Recarga de cartuchería I

Iniciamos con este una serie de artículos sobre la recarga de cartuchería metálica, una actividad que en España está en auge porque, entre otras razones, permite fabricar cartuchos más eficaces que los comerciales. En esta primera parte tratamos los requisitos que tenemos que cumplir para poder recargar, su utilidad y el equipo básico que se necesita. Y en los siguientes capítulos, utilizando siempre accesorios RCBS, describiremos paso a paso cómo se manipula y recarga una vaina hasta convertirla en una munición de altas prestaciones.


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Recarga de cartuchería I

¿Y por qué RCBS y no accesorios de otra marca?, puedes preguntarte con razón. Pues porque, aunque son muchas las marcas que comercializan material de recarga y de hecho yo no solo uso material RCBS, considero por experiencia que la relación precio-calidad que tienen en general los productos norteamericanos RCBS son de lo mejor del mercado. La mayoría de sus accesorios se pueden utilizar tanto para iniciarse en la recarga como para, posteriormente, fabricar municiones más técnicas porque son muy precisos y duraderos, hasta el punto que tengo todavía en uso algunos que compré hace más de 30 años. Y, por tanto, considero que representan una inversión para quienes los elijan cuando empiezan porque les serán también de utilidad muchos años después.

Recarga de cartuchería I

Grasa y almohadilla para engrasar las vainas y cepillo para limpiar el interior del cuello. Se proporcionan con el kit RCBS Rock Chucker Supreme, entre otros

Dicho esto, lo primero que tiene que tener claro cualquier persona interesada en iniciarse en la recarga es que, aunque recargar no es en absoluto complicado, para hacerlo bien hay que ser ordenado, tener mucha paciencia y recargar sin prisas.

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Los residuos de combustión que quedan en el alojamiento del pistón se limpian con esta herramienta

Y lo segundo es que, para poder hacerlo legalmente en España, a diferencia de otros países, se necesita tener una autorización que expide la Guardia Civil después de que el interesado haya superado un curso de recarga porque sin la autorización no puedes adquirir pistones, pólvora ni tampoco la máquina —que debe estar homologada—. Es decir, no puedes comprar los componentes ni la herramienta principal que se necesitan para poder recargar, ni por supuesto hacerlo legalmente.

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El shell holder o amarra-vainas sirve para sujetar en la prensa la vaina que vamos a recargar

No obstante, superar el curso no es difícil y, aunque parezca increíble, el hecho de que se haya reglamentado la recarga, lejos de ser negativo, ha sido beneficioso para la actividad porque antes de que entrara en vigor el Real Decreto 563/2010 que la reguló, las armerías no estaban tan bien surtidas de pólvora, pistones y determinados accesorios como lo están actualmente. De hecho, los aficionados a la recarga hemos vivido épocas en las que el mercado estaba tan desabastecido que en vez de recargar nos dedicábamos a optimizar cartuchos comerciales, esto es, a desmontarlos rectificar todos sus componentes y volverlos a cargar con el fin de mejorarlos.

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Esta prensa monoestación la utilizaremos para recargar en los próximos capítulos: se proporciona sin la placa base con el kit RCBS Rock Chucker Supreme, pero se puede utilizar sin la placa y se puede comprar por separado

Por otro lado, superar el curso no debe desanimar a nadie. No es en absoluto difícil y te permite exponer y aclarar dudas y conocer a otras personas interesadas en el tema, por lo que te animo a que lo hagas. No es difícil porque te enseña cómo hacer una recarga básica con seguridad, que es algo tan sumamente fácil de aprender y de poner en práctica que hasta que se exigió hace unos años, todas las personas hemos recargado sin necesidad de hacer ningún curso y así se ha hecho y se sigue haciendo en el resto del mundo desde que se inventó la cartuchería metálica en el siglo XIX. ¿Y por qué se exige? No lo sé. Solo sé, porque lo hice en su día, que no es difícil y que me pareció entretenido.

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Después de recalibrar las vainas es necesario rectificar su longitud cortándolas con un trimmer. El que aparece en la foto es el RCBS Trim-Pro-2. La vaina se fija por el culote en un shell holder universal que lleva en un extremo y por la parte delantera se apoya en una cuchilla mediante una pieza que se llama pilot. Al girar la manivela recorta la vaina

Útil y didáctica

Efectivamente, la recarga de cartuchería metálica se practica en el mundo desde que se inventaron los primeros cartuchos. Durante muchos años se recargó básicamente por necesidad, bien porque la cartuchería recargada era más barata o bien porque vivías o viajabas por una región despoblada y no podías comprar munición cargada.

Hoy día ya no es así ni siquiera en España, puesto que se comercializan una variedad amplísima de marcas y modelos de municiones muy bien cargadas con todo tipo de proyectiles para caza o tiro y, sin embargo, no solo se sigue recargando sino que cada día se valora más esta actividad. Por tanto, cabe preguntarse ¿por qué muchos cazadores y tiradores de todo el mundo prefieren fabricarse sus propios cartuchos antes que comprarlos? Pues es, en general, por muchas las razones y además cada persona que recarga tiene la suya. A mí me gusta porque me entretiene, me relaja, me enseña y a medida que aprendo —porque no se termina de aprender nunca— me permite fabricar cartuchos que superan las prestaciones de los comerciales e incluso municiones hechas a la medida de mis necesidades cinegéticas o deportivas.

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Después de recortar la vaina hay que eliminar las rebabas y devolverle al cuello su forma. Esto se hace con esta pieza que se llama chafraneador o, coloquialmente, ‘desbarbador’

Lo que no significa que sean también más baratas que las comerciales, como muchas personas creen. Depende de qué tipo de recarga deseamos hacer, porque si lo que pretendemos es fabricarnos una cartuchería que supere las prestaciones de los cartuchos comerciales no lo podremos hacer con un equipo básico y además tendremos que usar, pólvora, proyectiles y vainas de muy buena calidad que encarecerán el coste de cada cartucho que hagamos. Por otro lado, tendremos que hacer muchas pruebas hasta conseguir la carga que deseamos, lo que también encarecerá el coste, por lo que si recargamos este tipo de munición con el propósito de ahorrar no merece la pena.

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La vaina se puede cebar utilizando el empistonador de la prensa o bien un útil manual ‘externo’

Otra cosa es que deseemos fabricar una munición para divertirnos pegando tiros o incluso para cazar o competir en ciertas modalidades de tiro en las que no es necesario utilizar cartuchos de altas prestaciones porque en estos casos sí podremos usar un equipo modesto y componentes más baratos y los cartuchos nos saldrán a un precio más económico. Así, por ejemplo, cagar una munición de caza que expanda muy bien a corta distancia, en batida o en una espera, no es caro porque se puede hacer con útiles y proyectiles convencionales más económicos que los que se usan para cazar a distancias extremas o para practicar tiro de precisión.

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Esta balanza, modelo M500, es la que se suministra con el kit Rock Chucker Supreme

Otra ventaja de la recarga que personalmente valoro mucho porque me gustan las armas y no es la primera vez que la utilizo, es que puedes comprarte un rifle de un calibre obsoleto o difícil de conseguir y hacerte sus cartuchos. Eso sí, antes de documentarlo es necesario comprobar que puedes conseguir los accesorios que necesitas, lo que puede ser difícil en España porque, aunque cada vez somos más las personas que recargamos y nuestras armerías están cada día que pasa mejor surtidas, no pueden competir en lo que se refiere a accesorios y componentes con las que hay en Europa —ni seguramente lo harán nunca debido a nuestra legislación—, no digamos en EE.UU., porque en estos países son más los aficionados que recargan. Así que animaos, que cuantos más seamos mejor nos irá.

De todos modos, la ventaja más interesante es que con la recarga se aprende sobre cartuchería y balística. Desde el primer momento que te pones a leer un manual de recarga o el temario del curso, aprendes nociones elementales y, si después orientas la afición hacia la obtención de municiones especializadas, a medida que mejoras los cartuchos que haces, comprendes cómo se produce un disparo y aprendes a calcular mejor sus efectos.

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Si decidís pesar las cargas, conseguiréis mejores resultados y ahorraréis tiempo ajustando las pesadas con la ayuda de un graneador como el RCBS de la foto

Herramientas necesarias

Una vez que estamos en posesión de la autorización administrativa que nos permite recargar, ya tenemos que saber qué accesorios tenemos que comprar porque lo habremos aprendido el curso. Pero como este artículo está pensado para las personas que quieren iniciarse y, por tanto, aún no conocen qué necesitan para recargar un cartucho metálico de rifle, reseñamos a continuación los accesorios que como mínimo hay que comprar para poder recargar un buen cartucho, no sin antes volver a recordar que, aunque en las fotos solo aparezcan accesorios RCBS, los fabrican otras marcas. Y también que seguramente os van a parecer que son muchos y en verdad no son pocos los útiles que hay que utilizar, pero la mayoría de las herramientas son muy baratas y pequeñas, por lo que no ocupan mucho espacio ni es necesario desembolsar mucho dinero para adquirir un equipo básico.

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Una vez pesada la carga de pólvora se introduce en la vaina con la ayuda de un embudo universal de carga. Se ajusta al cuello de las vainas de prácticamente todos los calibres

Lo primero que hay que hacer es preparar las vainas para empistonarlas. Y para ello necesitaremos utilizar:

  • Grasa para vainas y una bandeja para engrasarlas, lo que se hace antes de recalibrarlas.
  • Un die que las desempistone y recalibre, que se coloca en la máquina o prensa de recarga.
  • Un escariador para limpiar el oído o alojamiento del pistón y otro útil para limpiar el interior del cuello —si la vaina es usada—.
  • Si no se utilizan vainas nuevas, un útil para recortarlas —trimmer— con el fin de devolverles su longitud original, porque cuando se recalibran se estiran, así como un chafranedor que sirve para quitarles las rebabas que quedan en la boca después de cortarla y acondicionar el cuello.
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Si no queremos dosificar la pólvora, tedremos que utilizar un dosificador de muy buena calidad, como éste que se entrega con el kit Rock Chucker Supreme y está diseñado para colocarlo en la prensa

A continuación, se ceban, es decir se les pone pistón o empistonan y para eso se puede utilizar:

– El empistonador que normalmente se suministra con la máquina o bien uno especial para este fin que se compra a parte. Se comercializan varios tipos y os recomiendo que compréis uno porque son más cómodos y, más importante aún, introducen el pistón en su alojamiento —oído— con una presión más regular que los que se proporcionan actualmente con las máquinas. Y como veremos en otros capítulos, si los componentes de un cartucho no son regulares en peso, en volumen, en el caso de las vainas, o no lo es la presión de engarce del pistón y del proyectil, no es posible fabricar una munición precisa.

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Los cartuchos que tienen vainas agotelladas, como el .300 Win. Mag., se recargan utilizado 2 dies

Luego se cargan con pólvora, una vez que conoces el peso de la carga, lo que se puede hacer:

– Utilizando un dosificador o bien pesando las cargas con una balanza e introduciéndola en la vaina con la ayuda de un embudo. Para conseguir una alta precisión es necesario pesarlas por lo que acabamos de exponer sobre la regularidad. Y, cuando se pesan las cargas, es muy útil usar además otro accesorio que se llama graneador porque puede depositar sobre el platillo de la balanza la pólvora grano a grano y facilita el ajuste de la pesada.

El peso de la carga la proporciona, como un valor mínimo y máximo y referida a un peso y tipo de bala concreto, el fabricante de la pólvora en sus tablas o manual de recarga. Más, adelante, en el capítulo correspondiente, trataremos detenidamente este tema.

Y por último, se terminan los cartuchos engarzándole el proyectil con un die que sirve para este fin.

Prensa, shell holder y dies de carga

No hemos terminado aún con el tema de los accesorios porque para desempistonar, recalibrar y posteriormente engarzarle el proyectil se utiliza una máquina —también denominada prensa, porque en inglés recibe el nombre de reloading press— a la que se le acoplan otros dos tipos diferentes de útiles que se denominan en español amarra-vainas y matrices —shell holder y dies, respectivamene, en inglés—.

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Los cartuchos que tienen vaina recta o cónica, como el obsoleto .375 Winchester, se recargan con 3 dies. Otra ventaja de la recarga es que permite poner en servicio armas para las que ya no se fabrica o es difícil encontrar su cartuchería

Existen muchos tipos de prensas: monoestación, semiprogresivas, progresivas, automáticas, etc, pero las más adecuadas para comenzar a recargar porque su manejo es sencillo son las monoestaestación que, curiosamente, permiten también fabricar cartuchos de altas prestaciones. Son lentas y simples pero muy precisas y más económicas que las de los demás tipos de una misma marca.

El shell holder sirve para fijar en la prensa, la vaina del cartucho que vamos a cargar. Para cada grupo o tipo de vaina, se utiliza el mismo shell holder. Así por ejemplo, podemos cargar con el mismo shell Holder el calibre .30-06, el 6,5 Creedmoor o el .308 Winchester, etc. Sin embargo, para cargar el .300 Win. Magnum, como su vaina tiene un culote diferente y con otras medidas, necesitaríamos utilizar otro shell holder distinto —que sí nos serviría para el 7 mm. Rem. Mag.; .375 H&H Magnum y demás cartuchos con el mismo culote—.

Como hemos apuntado los dies o matrices se fijan en la máquina y sirven para hacer tres operaciones: desempistonar, recalibrar y engarzar la bala.

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Los productos RCBS son muy duraderos. La balanza, una RCBS 5-0-5, tiene cerca de 20 años y la unidad de cebado, que ya no se fabrica, más de 30. Venía como accesorio con la primera prensa RCBS que compré

Se pueden adquirir juntos en estuches que contienen dos o tres dies dependiendo de que la vaina del cartucho tenga gollete o no porque, si la vaina tiene gollete —por ejemplo .30-06— se puede usar un mismo die para recalibrarla y empistonarla. Sin embargo, si la vaina es recta o cónica —.444 Marlin, .375 Win., etc— para desempistonar hay que usar un die y para recalibrar otro por razones que se explicarán en su momento.

Cabe añadir que, como sucede con las prensas y útiles para empistonar, para realizar una misma operación podemos encontrar en el mercado diferentes tipos de accesorios. Por ejemplo, trimmer rotativos de mesa o trimmer con forma de die que se instalan en la prensa al igual que algunos tipos de dosificadores, etc.

Y que además de los expuestos, se comercializan para recargadores avanzados micrómetros para medir el cuello de las vainas, dies especiales que, por ejemplo, permiten introducir el proyectil en la vaina con mayor precisión o recalibrar solo el cuello, entre otros muchos más, que no tratamos porque este artículo está pensado para las personas que desean iniciarse en la actividad.

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Además de las prensas monoestación, que solo permiten trabajar con un die y por tanto realizar una operación, se fabrican muchos tipos de máquinas con las que se puede recargar más rápido como esta RCBS modelo Turret. Este modelo en concreto se pueden usar con 8 dies o bien con juegos de dies combinados con otros accesorios, como un dosificador de prensa, por ejemplo

Sueltas o en kit

Todas las herramientas o útiles que hemos mencionado las comercializan por separado todos los fabricantes de útiles para recarga, que como hemos apuntado son muchos.

Pero también hay marcas como RCBS que, además de por separado, comercializan conjuntos de accesorios, denominados Kit de recarga, que no contienen todos los accesorios que se necesitan pero siempre contienen una prensa —que es la que suele dar nombre al kit— y varios accesorios que son diferentes dependiendo del kit. Quizás por esta razón a los kit de recarga también se les llama kit de prensa.

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La foto muestra todos los accesorios y la prensa que se proporcionan con el kit Rock Chucker Supreme

Pero lo más importante, es que estos kits siempre tienen un precio inferior a lo que cuesta comprar por separado todos los elementos que contiene. Por tanto, para iniciarse en la recarga, es decir, si no tenemos ni siquiera la prensa, lo mejor es adquirir un kit de recarga y luego completar el resto del equipo comprando los accesorios que necesitemos porque ahorraremos dinero.

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Kit RCBS Turret De Luxe. Es el más caro que comercializa BBI. La prensa es la semiprogresiva Turret

Cabe añadir para finalizar este apartado que el único accesorio que no puede contener un kit es el juego de dies porque el fabricante no puede saber qué calibre o calibres quiere recargar la persona que lo compra. En recuadro adjunto conoceréis un poco que significa RCBS y los kits de esta marca que se comercializan en España.

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RCBS y sus kits

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En 1943 Fred T. Huntington decidió fabricar las matrices que necesitaba para hacerse sus propias balas varmint en la trastienda del negocio de lavandería y tintorería que tenía su padre en Oroville, California (EE.UU), porque no encontraba en el mercado proyectiles con la calidad que necesitaba. Y como las primeras balas que fabricó se usaron para cazar mandriles de roca, un predador del oeste de América del Norte, las llamó Rock Chuck Bullet Swage dies, nombre que más tarde abreviado se convirtió en RCBS y con el tiempo en la marca de una de las empresas de accesorios y equipos para recarga más completas e importantes del mundo.

Desde hace muchos años comercializa por separado todos los accesorios que se necesitan para poder recargar cartuchos de rifle y de arma corta. Y lo que es más interesante para las personas que empiezan a recargar, también muchos tipos de kit de recarga con los que, como hemos apuntado, se ahorra dinero porque su precio es inferior y en algunos casos muy inferior a lo que cuestan por separado todos los accesorios que contiene y que son de gran calidad.

En nuestro país, tanto los accesorios como los kit, los distribuye actualmente Beretta Benelli Ibérica (BBI). En concreto BBI comercializa 5 kit que se denominan Partner, Explorer, Rock Chucker Supreme, Explorer Plus y Turrret de Luxe, cuyos precios recomendados de venta al público son respectivamente 369, 563, 616, 724 y 871 euros porque los de mayor precio contienen prensas más caras y más accesorios, pero en todos su contenido es de primera calidad.

Nosotros para elaborar los próximos cápitulos utilizaremos el contenido del kit Rock Chucker Supreme y los demás accesorios que necesitemos. Cuesta 616 euros pero tiene una de las mejores prensas monoestación que ha fabricado RCBS: la Rock Chucker Supreme. Además, incluye los siguientes accesorios:

  • Manual Nosler de Recarga número 7.
  • Bandeja de carga para vainas.
  • Bandeja-almoadilla para engrasar las vainas.
  • Grasa para vainas.
  • Cepillo para limpiar el interior del cuello.
  • Chafraneador.
  • Empistonador manual.
  • Dosificador.
  • Balanza analógica M-500.
  • Juego de llaves hexagonales.
  • Embudo para pólvora.

Solo el coste de la prensa, que si se compra por separado es de 304 euros, más el precio del dosificador y el de la balanza es ya más caro que lo que cuesta el kit. Los demás accesorios salen gratis. Podéis comprobarlo en bbi.es.

Y en un próximo capítulo describiremos cómo se deben manipular las vainas antes de cebarlas. Hasta entonces.

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