Guarda rural contra furtivos: una operación fructífera tras abatir ilegalmente una cierva
La lucha de los Guardas Rurales contra el furtivismo no tiene descanso. Hace pocos días, dos presuntos furtivos abatieron a una cierva y volvieron horas después a buscar el cuerpo. Pero allí esta Guarda. Al identificarse y pillarlos in fraganti, uno de ellos huyó y abandonó allí a su ‘compañero’.
Juan Báñez, Guarda Rural de una finca onubense en el entorno del coto de Doñana, investigó un vehículo sospechoso en una de sus habituales patrullas. Tras observar a sus ocupantes desde la distancia sin que estos lo detectaran, oyó dos disparos.
Dos disparos y una cierva muerta
Tras realizar los disparos, los ocupantes del vehículo se dieron a la fuga. Al acercarse Juan a la zona, encontró una cierva abatida. Este Guarda, de dilatada experiencia y conocedor del modus operandi de los furtivos, sabía que regresarían en busca de la pieza.
Un aguardo al furtivo con resultados
Tras largas horas de espera y bien caída la noche, los supuestos furtivos volvieron al lugar de los hechos con un vehículo diferente al que conducían cuando efectuaron los disparos.
Textualmente y según nos cuenta Juan, cuando llegaron al lugar donde estaba el cuerpo de la cierva, estos dijeron «aquí está la cierva», a lo que el Guarda respondió: «Aquí también estoy yo», saliendo del lugar donde se encontraba oculto para identificarse y realizar las diligencias oportunas.
Uno de ellos se dio a la fuga abandonando a su ‘compañero’
Uno de ellos, tras verlo, se dio a la fuga, dejando allí a su suerte a su compañero, aunque posteriormente fue identificado y detenido por efectivos del Seprona.
Brillante intervención por parte de Juan, una de tantas que realizan los guardas rurales y de caza, siempre en el anonimato y en la soledad del monte, con el peligro que esto conlleva para su integridad física.