Cantabria

Los lobos atacan brutalmente a un potro y lo devoran vivo

El ataque de los lobos le ha costado la vida a un potro con pocos meses de vida. El animal tuvo que ser eutanasiado por un veterinario. Tenía la tráquea y el esófago desgarrado le habían arrancado gran parte de la carne de sus extremidades traseras. La madre y los mastines hicieron huir a los lobos.



El último ataque, el sexto del que tenemos constancia en la zona durante el mes de abril, ha tenido lugar el domingo 11 en la localidad cántabra de Soba, valle y municipio de la comunidad autónoma de Cantabria, que limita al sur con el municipio burgalés de Espinosa de los Monteros. Está situada a 25,5 kilómetros por carretera y a 7 kilómetros lineales del municipio de la provincia de Burgos.

Epicentro de los ataques de los lobos en la comarca de Las Merindades y que ha sido noticia en las últimas fechas debido a las imágenes que grabó un ganadero con una cámara de foto trampeo en las que podíamos ver cómo un lobo atacaba a un cordero en el mismo lugar en el que dos días antes había dado muerte a otras dos ovejas.

Los lobos atacan a un potro en el interior de una cabaña

El ataque se produjo en la ganadería Val del Mazo, propiedad de la ganadera Marta García. Modelo de explotación en la que se antepone el bienestar animal de caballos y vacas de la raza autóctona asturiana de las montañas casinas. El hecho de que el animal se encontrara en el interior de una cabaña junto a su madre no impidió el feroz ataque de los cánidos, que produjeron terribles heridas al potro. La intervención de la yegua y de 13 mastines, propiedad de la ganadera, evitaron que los lobos acabaran en ese instante con la vida del animal.

Los lobos habían destrozado al potro

Lo habían cosido a mordiscos. Respiraba con dificultad por los agujeros que habían dejado los colmillos de los cánidos en su garganta al tener el esófago y la tráquea literalmente machacados, los daños internos que le habían ocasionado provocaban que sus jugos gástricos fueran expulsados por sus fosas nasales y le habían desgarrado la carne de su extremidad trasera derecha. Como consecuencia de las heridas sufridas, tuvo que ser eutanasiado por un veterinario.

Incesantes ataques de lobos pese a las medidas tomadas

La ganadera, el año pasado sufrió la pérdida de 13 potros y 4 terneros a causa de los ataques de los lobos, pese a las diferentes medidas que ha tenido que tomar para intentar evitarlos.

El ganado adulto sólo se encuentra en extensivo a partir del mes de abril, ya que, debido a las extremas condiciones meteorológicas de los inviernos en la zona, han creado infraestructuras para protegerlos del frío y poder alimentarlos de forma artificial. Se antepone siempre el bienestar animal a los gastos económicos que esto conlleva para el ganadero.

Han programado los partos de la vacas a los meses de noviembre y diciembre, en los que están estabuladas, para intentar proteger a madres y recién nacidos de los ataques de los depredadores y de los buitres leonados, que aprovechan ese momento de debilidad del animal para atacarles. Este sistema les permite destetar a las crías en abril, mes en el que el ganado pasa a vivir en libertad. Según la ganadera, «las víctimas de los lobos son siempre animales jóvenes, nunca animales adultos, enfermos o viejos, como algunos quieren hacer creer».

El bienestar de sus animales es prioritario

La ganadera ha puesto la tecnología a su servicio utilizando un dispositivo moocall, sensor avisador del parto de las vacas, para asistir a las parturientas en todo momento durante el nacimiento, con la dedicación que esto conlleva. Mediante el uso de este sistema, evitan la administración de antibióticos, debido a que se inmunizan de forma natural al ingerir el calostro de la madre en las primeras horas de vida. También disminuyen las probabilidades de que se presenten complicaciones en los partos.

Para Marta, al igual que para el resto de ganaderos, sus animales son lo primero.

No le permiten construir refugios para sus animales

El hecho de anteponer el bienestar de los animales para que puedan vivir en libertad imposibilita poder recogerlos cada noche debido a que se encuentran pastando a 1.500 metros de altura y en un radio de 10 kilómetros de diámetro. Problema que se acentúa ante la falta de infraestructuras y la negativa a poder construir refugios por parte de las administraciones para proteger a los animales durante la noche.

La presencia de mastines no soluciona el problema

La ganadera, que es propietaria de 20 perros de trabajo, desmiente el bulo de que con su presencia se pueden evitar en su totalidad los ataques de lobos en extensivo. Según Marta, «sería necesario un ejército de perros para proteger a sus más de cien vacas, que se encuentran disgregadas por la montaña, ya que no son animales gregarios, como algunos quieren hacer creer a la sociedad».

Tener los perros en libertad junto a las vacas conlleva serios problemas ante la inconsciente proceder de los urbanitas que visitan el monte. No son conscientes de que los mastines son perros protectores del ganado, dando lugar a peligrosas situaciones sobre todo cuando llevan sueltos sus perros de compañía y molestan al ganado.

Ganaderos en peligro de extinción

Marta, hija de ganaderos que, al igual que tantos otros, tuvieron que abandonar el mundo rural, volvió a sus orígenes cuando en el año 2013 y partiendo desde cero, cumplió su sueño creando su propia ganadería en un municipio cántabro en peligro de despoblación. Cambió una vida de estabilidad y comodidad. Trabajaba en un hospital, y eligió una vida de total dedicación que no le permite la conciliación familiar.

Cambió un sueldo fijo por una vida de sacrificios que a día de hoy se ve en peligro debido a la explotación demografía del lobo,, del cual no hay ningún censo realizado en los últimos años y al que el gobierno del Estado quiere proteger en su totalidad.

La ganadera reclama poder trabajar y vivir con dignidad y cumplir la función que tienen encomendados los ganaderos en la sociedad y por la cual reciben ayudas de la UE, que es poder vender a precios asequibles sus productos y garantizar alimento a la sociedad y no como pretenden algunos dar de comer a los lobos.

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