Setter Inglés

El setter inglés es el rey de entre los perros de caza. Al menos eso se deduce del número de inscripciones realizadas en el LOE durante los últimos años. Y no solo eso. El mostrador inglés ocupa el segundo puesto del podio de las razas más numerosas sólo por detrás del perro de pastor alemán. En el siguiente reportaje participan los propietarios de los ejemplares más laureados de los últimos años, uno de los jueces con mayor reconocimiento dentro del mundo del setter: Fernando Moro, así como el Setter Club de España.


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Desde el año 2013 hasta finales del pasado año, un total de 17.398 setters ingleses han sido inscritos en el Libro de Orígenes Español, con 3.837 ejemplares durante el pasado año. Son cifras muy destacables, contando con que solo le superó la raza más numerosa de todas las registradas, el perro de pastor alemán. Esto convierte al setter inglés en la raza de perro de caza registrada más utilizada en nuestro país y en la segunda a nivel general.

Le siguen en este particular podio el labrador retriever, con 2.478 inscripciones en 2017, y el Golden retriever, con 1.885, pero estas razas las abordaremos en otro momento. Hoy hablaremos del setter inglés.

En este reportaje vamos a ver qué ha llevado a esta raza mostradora británica a ocupar tan prestigioso lugar en las preferencias de los españoles.

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Un poco de historia

Son cuatro las razas existentes dentro del grupo de setters: el inglés, el irlandés, el gordon y el inglés rojo y blanco. Tenemos que remontarnos hasta principios del siglo XVI para recoger las primeras crónicas que desvelan cómo el duque de Nothumberland consiguió adiestrar a perros de tipo spaniel para que parasen cuando detectaran la posición exacta de la presa.

Mucho antes, en el año 65 de nuestra era, Marco Anneo Lucano? (39-65), poeta romano de origen hispano, deja escrito que los romanos utilizaban perros para la caza que de manera silenciosa avisaban a los cazadores sobre la situación de las aves con el movimiento de su cola y su manera de aspirar el aire, mientras un temblor se apoderaba de sus cuerpos. Pero esos perros estaban aún muy lejos de los primeros mostradores. Nadie ha sido capaz de apuntar una fecha en el calendario para señalar el momento en el que nacieron los setters, pero sí podemos rastrear alguna referencia histórica para aproximarnos.

La más clara quizás la encontremos en El libro de caza de Gaston Phébus, conde de Foix, escrito entre 1387 y 1389, donde habla de un perro tumbador. En un primer momento, en Inglaterra se referían a estos perros con el verbo to couche, pero posteriormente se les denominó sitting dogs o sitters.

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El setter actual

El actual setter inglés nace en Inglaterra a principios del siglo XIX. En su desarrollo siempre se ha hablado de los spaniels, perros muy utilizados para la caza en tierra y agua y muy apreciados por la nobleza francesa, pero también se cruzaron en este camino los antiguos mostradores españoles. Una serie de nombres destacan entre los criadores que más trabajaron para crear lo que hoy conocemos como setter inglés, pero debemos estar agradecidos a la labor de criadores como Sir Edward Laverack o Purcel Lewellin, quien inició su labor a partir de la gran herencia que dejó el primero.

Si creemos lo que dejó en sus diarios de cría, la consanguinidad fue la estrategia que marcó su cría, llegando al extremo de que todos sus perros provenían de una única pareja y del posterior cruce de sus descendientes. A partir de ahí, Lewellin aportó sangre nueva, alejándose de esa consanguinidad radical y trabajando con perros más ligeros, pequeños, con la cabeza más estrecha y menos cantidad de pelo, que en poco tiempo fueron insuperables en los field trials.

Espectáculo en el campo

Llegados a este punto, me gustaría hablar de las cualidades como perros de caza que convierten a los ejemplares de esta raza en los preferidos por la mayoría de aficionados a la menor. Entre todas estas cualidades, me quedo con una que hace del setter inglés un perro inconfundible: cuando detecta a la presa, aproxima su cuerpo a tierra mientras sus patas continúan manteniendo toda su masa corporal de una manera muy ágil, algunos dicen que felina. Y cuando se produce la guía, no podemos más que disfrutar del espectáculo que tenemos delante: el setter mantendrá esa posición cercana al suelo, moviéndose de manera cuidadosa pero decidida, manteniendo una distancia efectiva con respecto a la presa detectada que se escurre huyendo por delante.

Vídeo

El movimiento del setter ante la caza, pura poesía captada de manera excepcional por Eduardo García, propietario de esta hembra llamada Roma.


Movimiento inconfundible

Y esa belleza en la muestra y la guía se extiende a aspectos como la búsqueda. Su andadura natural es el galope. Poderoso, amplio, elegante, y rasante, pegado a tierra. La cabeza la mantiene alta y la espalda, siempre en posición horizontal. La línea superior, formada por la cabeza, el cuello, la espalda y su prolongación hacia los riñones permanece aparentemente inmóvil, produciendo la sensación de que se desliza en lugar de galopar.

Esto lo consigue gracias a la peculiar conformación de su aparato locomotor: la angulación de sus patas delanteras le permite que éstas, en cada paso, busquen el suelo elevándose considerablemente y avanzando distancias largas. Las patas delanteras buscan el suelo lo más lejos posible mientras las traseras actúan como una locomotora, prácticamente impulsando todo el movimiento, trabajando en semiflexión, lo que favorece esa postura con el centro de gravedad bajo. La cabeza, gracias a esta estructura, puede mantenerse inmóvil en una posición alta y no necesita compensar el movimiento con vaivenes basculantes, como sucede en otras razas. La nariz, siempre apuntando hacia delante.

Este movimiento descrito es el ideal. Los jueces más experimentados en field trials reconocen haber visto pocos casos de ejemplares que cumplieran todos los requisitos aquí expuestos, pero cuando se da el caso, la belleza de este movimiento es hipnótica.

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Becadero imbatible, perdicero, codornicero…

Esta raza, a pesar de considerarse especialista, se utiliza para diversos tipos de quehaceres cinegéticos. En la media veda es un eficaz localizador y mostrador de codornices. En la temporada general se convierte en un gran perdicero. En concurso de caza destaca copando las primeras posiciones. Ya sea en un rastrojo áspero y seco o en un monte denso y repleto de vegetación, el setter inglés despliega una búsqueda muy eficiente, adaptando su gran amplitud al terreno en el que se encuentre.

Pero en nuestro país (y en muchos otros) es el perro becadero por excelencia. Es ante la sorda cuando el setter es más setter. Todas sus cualidades, las que hemos visto aquí y las que podemos olvidar, parecen diseñadas para hacer frente a los que muchos llaman la dama del bosque. Es preciso contar con un perro ligero, veloz, con una búsqueda amplia y eficaz, un pelo denso que le proteja del frío, el agua y las afiladas ramas del monte. Es imprescindible que posea un finísimo olfato, que su muestra sea firme, a una distancia suficiente como para no espantar al ave antes de la llegada del cazador que, en muchas ocasiones tendrá que emplear mucho tiempo en acudir al lado de su perro.

Vídeo

Un buen ejemplo del trabajo del setter inglés como perro becadero lo tenemos en el siguiente vídeo, cedido amablemente por Rodrigo Moratón.


Perros que dejan huella

Quizás el lance más impresionante que he vivido en la caza de la becada es el que protagonizó un estupendo setter en tierras burgalesas. En una jornada marcada por la escasez de piezas (llevábamos 3 horas sin dar con una), al fin el perro mostró. Cuando llegamos junto a él, el pájaro utilizó una densa línea de matas para cubrir su huida. Dejamos al perro seguir la búsqueda y a los pocos minutos volvió a dar con ella. Con tan mala fortuna que erramos el disparo (o eso creímos), pero intuimos, entre la arboleda, hacia dónde se había dirigido. Pocos minutos después, el perro nos volvió a conducir hasta ella. Estaba a escasos 300 metros (eso sí, de monte cerrado), y allí estaba de nuevo, con la parte baja del cuerpo pegada a tierra, la cabeza alta y totalmente inmóvil.

Avanzamos unos pasos, pero el perro no guiaba. Eso se traducía en que la becada no se movía por delante del perro. Dimos un paso más y nos sorprendió alzando el vuelo, pero antes de encarar la becada dejó de aletear y cayó de nuevo. El disparo no había errado del todo. Un plomo la alcanzó en algún órgano vital y la huida la había dejado con unas pocas fuerzas que utilizó para alzarse esos 3 escasos metros y caer rendida delante del setter.

La conclusión de aquel lance inolvidable: ese buen perro nos había puesto delante de la becada en tres ocasiones. Nos brindó tres oportunidades para culminar el excelente trabajo que desarrolló para nosotros.

Conocemos, y no nos extraña en absoluto, muchos casos en los que propietarios de ejemplares de esta raza han experimentado por primera vez la caza de becadas con sus perros y han quedado enganchados a ella sin remedio.

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Capricho de Fuente la Plata

El Setter Club de España responde

Hemos contactado el Setter Club de España y nos ha atendido Javier Soria, vocal de comunicación, para mantener una amena conversación sobre la raza. Le hemos preguntado acerca del hecho de que el setter inglés sea el perro de caza con más inscripciones en el LOE y el segundo del total de razas reconocidas. Esto nos cuenta Javier:

«Según los datos de inscripciones en el Libro de Orígenes que publica anualmente la Real Sociedad Canina de España, en 2017 se inscribieron 3.837 ejemplares de setter inglés, 85 de setter irlandés rojo, 82 de setter gordon y ningún setter irlandés rojo y blanco. El setter inglés experimenta un aumento de 362 ejemplares con respecto a 2016. Respecto a la raza setter irlandés rojo, con respecto al año anterior, se han inscrito 10 ejemplares menos. El setter gordon también sufre una merma en el número de inscripciones, con 26 ejemplares menos que en 2016. Al igual que en 2017, el setter irlandés rojo y blanco no cuenta con la inscripción de ningún ejemplar.

»La tendencia de los últimos años sitúa al setter inglés siempre por encima de los 3.000 ejemplares (excepto en 2013 que se quedó en 2.818 individuos) con inscripciones máximas de casi 4.000 individuos (exactamente 3.966) en 2012. Habitualmente se habla (muchas veces de forma interesada) de que el auge del setter inglés es fruto de una moda. Observando los datos de la última década vemos como ese comentario no puede ser más equivocado. Las cifras de cría permanecen estables con ligeros repuntes o retrocesos de año en año».

Una buena labor de cría

Javier nos habla del trabajo que llevan a cabo los criadores y los amantes de la raza: «Si la situación es óptima para la raza es fruto del arduo trabajo de selección y cría que llevan a cabo los criadores y de la exigencia, cada vez más alta, que imponen los amantes de la raza, ya sea en su empleo mayoritario tanto para la caza como para la competición. Un hecho que también ha dejado su huella en los últimos años es el acceso a las nuevas tecnologías como Internet o las redes sociales, que contribuye a que el intercambio de información con respecto a sementales, camadas o información en general sea más fluido que nunca. Esto propicia que el nivel de conocimientos crezca, así como la necesidad de aumentar dichos conocimientos.

»Al respecto de la evolución de las otras razas de setters como son el gordon y el irlandés, están muy influidas por la utilización que se hace de estas razas. El setter irlandés rojo, en España, está claramente vinculado a su utilización como animal de compañía y exposición, y sus números de cría permanecen estabilizados entre los 60 y los 90 ejemplares criados al año. El setter gordon está experimentando un paulatino aumento en cuanto a su utilización, lo que esperamos que se traduzca en un aumento en la cría en los próximos años. Actualmente, se sitúa en números similares a los del irlandés, con significativos repuntes, como el del año 2016, cuando se superó el centenar de ejemplares inscritos en el LOE».

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Un perro ligado a la caza

Queremos que Javier nos explique la incidencia de la caza en el éxito del setter inglés y si existen datos de qué porcentaje de los perros criados son destinados a la caza. Nos comenta lo siguiente: «No existen datos oficiales sobre los ejemplares destinados a la caza o a algún otro uso. Sin embargo, en España el setter inglés está muy ligado a su utilización en la caza. Una amplia mayoría de aficionados y criadores son cazadores y destinan sus perros a tal fin»

Cantidad, pero sobre todo calidad

La cantidad, en este caso, está en consonancia con la calidad. Los setters ingleses criados en España alcanzan los puestos más altos en competiciones internacionales. Le pedimos a Javier que nos apunte los nombres y los logros de los mejores setters nacionales:

«Durante los últimos años, los triunfos a nivel internacional han llegado de la mano de ejemplares nacidos en España»

  • Dendaberri Obama, de José Miguel Flores. Campeón de Europa de Becadas 2014 y 2015 y Campeón de Europa de Montaña 2016
  • Xanon de Sosobal, propiedad de Javier Uribarrena (Campeona de Europa de Montaña 2016)
  • Eltxar de Sierra Badaya, de Juan Fernández Rodríguez. Ganadora de la Clochette d"Or Becadas 2015. Criador: Ignacio Olabe
  • Hotar del Alto Eume, cuyo propietario es Benigno Sánchez y que recientemente se impuso en el Open de Francia de Gran Busca 2018

«Quizás esos hayan sido los triunfos más destacados y recientes, pero la lista de nombres de ejemplares españoles que brillan a nivel nacional e internacional en pruebas de trabajo es extensa. El Club elabora a final de año unos ránkings oficiales por disciplinas. En 2017 los mejores perros españoles en cada modalidad han sido los siguientes».

  • Gran Busca: Hotar del Alto Eume. Propietario: Benigno Sánchez
  • Búsqueda de Caza: Irgo do Fontelo. Propietario: Iván López
  • Clásica de Codorniz: Ugartebetxi Atila. Propietario: Ismael Carro
  • Montaña: Dendaberri Penta. Propietario: José Miguel Flores
  • Caza Práctica: Rex del Faenor Ni. Propietario: Antonio Pascual
  • Becadas: Dendaberri Sion. Propietario: José Miguel Flores
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Hotar del Alto Eume, mejor setter español de Gran Busca 2017

Hablemos de competición

La competición es una parte con un peso importante dentro de la selección de cualquier raza. En este caso, el objetivo último es dotar al setter inglés de los ejemplares con mejores cualidades para destinarlos a la caza. Veamos qué nos cuenta Javier de la labor del Club en este tema.

«El Setter Club de España organiza pruebas de trabajo y exposiciones a lo largo de prácticamente todo el año. Comenzamos en febrero en Andalucía y Toledo con las pruebas internacionales de Primavera y el Derby Nacional de Británicos.

»Entre los meses de marzo y abril llevamos a cabo, por todo el territorio nacional, pruebas de Jóvenes Promesas que desembocan en la Final Nacional que coincide con las pruebas Clásicas de Codorniz durante el mes de mayo. El primer sábado de junio es la fecha tradicional en la que el Club celebra la Exposición Monográfica, que en 2018 tendrá lugar en la localidad lucense de Monforte de Lemos.

»La época estival es tiempo para las pruebas de Caza Práctica, bien sea sobre piezas sembradas o sobre caza salvaje, esta última, fundamentalmente en terrenos de Toledo. También, durante el verano, se llevan a cabo pruebas de alta montaña en terrenos del Pirineo y Cordillera Cantábrica.

»Con el otoño llega el circuito de pruebas sobre becada Trofeo Pluma del Pintor durante los meses de noviembre y diciembre. Las actividades concluyen pocos días antes de Navidad con las pruebas de Gran Busca y Búsqueda de Caza de Invierno.

»El calendario es muy amplio y con pruebas muy diferentes, aunque todas ellas persiguen el fin de seleccionar los mejores ejemplares de raza, tanto en tipicidad como en cuanto a sus aptitudes venatorias»

El setter en la caza

«Todas las razas de Setter se caracterizan por ser perros con gran pasión por la caza, excelente nariz, instintos venatorios muy marcados y una inteligencia que les lleva a cazar para su dueño con la justa intervención de este. La inteligencia apoyada en una nariz sobresaliente consigue que sean unos grandes perros de muestra. La selección llevada a cabo por criadores y aficionados en general desemboca en la creación de ejemplares cada vez más naturales en cuanto a su forma de cazar. La acumulación de experiencias sobre la propia caza hace que el setter sea un perro de caza que aprende con cada lance y, debido a su inteligencia, depure sus métodos para llegar a la caza. No hay una forma tipo de adiestrar a un setter, como a ningún individuo de las demás razas. El adiestramiento debe ajustarse a cada individuo por separado, realzando sus virtudes y puliendo con tiempo y maestría los posibles defectos que el ejemplar posea».

Agradecemos a Javier el tiempo que nos ha dedicado como representante del Club Español del Setter.

Vídeo

Disfruta de este precioso vídeo de una muestra y varios patrones a becada protagonizadas por excelentes ejemplares de setter inglés. El vídeo lo grabó Rodrigo Moratón.


Con nombre propio: setter destacados

Hemos hablado con varios propietarios de los setters de los que nos ha hablado el Club. A continuación, conocerás a estos extraordinarios perros a través de sus orgullosos dueños.

Juan Fernández Rodríguez y Eltxar de Sierra Badaya

«Es una perra con un sentido excepcional para encontrar la caza»

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Palmarés

  • Campeona de Europa Hembra de Becadas en 2014 y 2015
  • 1ªClasificada en Top-10 de caza práctica de 2014 (España)
  • Campeona de la Clochette d"Or 2015 (Francia)
  • Campeona de la Echelle de Valeurs Becasse 2015 (Francia) con el récord de puntos
  • 1ª Clasificada Top-10 Becadas 2015 (España)
  • Trofeo Normandía de Becadas de 2015 (Francia)
  • Trofeo de Combrailles 2016 (Francia)
  • 2ª Clasificada Echelle de Valeurs Becasse Francia 2016 (Francia)

Los tres años que corrió fue seleccionada por España para el campeonato de Europa de becadas. Tiene más de treinta resultados, todos sobre becada.

Eltxar es hija de Nerón de Ugartebetxi y de Ucla de Sosobal, dos grandes perros becaderos cuyos propietarios, Ismael Carro y Nacho Olabe, son buenos amigos de Juan, que nos cuenta cómo llego su campeona a sus manos: «Yo conocía a los dos perros y tuve la suerte de verlos cazar, sobre todo cacé varias veces con Ucla, la mejor perra que he visto tras las becadas. Cuando ambos propietarios deciden hacer ese cruce, Nacho ya tenía decidido que me iba a regalar a Eltxar. Además, la línea de Ken, perro de Javier Urribarrena, me encanta, con ejemplares como Mago de Sosobal de Pablo Fernández, Ucla o Roma de Sosobal, ambas de Nacho Olabe, o Lida del Castriello, de José A. Pérez Garrido, todos de esa línea y magníficos ejemplares».

Con esa carta de presentación, era inevitable que la perra acabara compitiendo. Juan nos cuenta cómo empezó todo: «La perra llega a la competición a través de Pablo Fernández Iglesias, uno de los mejores conductores actuales y un gran amigo. Estando mi padre muy enfermo y quedando aún un mes para que se cerrara la veda, me aconseja llevarla a Francia con Kuba Barahona para que tenga la opción de seguir viendo caza, ya que Eltxar aún no tenía un año. Es él, quien la lleva hasta San Sebastián. Fue Kuba quien percibió las cualidades de Eltxar y quien me animó a competir con ella. También conté siempre con el apoyo de Nacho Olabe, su criador».

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Pero, ¿cuáles fueron esas cualidades que observaron a una edad tan temprana? Su propietario nos responde: «La mejor cualidad de Eltxar es su inteligencia. Cazando es una perra muy rápida, con una nariz excelente y que nunca pierde el contacto con su conductor. Todo esto la convierte en una setter con un sentido excepcional para encontrar la caza».

Teniendo tanto éxito, preguntamos a Juan qué necesita un setter inglés para convertirse en campeón. «Si con el término campeón te refieres que el perro gane trofeos, necesitas un perro cazador, un perro que sepa cómo y dónde encontrar la caza, es decir, un perro muy inteligente. Si, además, es rápido sobre el terreno y con una nariz acorde a esa velocidad, aún mejor. Luego, por supuesto, tiene que ser un perro que cumpla el estándar de su raza. Pero para mí Eltxar no es más campeona que ningún perro de cualquier cazador que esté encantado con su perro de caza».

La perra fue retirada de la competición con apenas cuatro años y medio. Ahora tiene seis y caza cada año junto a su propietario, que se enorgullece de disfrutar cada vez más cazando junto a ella. Cuando le preguntamos qué aportan los perros de competición a la caza y viceversa, Juan defiende que «el setter es un perro de caza. Eltxar es una perra de caza que ha valido para la competición, no al revés. La selección correcta debe ser esa. El setter es un perro de caza. Los mejores ejemplares, si sus dueños lo quieren así, son los que compiten, y los que no quieren competir los disfrutan cazando o saliendo al monte con ellos, que tampoco es imprescindible matar para pasarlo bien. En el monte es donde perros y dueños disfrutan juntos. No quería despedirme sin dar las gracias a todos los amigos que me apoyaron y ayudaron esos tres años en los que Eltxar compitió, en especial a David Rubio y a los ya nombrados».

Iván López e Irgo do Fontelo

«Irgo aúna todas las cualidades que debe tener un buen perro de concurso»

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El mejor perro en Búsqueda de Caza del año 2017 fue Irgo. Su propietario nos habla de este gran setter: «Mi historia con esta raza empieza en el año 1993 y se podría decir que es una historia de amor, de amor y fidelidad, ya que nunca he tenido perros de otra raza. Vengo de una familia con gran tradición de caza con perros de rastro. Con diez o doce años acompañaba a mi padre, siempre con sus beagles, pero cuando vi por primera vez un setter supe que yo quería cazar con aquella raza. ¿El motivo? La belleza, y no la belleza física que también, sino la belleza con la que realizaba cada acción, el galope, la guía.

»Así que ese año, y ante mi insistencia, mi padre me regala una setter blanca y negra de poco menos de un año. Por aquel entonces aun había bastantes perdices salvajes y con el tiempo libre propio de un niño de trece años no me costó conseguir convertirla en un gran auxiliar en la caza. Tres años después, siempre con la inquietud de conseguir un perro superior y a partir de esa perra, empieza mi humilde experiencia en la cría. Desde esa perra llamada Linda hasta Irgo han pasado por casa muchos ejemplares, pero siempre de la misma raza.

Palmarés

  • Campeón Internacional de Trabajo
  • Campeón de España de Primavera
  • Ganador Top Ten BC Setter Club España 2017
  • Trialer de Primavera
  • Trialer de Caza Práctica
  • Ganador del Campeonato de España de Caza Práctica
  • CACT y diversos Excelentes en Clásica de Codorniz

A la hora de criar, Iván, más que por líneas específicas, ha optado por ejemplares con ciertos caracteres. Como él los define: «Los que definen a la raza. Empecé a seleccionar hembras muy cazadoras, pero que a su vez fueran dignas representantes de la raza, nunca dejando de lado el estilo a la hora de criar, la esencia de la raza.

»Irgo nace del cruce entre Gibeltarik Chester, digno representante de la línea Arno, y Manyara da Xeara, trialer de becadas y en la cual confluyen dos grandes genealogías: Dianella por parte de padre y Radentis (España) por parte de madre.

»En este aspecto me parecería injusto atribuirme todo el mérito de la cría de Irgo, ya que me he aprovechado del trabajo que otros criadores han hecho para mantener el setter al gran nivel que tiene hoy. Galicia es tierra de grandes cinófilos y gracias a ellos nosotros podemos utilizar ese legado genético para seguir mejorando la raza».

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Iván, cuéntanos los inicios de Irgo.

Nace en mayo de 2012, en una camada de 9 cachorros que se cría sin dificultades y se sociabiliza de forma extraordinaria con la ayuda de mis dos sobrinas. Con 5 meses los llevo por primera vez al campo a unos pastizales cercanos para simplemente verlos correr.

Desde el primer momento que se baja de la furgoneta y mientras sus hermanos todavía se desperezan y se ubican, Irgo empieza a perseguir todos los pajarillos que se levantan a su paso, galopando, para mi asombro, con mucha fluidez, sin esfuerzo. Empieza, a su manera, a cazar desde ese día.

Con 7 meses lo saco a becadas acompañando a los adultos y ya ese año hace algún patrón y muerde alguna becada. Su galope, a medida que madura, se sigue refinando. Pero es su segunda temporada de caza, con 17 meses, cuando se destapa como lo que es hoy, un gran perro de caza, siempre concentrado y «setter» en todas sus acciones.

¿Es ahí cuando decides empezar a competir con él.

Sí, creo firmemente en la competición como método de selección, a pesar de no ser el único, lo considero el más fiable para la elección de reproductores. Con 2 años lo presento al Promesas Setter, en Galicia, y fue seleccionado, junto con su hermano Inferno, para la Final Nacional.

Ese mismo año, después de los comentarios positivos e ilusionantes de varios amigos y grandes conocedores de la raza, decido ponerlo en manos de Francisco Gómez para iniciar su adiestramiento de cara a los concursos de Primavera. Paco se encarga, de forma magistral, de adiestrar a Irgo manteniendo intacta la naturaleza cazadora del perro.

¿Cuáles fueron esas cualidades que le han hecho destacar?

Irgo aúna todas las cualidades que debe tener un buen perro de concurso. Es muy encontrador. De 65 presentaciones en concurso termina 32 de ellas en la Clasificacion en diferentes países y con diferentes especies. Sus cualidades estilísticas, confirmadas por los resultados obtenidos, incluyendo la guinda de un CAC en Clásicas. También destaca por ser un perro dominante y competitivo con otros perros.

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¿Qué cualidades debe aportar el perro de competición a la caza?

El perro de competición es un perro de caza, pero con unos medios tanto físicos como mentales por encima de la media. Cuando un cazador se decide por una raza, lo hace por su forma de cazar, o sea, por su estilo. La cinofilia tiene el deber de cuidar, seleccionar y premiar a los mejores ejemplares, a los que mejor representan a la raza para luego ser utilizados en la reproducción y así seguir teniendo, a lo largo de los años, buenos perros de caza y, a su vez, buenos representantes de la raza.

A día de hoy, ¿sigues cazando con él?

Sí. Aun estando en competición, cuando el perro estaba en casa seguía cazando con él. Eso sí, cuidando un poco la duración de las jornadas para que no perdiera la brillantez ni estropear el adiestramiento. Ahora que ya está retirado lo disfrutaremos de nuevo como cuando era joven, en los mismos bosques y con la misma especie.

¿Has continuado con su genealogía?

Sí, desde hace tres años lo utilizo en reproducción. En la caza ya disfruto de varios ejemplares de buena calidad y que reflejan algunos caracteres heredados de su padre. Aun así, sería un poco frívolo a día de hoy hablar de un perro tan joven como reproductor. Creo que su mejor producto ha nacido de su camada con la trialer Frouma do Fontelo. Se trata de perros de menos de un año con los cuales estoy muy ilusionado y confío en que serán grandes representantes de su raza.

Para finalizar, me gustaría agradecer una vez más el trabajo de Paco Gómez, la colaboración inestimable de Arion, especialmente de Suso y Milo, apoyando todos nuestros proyectos desde hace años, a La Nuova Regina a través de Fernando y a mi pareja, mi familia y mis amigos, ya que cada minuto que dedico a mi pasión es tiempo que les he robado a ellos.

José Miguel Flores y Dendaberri Obama

«Obama es el perro más inteligente que he tenido»

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Desde niño, la caza ha apasionado a José Miguel, el orgulloso criador y propietario de Obama. De la raza, le atrajo lo cariñosos que son los setters en casa y lo apasionados que son en el bosque como cazadores. Enamorarse de ella, cazar y criarla en exclusividad fue decisión fácil.

Palmarés

  • Campeón de Europa Becadas 2014
  • Campeón de Europa Becadas 2015
  • Campeón de Europa Montaña 2016
  • Ganador Campana de Plata Becadas Francia 2016-Clochette Argent (único perro no francés en conseguirlo en toda la historia)
  • Ganador Trofeo Pluma del Pintor (Becadas) desde 2014 a 2017
  • Campeón Internacional de Trabajo

¿Cuáles son las líneas de las que procede Obama?

Dendaberri Obama es un concentrado de un gran reproductor italiano llamado Arno, una línea de sangre de indudable valía que si debo destacar alguna de sus virtudes más sobresalientes es la facilidad para encontrar la caza y como tratarla.

¿En qué cualidades destacó desde joven?

Desde pequeño fue un ejemplar especial. Obama es el perro más inteligente que he tenido en mi vida, y he tenido muchos. Después de una temporada de caza y ser testigo de su pasión por la caza, su capacidad de encontrar caza y su brillantez, decidí dedicarlo a la competición para que lo que hacía con tanta facilidad lo demostrase también ante otros ejemplares de alto nivel.

Qué necesita un setter inglés para convertirse en campeón?

Brillantez, reducido a la mínima expresión. Eso es lo que diferencia a un campeón. Siempre digo que es la mayor virtud de Obama, hacer fácil lo difícil.

Tendrás cientos de vivencias junto al perro. Por favor, cuéntanos alguna que te haya marcado especialmente.

Podría contar muchas pero la más conocida, porque la pudieron ver más de cien personas, fue en Los Alpes, en 2016. Una acción de caza que rozó la perfección en un derroche de fuerza e inteligencia. En un momento del final de su turno, rompió con todo lo establecido y fue a encontrar caza al único lugar en la que esta se podría encontrar. Para ello, se dirigió a un punto a más 500 metros sin dejar lugar a dudas que solo le interesaba explorar aquel punto, porque entendía que allí se refugiaría la caza. Y, efectivamente, la encontró y la bloqueó a apenas un metro de distancia. Todo el que pudo presenciarlo quedó boquiabierto y le valió para ganar el Campeonato de Europa. No lo olvidaré nunca.

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A día de hoy sigues cazando con él?

Sí. Ante todo, Obama es un perro de caza. A decir verdad, es mi mejor perro de caza y maestro de otros jóvenes. Para él siempre hay becadas en el bosque. Como dice Luis, mi compañero de caza, parece que el perro las siembra por la mañana porque no es normal con la facilidad que después las encuentra.

¿Has continuado con su genealogía? ¿Algún descendiente que debamos destacar?

La vigente Campeona de Europa de Becadas, Dendaberri Santa, es hija suya, y tengo ahora entre manos varios hijos con diferentes hembras que me aseguran que estamos ante un óptimo reproductor. Lo más extraordinario es que cumple con el fin para lo que es proclamado Campeón Internacional, que es ser utilizado en la reproducción para dotar al cazador base de excelentes perros de caza. La competición con caza salvaje no tiene otro fin que enfrentar a los mejores perros de caza, cada uno en su estilo de raza, para seleccionar a los más brillantes y estos ser utilizados en la reproducción para así proveer al cazador.

Fernando Moro y el setter inglés

Hemos querido dejar para el final una colaboración muy especial. Se trata de las palabras de alguien que ha vivido siempre unido al setter inglés y a la caza: Fernando Moro. Es juez internacional de disciplinas superiores de perros de caza, cazador con una experiencia interminable, además de criador. Costaría mucho encontrar a alguien con más autoridad para hablarnos tanto de la raza como de su dedicación a concursos y a la caza real. Os dejamos con sus palabras.

***

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Me gustaría comenzar tratando el tema de los concursos. En primer lugar, permitirme que siempre hable de concursos y no de competición, ya que, en mi opinión, estos eventos sirven para poner en juego una mención (muy bueno, excelente CAC o CACIT) que indica la calidad de los perros que participan. Como cualquier tipo de pruebas o exposiciones, ya sea de animales o vegetales, lo que se busca es elegir los ejemplares más idóneos para la reproducción que redunde en la mejora del objeto de la muestra, sea carne, vegetales o plantas. En este caso, la perfección en el trabajo para lo que fue creado el setter, es decir, para la caza.

Historia de los concursos para perros de caza

Los fields-Trials comenzaron en Inglaterra, se comenta que incluso Laverak, antes de su muerte en 1877, ya había ganado dos concursos. Esto queda muy por debajo de los conquistados por Lewllin (fallecido en 1925), con animales más pequeños, constantes y extraordinariamente cazadores.

Desde Inglaterra, los concursos se trasladaron a Europa (nos vamos a olvidar de otros continentes), en los que tuvieron gran aceptación, los cuales fueron asumidos tanto en belleza como en trabajo, con sus respectivos reglamentos, por la FCI, por cierto, fundada en mayo de 1911 y siendo los países que la crearon, Alemania, Bélgica, Francia y Holanda. En cambio, los estándares de morfología siempre están establecidos por los países de orígenes de los perros que se trate. Es decir que el estándar de Belleza del setter depende de Inglaterra, pero los reglamentos de concursos, ya sea de belleza o trabajo, dependen de la FCI.

Los jueces de trabajo

Resulta primordial que los jueces de pruebas de trabajo de perros de muestra tengan la condición de cazadores, y después conductores en pruebas de trabajo, amén de conocer los reglamentos. Digo esto porque un cazador que se precie sabe si un perro en el campo está trabajando o paseando. Desde la perspectiva del cazador sabrá valorar la calidad del perro que tiene delante y, además, como antiguo conductor debe estimar las dificultades existentes en el momento a las que se enfrenta el perro al que está juzgando. Por otra parte, opino que ni los profesionales en ejercicio ni particulares con perros en concursos se les debía permitir ser jueces en las pruebas.

Setter Inglés

 

Los consursos en España

Dicho esto, y aunque luego comentemos lo que fueron en su momento las competiciones de trabajo en Europa, en principio creo que el origen en España lo encontramos en las pruebas de campa (las grandes olvidadas). Fijaos si fueron importantes que no había festejo en todo pueblo importante que en su programa no incluyera un concurso de cazadores.

En los años 80 del siglo pasado, en los concursos ya se podían ver setters de origen francés con propietarios gallegos, y en el País Vasco comenzaron a aparecer los de origen italiano, con la excepción de uno con raíz inglesa: Renzo de Upwrwod, de Pepín Gómez.

Se comenzó posteriormente con las pruebas de primavera en Francia, sobre todo con el conductor Condado, y es cuando empezaron a popularizar los concursos de gran busca con los adiestradores del momento: Botto, Baldoni, Franchini, Grasso, Poideven, Rovini…

En ese momento en Europa convivían dos tendencias: la francesa, con más adiestramiento, recorridos más restringidos (nunca cortos), y la italiana, más imaginativa, pero con menos control sobre los perros. Eso se trasladaba a las directivas de ambas representaciones con un enfrentamiento entre franceses e italianos partidarios de su forma de conducir.

En España, Maza tardó tres años en conseguir poder hacer pruebas de gran busca en las reuniones del Comité Europeo, que decidía dónde se podían realizar las pruebas. El escollo estaba en que opinaban que las perdices rojas eran imposibles de poner por los perros. En aquellos momentos solo había dos adiestradores que entrenaban en Andalucía, por una parte, Condado, que lo hacía en Herrera, mientras los Teuliers entrenaban en Posadas.

La primera prueba la realizó el Pointer Club con la inestimable ayuda de Pepe Haro. Posteriormente vino la Semana de Andalucía. Recuerdo que en la primera edición los franceses y los italianos llegaron con solo una semana para entrenar, y obtuvieron muy pocos resultados debido a la falta de aclimatación a la caza y al terreo.

La admiración por el setter inglés

La cantidad de aficionados que ha presenciado estos concursos, a mi entender, es lo que ha ocasionado la admiración que disfruta este tipo de perros. Tanto es así que entre los años 1990 y 1995 las inscripciones pasaron de aproximadamente 1.000 a alcanzar la cifra de 2.400.

Cuando comencé a juzgar este tipo de pruebas en los años 80 los pointers, como norma general, se llevaban las mejores calificaciones pero, posteriormente, la calidad de los setters fue igualando la partida y en la actualidad creo la ha superado.

Todo esto nos lleva a la conclusión de que los concursos de perros de muestra, y en particular la gran busca, se convierten en la razón por la que gran cantidad de los perros actuales cuentan en su pedigrí con nombres de perros de esos orígenes.

Setter Inglés

 

Un carácter fuerte y afable

El setter inglés es un perro de carácter afable y tranquilo, poco dado a ocasionar problemas con otros canes y muy cariñoso con la familia. Esta forma de ser requiere una educación nada brusca, extremo que a veces es difícil llevar a cabo debido que, al tratarse de un perro de raza británica, en el campo es un perro fuerte, temperamental y con grandes recorridos. Y esto, para cierto tipo de caza, como la de la perdiz, por ejemplo, nos puede ocasionar más de un problema. Pero se trata de un problema remediable con un correcto aprendizaje que, unido a su extraordinaria nariz, nos permitirá deleitarnos con excelentes jornadas de caza.

No hay que confundir ese carácter afable con timidez. A lo que nos referimos es que no destacan por ser perros de carácter fuerte y dominantes, sino que, por su forma de ser, estar pendiente de su dueño y ser sumisos, tienen muy inculcado el sentido de la jerarquía. Por ello, cualquier acción de carácter fuerte sobre ellos suele tener efectos negativos y cuesta posteriormente bastante tiempo volver a reestablecer la confianza entre dueño y perro.

Evolución y caza

Coincidiréis conmigo en que un espectáculo ver un setter inglés mientras caza. Cazando no es perro de recorridos rectilíneos, sino zigzagueantes. Y cuanto toma una emanación, esa intensidad en la guía, llegar a la pieza aplastándose como un felino hasta bloquearla, todo apoyado en una de sus virtudes: la notable potencia olfativa.

El setter, donde demuestra su especialidad es en la caza de pluma, ya que, ante la codorniz, la perdiz y, sobre todo, ante la becada, se desenvuelve a la perfección, debido a su potente nariz, grandes recorridos, resistencia e inteligencia, lo que unido, a su forma peculiar de caza nos dará unas jornadas excelentes

Uno de los rasgos en los que debe sobresalir cualquier setter es hacer gala de una tremenda afición. Lo lleva en sus genes. El setter, desde su origen, siempre fue un perro de caza seleccionado precisamente para eso. Es cazador en cualquier tipo de terreno, ya sean humedales, planicies, montaña o bosque. Es en este biotipo dificultoso donde demuestra todas sus cualidades, ya que no se arredra ante matorrales o espinos en la búsqueda de una de sus piezas preferidas: la becada. Esa elasticidad de la que hace gala es la que le permite, con un menos esfuerzo que otras razas, aguantar jornadas en pendientes extremas y abruptas. En este tipo de caza prima el trabajo del ayudante canino, aunque, si lo pensamos bien, en la caza de la sorda, el cazador es el ayudante, dado que lo único que debe hacer es rematar la labor excelente del setter.

Setter Inglés

 

Becadas ayer y hoy

La manera de cazar la becada ha ido evolucionando en los últimos años. Si comparamos cuando empecé, hace aproximadamente 50 años, con la actualidad, encontramos un abismo. Entonces necesitabas un contacto continuado y casi visual con el perro, ya que dependías del campano y, si el animal se alejaba un poco, estabas perdido. Bien es cierto que en aquellos tiempos existían cazadores (una mayoría) que sabían interpretar, por el sonido del badajo, cual era la situación en la que se encontraba nuestro compañero: si estaba cogiendo emanación, en guía, su nerviosismo… Hoy en día, primero con el BIP y posteriormente con el GPS se ha perdido ese encanto.

Entonces los perros normalmente no solían tener pedigrí. Se trataba de canes polivalentes que se utilizaban para todo tipo de caza. Hoy se tiende a que los setters sean verdaderos especialistas. La palabra para describir la situación actual es que los perros actuales son verdaderos «profesionales» de la becada. Se les entrena más, incluso con adiestradores que les llevan a países donde existe más cantidad de becadas en épocas diferentes a las de aquí, o bien con muchos días y buenos cazaderos.

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