Desgarradoras imágenes del ataque de los lobos a un potro: su madre se niega a abandonarlo
Imágenes no aptas para todos los públicos. Pero muestran la cruda realidad de lo que tienen que soportar los ganaderos cuando encuentran agonizando a los potros que han visto nacer, mientras sus madres permanecen junto a sus desgarrados cuerpos para intentar ponerlos en pie de nuevo. ¿El motivo? Han sido parcialmente devorados vivos por los lobos.
El ganadero leonés Jaime Alonso, propietario de la ganadería San Pelayo junto a dos de sus hermanos, desgraciadamente ha tenido que vivir situaciones como esta tres veces durante la última semana.
Potros con escasos días de vida han sido brutalmente atacados por los lobos en una parcela que se encuentra a 100 metros del pueblo de Liegos, localidad perteneciente al municipio de Acebedo, situado en la comarca leonesa de Valdeburón.
El ganadero es propietario de 90 yeguas y otros tantos potros de la raza hispano-bretón, raza de caballo que fue creada para satisfacer las necesidades agrarias en las zonas montañosas cruzando el caballo español con la raza del caballo bretón: También tiene 140 vacas fruto del cruce de la raza charolesa y limousin. Un trabajo que le apasiona, pero que está amenazado por los continuos ataques de los lobos. Ha sufrido, solo en lo que va de año, la pérdida de 4 potros, un ternero y una yegua, mientras que han sido gravemente heridos en los últimos 15 días 5 potros más.
Un aumento exponencial en el número de ataques de lobos
La ganadería San Pelayo tiene sus vacas y caballos en los pastos de la Reserva Regional de Caza de Riaño, Mampodre, administrada por la Junta de Castilla-León. Nos asegura que ha sufrido un exponencial aumento en el número de ataques de lobos, ya que el pasado año solamente sufrieron la pérdida de un potro, mientras que otro ejemplar resultó herido.
Los ganaderos, además de los ataques de los lobos y afrontar el pago del importe de costosos seguros, tardan en cobrar el dinero de la franquicia de las pólizas, responsabilidad de la junta, y aún no han recibido la indemnización del ataque que padecieron el pasado año, al estar situados los terrenos al norte de río Duero, donde a día de hoy la especie aún sigue considera como cinegética. Aunque, visto el incesante número de ataques que están padeciendo las explotaciones ganaderas, la gestión de las poblaciones de lobos por parte de las administraciones la describen como «muy deficiente».
Las indemnizaciones llegan tarde y escasas
En el caso del ganadero acosado por los ataques de lobos, ni los mastines están pudiendo impedir la masacre. Jaime señala con amargura en la entrevista concedida a Club de Caza que«Ayer no mataron. Temiendo estoy de ir mañana por la mañana a ver a los potros».
Esta es la realidad y el día a día de nuestros ganaderos, que tienen que ver cómo agonizan y sufren sus animales, sido devorados vivos, mientras llega un profesional para eutanasiarlos y acabar con su sufrimiento. Como dice Jaime, ellos son incapaces de hacerlo,«cómo voy a matar yo un animal que he visto nacer».
