Ayer, un niño de diez años vivió la experiencia más aterradora de toda su vida. En una excursión por los montes de Trento, en Italia, un oso pardo se le acercó tanto que casi podía sentir su respiración en la nuca.
Su padre grababa la escena mientras le aconsejaba cómo proceder para evitar el ataque del gran predador.
Hicieron lo que había que hacer
Sucedió ayer, domingo día 24 de mayo, en Nova di Sporminore, al norte de Trento. En las imágenes, vemos cómo su padre le dice que al pequeño Alessandro que se aleje del animal con calma y hable sin elevar el tono.
Y el menor actúa tal y como le dice. Ambos hablan en voz baja, lo justo para oírse entre ellos, pero sin parecer amenazantes, incluso silbando para llamarse la atención.
Finalmente, el encuentro culminó sin que se produjera un ataque.