Los lobos de Riaño desesperan a los ganaderos: apenas dejan los huesos de potros y terneros
Los lobos que habitan en los terrenos del Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre acosan a los ganaderos de la zona. Las manadas existentes en la reserva matan potros y terneros prácticamente a diario mientras que las indemnizaciones son cobradas según los ganaderos a destiempo y sin alcanzar el precio real del animal.
Al ganadero leonés Germán Gómez, propietario de la ganadería Gómez Puerta, los lobos, ataques con informes favorables emitidos por los agentes medioambientales, le han matado en los últimos días dos terneros en una parcela a menos de 100 metros de la nave de su explotación ganadera, en el pueblo de Burón, situado al noreste de la provincia de León. El ganadero es propietario de 16 yeguas de la raza hispano-bretón y 160 vacas fruto del cruce de las razas lemousin y parda alpina, una raza originaria de los Alpes suizos.
Restos dejados por los lobos.
Un notable incremento de ataques de lobos en lo que va de año
En el año 2019, víctima de los ataques de los lobos, perdió dos terneros, de los que aún no ha cobrado indemnización alguna por parte de la Junta de Castilla y León, pese a recibir informes favorables. Durante el año 2020 no sufrió ningún ataque. En cambio, en lo que va de año, ha perdido tres terneros, los dos últimos el viernes día 23 y el lunes 26 de abril.
Solo apareció la pata del ternero desparecido, los lobos la habían enterrado.
El notable incremento en el número de ataques sufridos según los ganaderos en el último año muestra la ineficacia en el control poblacional de los lobos por parte de las administraciones. Del ternero que atacaron los cánidos el viernes solamente quedaron restos óseos y una de las patas, que los lobos enterraron en una zona cercana al lugar de la matanza y que fue descubierta por los agentes medio ambientales al notar la tierra removida. Del segundo ternero sólo dejaron los restos de su piel y la espina dorsal.
Dos años sin cobrar la indemnización por parte de la Administración
Los ganaderos denuncian el estado de indefensión en el que se encuentran y los gastos y pérdidas que le ocasionan los ataques de los lobos, ya que, como hemos dicho anteriormente, según Germán, las indemnizaciones o no se cobran o tardan en ser ingresadas en sus cuentas. A esto hay que sumarle el importe de los costosos seguros que tienen que sufragar para no arruinarse por culpa de los cánidos.
Las administraciones tampoco se hacen cargo de los gastos veterinarios ocasionados por las heridas sufridas a los animales mordidos ni de las secuelas que sufren las yeguas y vacas al perder a las crías, que les impiden volver a quedar en cinta, Tampoco lo derivado de los abortos que estas sufren durante los ataques.
