Furtivismo y narcotráfico
La Guardia Civil ha desarticulado una banda organizada que se dedicaba al furtivismo y al narcotráfico. Fueron incautadas varias armas de fuego que carecían de documentación, 21 perros en un estado lamentable y una plantación de marihuana.
Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de Granada, en una operación denominada Caprala, ha detenido a diez personas con edades comprendidas entre 22 y 61 años. Se les acusa, entre otros delitos, del de tenencia ilícita de armas, furtivismo, maltrato animal, delito contra la salud pública y un delito leve de defraudación de fluido eléctrico.
Furtivismo, maltrato animal y narcotráfico
Los integrantes de la banda se dedicaban al furtivismo en zonas ubicadas en el interior del Parque Nacional de Sierra Nevada y una reserva de un coto de caza del Parque Natural, portando armas de fuego ilegales y auxiliados por un total de 21 perros.
Agentes de la benemérita realizaron dos registros, en el primero localizaron tres armas sin documentación que amparasen su legal procedencia y en el segundo una plantación de cannabis sativa.
Animales en un estado deplorable
Un escenario dantesco fue el que encontraron los guardia civiles integrantes del operativo al inspeccionar el cortijo donde ocultaban los perros. Hallaron a 21 animales en un estado lamentable en condiciones de insalubridad extrema.
Un veterinario tuvo que sacrificar cinco de los animales
Los agentes rápidamente se pusieron en contacto con un veterinario para que acudiera al lugar a examinar y atender a los canes. Debido a su terrible estado cinco de ellos tuvieron que ser sacrificados.
Se les acusa de diferentes delitos
Como fruto del operativo, los diez miembros integrantes de la banda han sido acusados de diferentes delitos. A nueve de ellos se les han imputado un delito relativo a la protección de la flora, fauna silvestre y animales domésticos, por abatir diferentes animales de forma ilegal armados y auxiliados por un grupo de perros dentro del Parque Nacional de Sierra Nevada.
Dos de los imputados también han sido acusados de un delito de maltrato animal después del informe emitido por el veterinario que tuvo que sacrificar los cinco perros, que, textualmente, escribió «todo lo que allí observó era maltrato y crueldad animal».
Otros tres han sido acusados de un delito de tenencia ilícita de armas, un delito contra la salud pública por cultivo ilegal de cannabis sativa y fraude eléctrico.
