Cuenca

Caza de grandes jabalíes con arco

Un cazador conquense ha estado dos meses intentando poner a tiro de su arco a un gran jabalí.


 caza con arco de gran jabalí
caza con arco de gran jabalí

El macareno que portaba en su boca unas espectaculares navajas fue recuperado gracias a la ayuda del jagd terrier de otro cazador amigo del arquero.

La perseverancia del cazador le hizo abatir el gran jabalí

Después de varias infructuosas esperas, el arquero conquense Andrés Mínguez logró abatir el gran jabalí con el que siempre había soñado. Es el segundo animal que ha capturado con su arco de poleas de 55 libras desde que se inició en esta modalidad de caza con arco, hace unos meses.

Comparte con nosotros un lance que difícilmente podrá olvidar debido al número de veces que el astuto macareno no acudió a la cita o que venteó al cazador. En esta ocasión, hace unos días, el jabalí apareció a 15 metros por un paso por donde frecuentemente transitaba. Lo delataban sus huellas. Por ello, el arquero decidió apostarse frente al lugar.

El relato del cazador

Así narra el arquero el lance y las emociones que sintió y vivió: «Al fin estábamos frente a frente. A escasos metros en la oscuridad de la noche. La estrategia había dado resultado. Ahora eran sus sentidos contra mis habilidades. Esperé a que estuviera bien colocado, abrí el arco, le di a la linterna y en ese instante se paró el tiempo, tan sólo escuchaba mi corazón. Ahí estaba frente a mí, el astuto navajero que me quitaba el sueño. Tantos días imaginándome ese momento y ahora cualquier mínimo fallo sería fatal, perder la oportunidad de volverlo a tener delante en mucho tiempo o quizás ya nunca. Alineé rápidamente ojo, cuerda, visor y su zona vital y a la vez que la flecha salía de mi arco un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y al instante salió corriendo y se perdió en el monte. Oí crujir todo a su paso, parecía que iba bien pegado. Espere un rato, me acerqué a la flecha y vi que estaba llena de sangre, buena señal, pero había que esperar a la mañana siguiente para buscarlo. Una gran noche que perdurará en mi memoria para siempre».


Su gran amigo, Jaime Palomares, y su jagd terrier, le ayudaron a pistear al gran jabalí.

Un amigo cazador acudió en su ayuda

El arquero, con buen criterio, decidió posponer la búsqueda del animal herido a la mañana siguiente, contando con la ayuda del perro de rastro de su gran amigo Jaime Palomares.

Iniciaron la búsqueda en el punto en el que el jabalí sufrió el impacto de la flecha. Aris, un perro de 3 años de la raza jagd terrier propiedad de Jaime, rápidamente cogió el rastro del cochino.


Jagd terrier mordiendo el gran jabalí abatido con arco.

Un jagd terrier de fino olfato

Pese a perder su pista en varias ocasiones, ya que desaparecía el rastro de sangre, el perro, gracias a su fino olfato, lograba recuperarlo al instante. Después de varios minutos de intensa búsqueda en los que llegaron a pensar que no iban a poder encontrar al gran macareno, Aris empezó a ladrar con insistencia en una motilla de monte, junto a una siembra.

Allí se dirigieron Andrés y Jaime. Al abrir la maleza, pudieron comprobar que había un bidón en su interior, lo que hizo pensar a su dueño que ladraba asustado al ver el recipiente. Andrés, que no perdía la fe, siguió abriendo la maleza y azuzando al perro para que penetrara en el interior de la vegetación.

A unos 20 metros, pudo ver el cuerpo del jabalí. Allí estaba, Aris lo había encontrado.

Cuando pudieron sacar el cochino de la espesura se percatararon del alcance del trofeo que había abatido Andrés. Un cochino con unas espectaculares defensas y unos 90 kilos de peso.

Un feliz final para un lance que difícilmente podrán olvidar.

Caza del jabalí con arco

Mi primer jabalí con arco

¡Lo logré! Ya casi se me había olvidado la ubicación de la charquita esta, una charca muy querenciosa porque está muy oculta y que con las abundantes lluvias, aún tiene agua.

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Caza un jabalí con arco a rececho y tienen que desbrozar el monte para llegar a él

Chema es un cazador que ha encontrado en el arco el arma perfecta para su pasión: los recechos estivales de jabalí. El precioso entorno de Villaviciosa, muy cerca de la costa asturiana, se ha convertido en escenario de unos recechos inolvidables con capturas y lances inolvidables.

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