Así ‘coló’ un investigador del CSIC un ataque a la caza en un congreso de ciencia cinegética

El IREC denuncia que el póster anti-caza fue una maniobra malintencionada de su autor. «Nos la han colado», reconocen tanto el director del Instituto, Rafael Mateo, como Christian Gortázar, del claustro científico de la entidad.


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Nos explican cómo cambió el documento de presentación del proyecto, que no se parece en nada al póster final, que tachan de «panfleto». Desde Artemisan, principal entidad atacada en esta presentación, nos confirman que trabajan para que se tomen medidas contra el autor.

La historia de un ataque interesado contra la caza

Desde Club de Caza hemos querido conocer la historia detrás de uno de los trabajos menos científicos que hemos conocido y que ha sido incluido en el I Congreso Ibérico de Ciencia Aplicada a los Recursos Cinegéticos (CICARC), celebrado a principios de julio en Ciudad Real.

Este Congreso nacía como «plataforma de difusión de la información científica más actualizada realizada en la Península Ibérica». Atendiendo a esto, la primera pregunta que hemos planteado a los responsables del IREC con los que hemos hablado era obligada.

Nuestra primera pregunta ha sido la siguiente:

—Si el objetivo del Congreso es difundir información científica, ¿definirían este póster como un trabajo científico?

La respuesta ha sido la misma, tanto por parte de Christian Gortázar, como por la de Rafael Mateo: un rotundo «no».

El detonante de una situación tensa

Y este póster llega en un momento en el que la polémica y el enfrentamiento ha alejado las posturas de federaciones autonómicas de caza, junto a la Fundación Artemisan y a la RFEC, con respecto a las del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos.

Así ‘coló’ un investigador del CSIC un ataque a la caza en un congreso de ciencia cinegética

Christian Gortázar

Gortázar nos explica la postura oficial del IREC: «Creo que no se termina de entender el papel del IREC en el mundo de la caza. Somos un centro de investigación. Cumplimos una misión en la sociedad que nunca estará sesgada hacia una parte de esa sociedad. Nuestra misión es la preservación de la caza como recurso natural sostenible por los recursos que conlleva para la conservación, la economía, el medio rural, incluso para la cultura. Y trabajamos lo más objetiva y técnicamente posible. Y esto lo tenemos que presentar de una manera científica y contrastada».

Un trabajo que no es científico en un marco que obligaba a serlo

Ante esta afirmación, no podemos más que saltar como un resorte y centrarnos en el propio póster:

—Pero señor Gortázar, si el objetivo del IREC es realizar investigaciones de manera objetiva y científica, totalmente imparciales, el póster en cuestión rompe absolutamente todo esto, porque en ese póster no hay absolutamente nada contrastado de manera científica…

¿Qué base científica puede haber en la acusación de que los cazadores matan a sus perros? ¿O que son los causantes de accidentes de tráfico o de daños agrícolas? ¿O de lo que representa un ataque directo a la Fundación Artemisan? ¿O de realizar «disparos incontrolados y envenenamientos?».

Su respuesta es definitiva: «Efectivamente, ninguna base científica, pero no solo esto, en ese mismo póster el autor vierte una serie de críticas contra el IREC, acusándonos a sus propios compañeros de tener motivaciones ocultas e intereses en empresas del sector, de ser unos vendidos al lobby cinegético…».

Gortázar nos reconoce que está muy enfadado y haber tenido enfrentamientos anteriores con su autor.

Así le coló Aparicio al IREC un póster anticaza

«Si ves el abstract (el documento resumen que describe el trabajo supuestamente científico que se iba a presentar), no tiene nada que ver con el resultado finalmente presentado», nos apunta Gortázar.

«En él no se insinuaban las acusaciones y la basura que ha incluido en ese poster, como la imagen de la película Los Santos Inocentes, acusar a los compañeros de tener intereses ocultos y todas las demás acusaciones que vierte en él».

Rafael Mateo, director del IREC, nos aclara cuál es el procedimiento a la hora de recibir y aprobar trabajos para el Congreso.

Así ‘coló’ un investigador del CSIC un ataque a la caza en un congreso de ciencia cinegética

Rafael Mateo

«El solicitante envía un impreso con un resumen del trabajo que quiere presentar y en qué formato. Puede ser una presentación oral o, como en este caso, en formato póster. Tras analizarlo, la comisión científica del congreso decide si lo acepta. En este caso se envió un resumen que, aparentemente, plantea una serie de cuestiones que no suponían ataque de ningún tipo».

Ante este proceso, preguntamos al director del IREC si, cuando reciben el trabajo, no se lleva a cabo un análisis del mismo. Y no, no se lleva a cabo ninguna revisión antes de publicarlo.

Cuando le pedimos a Gortázar el documento inicial en cuestión, no tiene ningún problema en enviárnoslo. Pasemos a analizar ese resumen enviado por José Miguel Aparicio a la dirección del Congreso y a compararlo con el trabajo finalmente expuesto al público:

Resumen enviado a la dirección del congreso por Aparicio

Palabras clave:

Actividad cinegética, conflictos sociales, socieconomía, viabilidad ambiental.

Bajo el concepto de sostenibilidad, se intenta armonizar los intereses económicos, sociales y ambientales en el desarrollo de numerosos proyectos y actividades humanas, incluyendo la actividad cinegética.

Semejante armonización resulta frecuentemente complicada por varias razones:

1. La entrada en conflicto de proyectos/actividades que compiten por los mismos recursos

2. La necesidad de un sistema de decisión que requiere una moneda de cambio común para todas las partes de naturaleza heterogénea que participan (economía, sociedad y medio ambiente)

3. Y, además, las diferentes escalas temporales en las que fluctúan esos tres factores dificulta el acuerdo y, sobre todo, la estabilidad a medio plazo o largo plazo de cualquier consenso.

Dado que este escenario es proclive a la incertidumbre, la información veraz juega un papel esencial en la toma de decisiones; sin embargo, en su contra pueden jugar los diferentes actores que defienden cada uno de los intereses en liza.

Estos, frecuentemente, ensalzan los beneficios y omiten o, al menos, minimizan los costes de su actividad o motivo, con motivo de ganar peso en la resolución del conflicto.

En este marco.

-Evaluamos los posibles beneficios y costes de la caza.

-Profundizamos en el análisis de la información existente sobre el impacto económico de la actividad cinegética.

-Señalamos los principales problemas para la obtención de información e identificamos los escollos habituales en estudios realizados a través de cuestionarios, tales como sesgos en los muestreos, cuestiones inapropiadas, intencionalidad, etc.

Analizamos cómo repercute cada uno de esos defectos de diseño en los resultados estadísticos y en las conclusiones de los informes.

Finalmente, proponemos nuevas vías de obtención de información, así como de análisis y resolución de conflictos.

Nada que ver con la manipulación incluida en el póster

Como podemos comprobar, este abstract no incluye ninguna de las acusaciones que se incluyen en el póster final. Invitamos a nuestros lectores a encontrar alguna referencia a las acusaciones y manipulaciones que finalmente fueron expuestas en el póster y que ya hemos destacado.

Conozcamos este póster

El autor es José Miguel Aparicio Munera. Desde el IREC nos confirman que su cargo depende directamente del CSIC, puesto que el IREC es un estamento mixto. Este investigador forma parte del grupo Biodiversidad Genética y Cultural del CSIC, no de la Universidad de Castilla-La Mancha ni de la JCCM. Pero comencemos por el principio, el título de este póster.

La importancia de la información científica en un contexto de sostenibilidad: el conflicto de la caza como caso de estudio.

Al leerlo, esperamos encontrar información contrastada de manera científica, datos resultantes de publicaciones disentidas…

En cambio, encontramos una referencia a la película Los Santos Inocentes, de Mario Camus, o un total de once fotografías, entre las que destacan una radiografía de un ave que, supuestamente, ha sido disparada, una rapaz supuestamente envenenada, otra atrapada en un vallado, supuestamente cinegético, un galgo muerto… Y todo bajo el título: «Conflictos que genera la caza».

Artemisan aclara estos ataques

Este ataque a la caza no cuenta con ningún tipo de referencia a estudios científicos pero, en cambio, el autor se permite el lujo de tildar como «pseudociencia» una verdadera investigación llevada a cabo por Deloitte para Fundación Artemisan. Hablamos del informe Impacto Económico y Social de la Caza en España

Hemos hablado con su director general, Luis Fernando Villanueva, quien nos ha confirmado que su malestar ante tal ataque está concentrado en su autor, no en el IREC o el CSIC, pero reconoce que «algo falla en la estructura cuando en organismos de la importancia de estos se permite tener gente que no hace ciencia, sino utilizarlos como instrumento para publicitar su animadversión personal en contra de la actividad cinegética».

Villanueva coincide con el director del IREC en catalogar el contenido del poster de «falsedades» y «manipulaciones».

«Como esta persona depende directamente del CSIC, lo que haremos es trabajar para llegar a la dirección del organismo y pedir responsabilidades, confirma el máximo responsable de Fundación Artemisan».

Ataque contra el estudio elaborado por Deloitte:

¿Qué puede esconderse detrás de un ataque tan directo? Esta pregunta la responde Villanueva: «Lo que hay es un ataque contra una fundación que nace con el objetivo de defender la caza de una manera razonada, técnica y científica. Esta persona quiere desprestigiar este trabajo.

»Pero se critican los datos del Estudio porque son unos datos tan contundentes en cuanto a empleo, medio ambiente, sostenibilidad… en favor del sector y de la actividad cinegética y que han tenido una repercusión tan importante en los medios de comunicación, que esta persona, desde su posición anti caza ha intentado desprestigiar.

»Lo realmente grave es que esta persona ha utilizado su cargo como investigador para atacar a la caza en un congreso científico. Estas acciones deben tener consecuencias, y esta persona no debe tener la opción de volver a manipular de esta manera amprándose en su puesto en el CSIC».

Algo positivo en todo esto

Para terminar, Villanueva nos comenta la parte positiva que advierte en todo esto: «Esto ha servido para, primero, desacreditar a esta persona, que ha presentado un trabajo nada científico y, segundo, para acercar posturas con el IREC a la hora de comprender las necesidades de la caza en la actualidad y poder adecuar sus investigaciones a estas necesidades».

¿Puede Aparicio seguir atacando a la caza aprovechándose de su cargo?

Tras hablar con Gortázar y con Mateo, concluimos que el IREC ha sido utilizado por alguien que ha pretendido y, en cierta manera, ha conseguido atacar a la caza, puesto que ha hecho públicos contenidos anti caza con ninguna base científica, al contrario, echando mano de postulados manidos y recurrentemente utilizados por los más radicales en ataques contra el sector cinegético.

Aparicio no debe seguir representando entidades científicas. Así se lo hacemos saber, desde Club de Caza, al director del IREC y a Gortázar: «Alguien que hace público un trabajo que no es científico, sino basado en generalidades sin fundamento en la investigación, que lo hace bajo el nombre del IREC y trabajando para el CSIC, entidades que no debería seguir trabajando para unas entidades que llevan en sus nombres las palabras ‘investigación’ y ‘científicas’».

Desde el IREC nos confirman que se puede hacer poco en este sentido, pero si se hiciera piña desde el sector cinegético con una carta dirigida a la dirección del CSIC pidiendo que se aparte a este elemento, nos sorprendería cuántos trabajadores del IREC la apoyarían firmándola.

Gortázar nos dice que espera «que se puedan tomar medidas contra el autor de este póster, que no representa en absoluto el sentir de la mayoría de los que trabajamos en el IREC».

De hecho, en Club de Caza hemos conocido que se ha hecho llegar a la dirección del CISC el malestar de todos los agentes incluidos y se ha pedido que se aleje a este investigador.

Aparicio no ha querido responder a nuestras preguntas

Nos hemos puesto en contacto con el autor del póster, José Miguel Aparicio, para plantearle unas preguntas relacionadas con su trabajo. Queríamos que nos confirmase su postura personal ante la actividad cinegética, que compartiera con nosotros de dónde ha sacado las acusaciones que vierte en el diseño del póster y pedirle, entre otras cosas, que compartiera con nosotros todo esto.

Pero no ha sido posible. En respuesta a nuestra petición de una entrevista, nos emplazó a volver a intentarlo en el mes de septiembre.

Aparicio debe ser un investigador muy ocupado para no poder coger el teléfono en dos meses o, como nos ha confirmado personal del IREC, para defender la exposición de su póster en CICARC: «Cuando alguien expone un póster, acostumbra a estar presente durante la exposición, porque de esta manera responde a dudas de los asistentes».

Pero Aparicio no hizo acto de presencia para defender su trabajo.

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