Cuando su padre cuenta en voz alta los pollos que apeonan delante del coche, la pequeña Aroa dice: «Papi, yo quiero tocar a los pequeñines». Su padre le explica lo que deben aplicarse muchos: «No se pueden tocar, cariño».
Inculcar el respeto a los animales a los más pequeños
La pequeña le pregunta por qué, y su padre se lo explica: «a los perdigones hay que dejarlos que se hagan grandes, no se pueden tocar». Sin duda, un vídeo entrañable y que demuestra que el cazador se preocupa de inculcar el respeto hacia los animales a los más pequeños.