Perdices cantando alegremente junto al agua, acompañadas de sus polluelos. Cabras montesas arrodilladas mientras sacian su sed. Una estampa que debemos agradecer a los cazadores que mantienen puntos de agua en sus acotados de manera desinteresada. El único fin es que los animales de estos terrenos encuentren el agua que necesitan día a día y que, de otra manera, no hallarían durante el verano y la época de menos lluvias del año.
Y no solo especies cinegéticas. Aves y mamíferos protegidos o reptiles encuentran un auténtico oasis en estos bebederos.