Aragón

Una temporada jabalinera de ensueño

La suerte ha sonreído a este joven cazador durante la campaña pasada. Era su primera temporada de caza en batidas en abierto y abatió dos impresiones jabalíes medallables con los que cualquier jabalinero podría soñar.


 caza dos enormes jabalíes batida
caza dos enormes jabalíes batida

El afortunado cazador, de tan sólo veinticinco años, es el zaragozano Iván Salvador, nacido en el municipio de Medina de Aragón, ubicado en la Comarca Central. Hasta hace pocos meses sólo practicaba la caza menor junto a su abuelo, José Valdovín, su mentor en la caza, ya que desde que contaba con pocos años de edad lo acompañaba como morralero. Con él ha compartido inolvidables jornadas de caza al salto junto a su cuadrilla de podencos andaluces de talla media.

Abate su primer jabalí el día de su cumpleaños

El pasado año decidió asistir a una jornada de caza mayor coincidiendo con el día de su cumpleaños, el 27 de septiembre. Ese día, la diosa Diana le regaló la posibilidad de abatir su primer jabalí de un certero disparo. Le gustó tanto la experiencia que se compró un rifle, de la marca Browning modelo MK3 del calibre .300 WM, y se apuntó a la colla de cazadores zaragozana de la Rehala Los Tejeros, que podemos encontrar en el municipio de Maleján. A lo largo de la temporada y pese a las limitaciones de la pandemia, ha logrado abatir 13 jabalíes, todos ellos en batidas en abierto celebradas en el Pirineo oscense, entre ellos dos espectaculares macarenos.


Este es uno de los jabalíes protagonistas de esta crónica.

Un impresionante jabalí medalla de plata

Uno de ellos, después de ser homologado obtuvo una puntuación que le hizo merecedor de una medalla de plata. Lo cazó en una batida celebrada en los terrenos gestionados por la colla en el municipio zaragozano de Ainzón, situado en la comarca del Campo de Borja. En un puesto de cierre situado en un claro de una mancha de coscoja y encinas, a las 12 de la mañana, le cruzó en veloz carrera un impresionante cochino al que había disparado y errado el puesto contiguo, con la mala suerte añadida que se le encasquillara el arma a la hora de efectuar el segundo disparo. Iván, que en todo momento respetó al primer tirador, como le enseñó su abuelo, esperó el instante en el que el cochino atravesó su postura. Pese a que iba en veloz carrera y a unos 150 metros, lo frenó en seco de un certero disparo en el codillo. El animal pesó 110 kilos y portaba unas espectaculares navajas.


Hasta hace pocos meses, Iván sólo practicaba la caza menor junto a su abuelo, José Valdovín.

Un segundo jabalí medallable en la temporada

En otra batida celebrada en el mes de diciembre por la cuadrilla de Maleján, logró hacerse con otro espectacular cochino gracias a su perseverancia al permanecer en el puesto hasta el último momento de la montería. Cuando ya estaba enfundando el arma, pudo oír como un animal de gran porte se acercaba al puesto rompiendo monte. Después de más de cinco minutos de tensa espera en los que el cochino pasó frente a varios puestos, atravesó frente al puesto que le había tocado. Estaba situado en lo más espeso de la mancha y no contaba apenas con tiradero. Su experiencia en la caza del conejo hizo posible que capturara al impresionante navajero, al que tuvo que disparar rodilla en tierra mientras atravesaba un reducido claro entre dos árboles de la mancha.


Impresionantes jabalíes cazados en batida.
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