Una familia toca el cuerno de caza junto al hospital para que la madre, enferma de cáncer, no se sienta sola
Las visitas están prohibidas en el hospital. Pero esta familia de cazadores cuenta con un recurso con el que hacen saber a la madre, en tratamiento contra el cáncer, que no está sola y que a unos pocos metros están su marido y sus hijos deseando abrazarla.
«Por culpa de estas medidas, los pacientes no morirán de cáncer, sino de soledad». Es lo que ha subrayado la hija de una mujer que ha sido ingresada en el hospital de Perpignan para recibir tratamiento oncológico.
Ella nos necesita
Tras una complicada operación por culpa de un cáncer, una mujer de 74 años recibe tratamiento mientras permanece ingresada en el hospital. Sus familiares no pueden creer que no se les permita visitarla, pero esto no les detendrá en su misión de intentar que no se sienta sola todo el día en su habitación.
Para lograrlo, cada poco tiempo tocan un cuerno de caza de latón, de los que suelen llevar los perreros durante las cacerías para reunir a sus canes. La mujer lo escucha y sabe que tiene a su marido y a sus hijos a pocos metros, apoyándola.
«Ella nos necesita», sostiene la hija, que no entiende que, siguiendo las normas sanitarias, no puedan acercarse a su madre. En cambio, la dirección del hospital sostiene lo siguiente:
-«Esta limitación de visitas forma parte de la protección de nuestros pacientes y nuestros empleados, mientras que la tercera ola se instala en el departamento. En situaciones puntuales, en oncología por ejemplo, si se presenta una solicitud, se puede realizar visita al médico responsable, previa recomendación de la dirección del establecimiento».
