Así salvaron la vida unos cazadores a un ciclista infartado

Los cazadores desarrollaron un dispositivo de acción en el que ubicaron a los compañeros que participaban en la jornada de caza en todos los cruces cercanos al lugar donde se encontraba el ciclista. De esta manera, facilitaron la localización del lugar a los sanitarios. Aun así, tuvieron que trasladar un kilómetro en uno de sus todo terreno al infartado dada la inaccesibilidad del entorno donde se hallaba.

Un ciclista infartado en mitad del monte

Los hechos ocurrieron este pasado domingo a las 9:00 horas cuando un ciclista, un varón de 60 años, sufrió un infarto cuando escalaba la cima del Dent de Rez desde la localidad de Vallon-Pont-d'Arc, situada en los bosques de Lagorce, en el país vecino.

Tras recorrer unos escasos tres kilómetros, se topa con el equipo de la asociación comunal de caza, en el caserío de Lacessas, al que saluda amigablemente, hecho que luego pudo producir el milagro de la salvación del ciclista.

Justo antes de empezar la escalada, uno de los tres ciclistas del grupo comenzó a encontrarse mal, estaba sufriendo un infarto.

La caza, siempre solidaria y dispuesta a ayudar

Uno de los ciclistas declaró a un medio de comunicación francés lo siguiente: «Desafortunadamente, no teníamos cobertura en el teléfono para comunicarnos con los bomberos. Presa del pánico, bajé dos kilómetros para poder hacer una llamada. Y allí, me crucé con el 4X4 de los cazadores. Les pregunté si se unirían a mis colegas para ayudarnos. Apenas había terminado de explicarles el lugar, perdido en el bosque, cuando ya se habían montado en sus coches y se dirigían urgentemente hacia allí. Afortunadamente, porque mi amigo, que acababa de sufrir un infarto, padecía hipotermia».

Un improvisado dispositivo de rescate

Poco después, uno de los ciclistas logró realizar una llamada para alertar a los servicios de emergencia e indicarles cómo llegar hasta el lugar de los hechos. Los cazadores se quitaron sus abrigos para tapar al hombre, que presenta un claro cuadro de hipotermia dadas las bajas temperaturas reinantes.

Entonces decidieron movilizar a todo el equipo de cazadores, ubicando a compañeros en todos los cruces para facilitar así a los servicios sanitarios la localización del lugar, de muy difícil acceso.

Ante la imposibilidad de que la ambulancia llegara al lugar donde se hallaba el infartado, trasladaron a los sanitarios en uno de sus vehículos 4x4. Cuando llegó la asistencia, el ciclista fue trasladado por los bomberos al centro hospitalario de Aubenas, donde recibió asistencia sanitaria.

A día de hoy su vida no corre peligro.

Ciclistas y cazadores, unidos ante la adversidad

Los ciclistas mostraron su agradecimiento a los cazadores, que facilitaron el dispositivo de salvamento del accidentado, contestando al inicial mensaje de agradecimiento de los deportistas:

«Sabemos que si hubiera sido al revés habríais hecho lo mismo».

Esto hecho se convierte en una nueva muestra de la compatibilidad de las diferentes actividades que se pueden realizar en el entorno natural y de la solidaridad ante la adversidad de sus componentes.