Jabalí

Apasionante rescate de cuatro jabalíes condenados a morir en el canal de un trasvase

El trasvase Tajo-Segura a su paso por El Picazo, Cuenca, se convirtió ayer en un escenario en el que varios cazadores demostraron quiénes se preocupan por los animales que están en peligro. Club de Caza habla con el protagonista del rescate.


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Miguel Huerta, presidente del coto El Picazo, ayer fue junto a su compañero y también cazador Jesús al canal de agua del trasvase Tajo-Segura que atraviesa el acotado. Cuatro jabalíes les necesitaban. Estaban condenados a morir de manera agónica al no poder salir del canal del trasvase. Y allí fueron estos cazadores, que nos cuentan cómo consiguieron sacar, uno a uno, a los cuatro jabalíes, que hoy están vivos gracias a ellos.

No es la primera vez que pasa

Después de darle la enhorabuena a Miguel por demostrar de nuevo que el cazador siempre acudirá cuando un animal le necesite, le preguntamos cuántas veces ha ido al canal a sacar animales que se estaban ahogando. Ha perdido la cuenta. Nos dice “Llevamos sacando animales, corzos y jabalíes cinco años. Unos 40-50 animales por año, sobre todo en verano. El trasvase pasa por el coto. Como presidente del mismo, me preocupo en revisarlo a menudo, y también me llama algún socio cuando descubren animales que han quedado atrapados en el agua”.

Una gran hembra, un macho y dos hembras más pequeñas

Los vídeos que vemos fueron grabados ayer jueves. Nos permiten conocer cómo se salvó a los animales y el resultado, pero tras esas imágenes hay mucho más tiempo, intentos y esfuerzos por sacar a los animales del agua. Con una cuerda, Miguel consigue atrapar a la hembra de jabalí cuando la corriente la hace pasar a su lado. Unos 80 kilos de jabalí. El lazo se ha cerrado alrededor de su cabeza.

Ahí comienza el verdadero trabajo duro y para el que no todos servimos. Se precisa una considerable fuerza y sangre fría para conseguir tirar de un animal de ese tamaño, que está muy asustado, y sacarlo del agua por esa pronunciada rampa de hormigón. No era el primer intento. “Me tiraba al agua”, reconoce el cazador, que tuvo que llevar a la cochina hasta la zona de escaleras para poder izarla.

Lo ata a un árbol antes de liberarlo

Con el jabalí ya fuera del agua, el cazador lo ata al tronco de un árbol. Es la mejor solución para evitar que el animal, siempre peligroso, y más aún en una situación estresante y en la que está muy asustado, acabe atacándole. “Antes que esa hembra, sacamos al macho. Y después, a las otras dos hembras. Las soltamos allí mismo y se alejaron del agua”.

Un problema que no solucionan los responsables del canal

Pero estos cazadores no pueden rescatar a todos los animales que caen al canal. Le preguntamos cuántos estima que pueden morir al año en esa trampa: “Muchos. Si sacamos en verano 50 animales, podemos pensar que hasta 200 pueden morir allí”. Un dato escalofriante.

La siguiente pregunta es obvia: ¿Habéis denunciado el tema? Su respuesta, también es lógica: “Sí, trabajamos junto a la Federación de Caza de Castilla-La Mancha para intentar solucionar el problema. La Confederación Hidrográfica está denunciada. Nos hemos reunido con ellos, les hemos propuesto soluciones, incluso pagadas de nuestro bolsillo, pero no nos dejan tocar nada de sus infraestructuras.

¿Qué es lo que podría solucionar este problema?

El cazador lo tiene muy claro: “Rampas de hormigón, mallazos taladrados al cemento. Esas rampas son de cemento pulido, y los animales patinan con las pezuñas cuando intentan salir. Colocando estos mallazos cada cierta distancia se solucionaría el problema. Desde la sociedad de cazadores lo hemos propuesto, pero no nos dejan. Si nos hubieran dejado, el tramo que atraviesa el coto no mataría más animales. Ya estaría todo puesto. Pero no podemos

La solución que nos queda es trabajar para rescatar a todos los animales que podamos.

Y luego critican a los cazadores

Miguel quiere dejar claro que los que critican a los cazadores lo hacen desde la ignorancia. “No saben lo que es un cazador. Nosotros salvamos a esos corzos y jabalíes. Y luego nos critican que los cacemos, pero a los animales hay que ayudarlos siempre que nos necesitan. Aún no he visto a ninguno de esos que nos insultan venir a meterse al agua a salvar a los corzos y a los jabalíes”.

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