Málaga

Abate un jabalí con una espectacular boca mientras cazaba conejos

El pasado mes de octubre el malagueño Mateo Vega Bravo abatió en el coto de la sociedad de cazadores del Valle de Abdalajís un jabalí con unas increíbles defensas mientras cazaba conejos con sus podencos andaluces.



El Valle de Abdalajís es un municipio situado en la provincia de Málaga y ubicado al norte del Valle del Guadalhorce y al sur de la comarca de Antequera.

Los cazadores de la Sociedad acuden a la llamada de los agricultores

La sociedad de cazadores del Valle de Abdalajís, que tiene permiso para la caza del jabalí por control de daños dado los numerosos destrozos que estos ocasionan a la agricultura, acudió a la llamada de un agricultor que estaba sufriendo por parte de los cochinos numerosos daños en su finca.

Tras varios intentos infructuosos de abatir los cochinos que provocaban tales destrozos en los sembrados finalmente Mateo logró abatir un gran jabalí mientras cazaba conejos en esta misma zona.

Un jabalí de pequeño porte pero con una gran boca

El cochino, de apenas 80 kg de peso, sorprendió a todos los miembros del coto ya que desconocían su existencia dado su gran trofeo y su gran pureza a pesar del mestizaje que sufren los jabalíes en la zona de Málaga por la gran cantidad de cochinos asilvestrados y vietnamitas que hay en la provincia.

Instantes de alta tensión con un desenlace inesperado

Mateo, que se encontraba cazando conejos junto a sus podencos andaluces, se percató de que estos latían de una forma anómala en lo más intrincado del monte. Estaban latiendo de parada de una forma insistente en el mismo lugar.

El cazador, que advirtió que no se trataba de un conejo, cambió la munición de su escopeta de la marca Benelli del calibre 12 introduciendo tres cartuchos de bala en el arma.

Tras quince largos minutos de tensa espera los podencos lograron levantar al cochino de su encame, al que Mateo pudo oír mientras avanzaba entre la maleza huyendo de la ladra de los perros.

El cazador disparó su arma mientras el jabalí se encontraba entre la maleza, hiriéndolo de gravedad. En ese instante no se percató del trofeo que portaba el jabalí, ya que llegó a pensar que se trataba de una cochina.

Nada más recibir el impacto el cochino se dirigió hacia el lugar donde se encontraba el cazador. Volvió a disparar en dos ocasiones más al animal, que cayó inerte a escasos metros del carril donde estaba ubicado.

El cazador al acercase al cochino pudo advertir la gran boca que este tenía, no se lo podía creer ya que es uno de los mejores trofeos abatidos en los terrenos de la sociedad.

Dos de los podencos resultaron heridos de forma leve por parte del jabalí, estos fueron atendidos por un veterinario y se recuperaron sin dificultad.

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Un agricultor le pidió ayuda a este cazador. No era la primera vez. Un jabalí estaba devastando sus cosechas. No lo dudó y acudió a la zona del destrozo, pero no esperaba encontrar allí a semejante monstruosidad.

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