerzas para recorrer varias decenas de metros. Pero allí estaban los bravos perros de Ángel, que lo atraparon eficazmente.

 jabalí con una boca de ensueño

Impresionante visión del trofeo del jabalí abatido por Ángel.

Un jabalí medallable en una jornada de caza por control de daños

Hace unos días, concretamente el 9 de mayo, el cazador consiguió algo que llevaba dos meses intentando. Nos situamos en Sierra Nevada. Allí había invertido ese tiempo siguiendo la pista de un gran jabalí. Hasta el domingo en que logró hacerse con su espectacular trofeo en una espera realizada por control de daños a la agricultura.

El cazador, gran conocedor de las costumbres de los animales y del campo, sabía de su existencia por las enormes huellas que dejaba a su paso y por las marcas que dejaba en los árboles que están junto a las siembras. Después de varias infructuosas esperas, lo abatió en uno de los pasos habituales por donde bajaba del monte a la siembra.

 jabalí con una boca de ensueño

Así dejaba su rastro en los árboles de la zona este imponente jabalí.

El astuto jabalí se detuvo más de 90 minutos en el monte antes de entrar en plaza

Pudo dispararle después de más de 90 minutos de tensa espera, que fue el tiempo que transcurrió desde que lo escuchó por primera vez en la espesura, a las 22:10 horas.

A las 23:45 pudo ver su sombra en un claro del monte, a unos 70 metros del lugar en el que estaba apostado. Algo hacía desconfiar al jabalí para tomar su vereda habitual hasta la siembra. Después de unos segundos que parecieron minutos, en los que pudo comprobar que se trataba del jabalí al que seguía la pista hacía meses, apretó el gatillo de su rifle. El Voere del calibre .300 Win Mag rompió el silencio de la noche con su estruendo.

La bestia, de más de 100 kilos, quedó inmóvil. Cuando se acercó al animal abatido pudo comprobar la relevancia del trofeo. Portaba una notable boca ,aún pendiente de homologación. El cazador acudió al acotado esa noche pese a las inclemencias meteorológicas, lluvia y viento porque tenía el presentimiento que ese día el macareno acudiría a la cita. Y así fue.

 jabalí con una boca de ensueño

La hija del cazador, una gran ayudante en la sociabilización de los perros de caza. Sus perros de agarre son resultado de la mezcla de las razas malinois y american Staffordshire terrier.

Grandes jabalíes cazados a espera nocturna

Caza un jabalí de 121,9 puntos mientras realizaba una espera por daños

Un agricultor de la zona le pidió ayuda desesperado porque los jabalíes estaban devastando sus árboles frutales. El cazador acudió enseguida y el primer aguardo le brindó una sorpresa en forma de un gran cochino con un trofeo impresionante.

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Claves para tener éxito en las esperas la jabalí

Las esperas nocturnas al jabalí vuelven sobre el tapete cíclicamente y no es casual ya que se trata de una modalidad que, además de ser una de las preferidas de muchos cazadores, es tan apasionante y tan variada que se podría hablar o escribir sobre ella sin nunca agotar el tema.

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Esperas y aguardos, otra pasión

Llevo un tiempo queriendo escribir algo sobre esperas y aguardos al jabalí y, la verdad, no me he atrevido porque hay tantos y tantos artículos escritos sobre el tema que está todo dicho e inventado. Pero mi forma de ser me lleva a decir o contar las cosas desde mi experiencia —corta pero intensa— y así tratar de ayudar un poco más a los neófitos en la materia.

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