Este perro ha vuelto a nacer. Su collar GPS ha actuado como escudo afortunado a la hora de frenar la colmillada de un jabalí. Como si de un protector se tratara, la caja del GPS de este collar ha terminado alojando la afilada punta del colmillo de un jabalí.
Un perro con mucha suerte
La lucha ha debido ser muy dura para que una navaja de un macareno se haya quebrado de esta manera al hincarse en el collar. A pesar de no tratarse de un protector de los que se fabrican con kevlar, cordura o materiales como el biothane, la protección que ha ofrecido esta parte del collar al perro ha sido óptima, además de fruto de la buena suerte.