Extremadura

Una joven cazadora de 22 años que sueña con tener su propia rehala

Apasionada de la caza y de los perros desde pequeña, se desplaza de cualquier manera, ya que no tiene carnet de conducir, para poder cazar con la rehala de compañeros y amigos.


 Jessy Solís joven cazadora
Jessy Solís joven cazadora

Hija de Jesús y hermana de rehalera, esta joven extremeña sueña con tener una rehala. Tiene muy claro cómo serán sus canes: perros naveños originarios del pueblo de Navatrasierra, que son fruto del cruce de podencos y mastines.

Su mentor en la caza ha sido su padre Jesús Solís, gran aficionado a la caza menor y apasionado de la rehala, modalidad que tuvo que dejar de practicar al sufrir una lesión en una rodilla. Estamos ante un ejemplo en la integración de la mujer en el mundo de la caza debido a que sus dos únicas hijas han continuado el legado de su padre. Y ambas son grandes cazadoras.

 trofeo jabalí
trofeo jabalí

Jesús Solís, padre de la cazadora y quien le ha inculcado los valores de la cinegética

Un sueño tener su propia rehala

Jessy Solís es la protagonista de nuestra historia. Joven cazadora nacida en la localidad extremeña de Aldeacentenera, desde pequeña sueña con tener su propia rehala. Gran aficionada a la caza mayor, comparte su pasión con su pareja, David Cortés, al que acompaña al puesto en numerosas ocasiones los días que no puede cazar con la rehala.

 joven cazadora de 22 años
joven cazadora de 22 años

La joven cazadora junto a su pareja

Cazadora desde que nació

Desde muy pequeña comenzó en el mundo de la caza acompañando a su padre. Ambos cazaban con la rehala que ostentaron hasta el día que tuvo que dejar de practicar esta modalidad de caza al padecer una lesión en una pierna.

 joven cazadora de 22 años

Nada ni nadie puede frenar su pasión

Este hecho no impidió que Jessy continuara con su pasión, la rehala. A pesar de no tener carnet de conducir, no le importa desplazarse más da 120 kilómetros para poder cazar con una rehala del pueblo de Campanario, situado en la provincia de Badajoz. Y lo hace para acompañar a amigos y compañeros que tienen rehala.

Jessy nos cuenta apesadumbrada que este año apenas ha podido ir de caza debido a la pandemia que nos azota, pero no pierde las esperanzas de cumplir su sueño.

 joven cazadora de 22 años

Dos lances que han marcado su vida

La cazadora recuerda, en la entrevista concedida a Club de Caza, dos lances que han marcado su corta pero intensa vida en el mundo de la caza.

El primero de ellos, el día que abatió su primer jabalí que, por suerte, lucía una buena boca. Lo tuvo que rematar a cuchillo adentrándose en un caudal de agua en el que el animal había sido agarrado por los perros.

 joven cazadora de 22 años

Su padre estuvo a punto de morir

El segundo lance que jamás podrá olvidar es así porque su padre estuvo a punto de ser corneado por un venado al lanzarse a las aguas de un caudaloso río. Lo hizo para evitar que ahogara a un dogo argentino de su propiedad que tenía agarrado al ciervo. También se habían lanzado al agua dos naveños. Allí, el ciervo persiguió al rehalero. Entonces, Jessy comenzó a gritar y acudió un cazador, que pudo abatir de un disparo al animal y salvó la vida del rehalero, que casi la pierde por proteger a uno de sus perros.

 joven cazadora de 22 años

Atacada en redes sociales

Jessy, que muestra en sus perfiles de redes sociales sin ningún tipo de tapujos su condición de cazadora, ha sufrido, como muchas otras compañeras, el acoso animalista. Le han llamado «asesina», entre otras lindezas, pero esto no ha logrado amedrentarla.

Al contrario, está dispuesta a defender como dice ella «su modo de vida», venga quien venga y le pese a quien le pese.

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