Espectacular dispositivo policial para cercar a varios jabalíes
Varios coches de la Guardia Civil rodean una piara de jabalíes en una zona verde de un pueblo de Almería.
La Guardia Civil organizó en la tarde noche de ayer un dispositivo para intentar expulsar a una decena de jabalíes que se encuentran en una zona residencial. Al efectivo, compuesto por cinco agentes del Instituto Armado y dos coches patrullas, los jabalíes responden con total indiferencia.
Según nos informa un compañero cazador andaluz, se trata del municipio almeriense de Mojácar.
La cosa no va con ellos
Al lugar se han personado dos vehículos oficiales de la benemérita con sus dispositivos luminosos y acústicos encendidos hecho a lo que han respondido los jabalíes con una total indiferencia siguiendo con su tarea de destrucción del césped donde se encontraban.
¿Acusados de desobediencia?
Uno de los agentes se ha dirigido hacia ellos tocando el silbato, hecho que tampoco les ha importado en demasía, ya que sólo uno de ellos se ha dignado en levantar la cabeza y dirigir su mirada hacia el agente.
El Guardia Civil, en su desesperación ante tal acto de desobediencia, ha arrojado un pequeño objeto a los cochinos, a lo que ha respondido uno de ellos haciendo un ademán de acercarse pensando que le estaba echando comida.
Los vecinos alimentan a los jabalíes
El vecino que graba las imágenes indignado culpabiliza de lo ocurrido a algunos vecinos que alimentan a los cochinos en la zona. Y les responsabilizad de haber provocado esta situación en la que los jabalíes no presentan temor alguno a los humanos. Al contrario, se acercan para recibir alimento. También escuchamos algo que se viene advirtiendo desde hace tiempo: “un día lamentaremos algo serio”.
Invasión jabalinera en Mojácar
Estos hechos han pasado a ser habituales, sobre todo en el municipio turístico de Mojácar, situado en la zona de la costa de la provincia almeriense. Allí los jabalíes campan a sus anchas prácticamente a diario.
Desde Club de Caza recordamos que no se debe alimentar a la fauna silvestre bajo ningún concepto. Esencialmente, por el peligro que esto conlleva para los humanos, dada su peligrosidad. Pero también por la posible transmisión de enfermedades que portan, además del perjuicio que se le causa al animal, condenándolo a cambiar sus hábitos para pasar a dejar de buscar alimento por sí mismo.
