Carricero Común
Las aves de España

Carricero Común


Pardos y discretos, estos pajarillos son muy difíciles de observar en su medio predilecto: los espesos carrizales. No tienen verdaderamente nada que llame la atención, aparte de la agilidad de su leve figura. En cambio producen un canto sostenido de rápido comienzo. Durante la época de cría está ligado casi exclusivamente a los carrizales y vegetación cercana al agua, pero en migración puede encontrarse fácilmente en otro tipo de terreno: huertos, campos cultivados, etc. En los carrizos trepa incansablemente arriba y abajo y pasa de uno a otro ágilmente. Es un ave estival, que realiza grandes migraciones nocturnas hasta Africa tropical y oriental. A su llegada - tardía - a los lugares de nidificación, la rapidez en la construcción del nido depende del grado de desarrollo de los carrizos. Sujeta el nido a varios tallos, de manera que queda firmemente colocado; la copa es profunda, para evitar la caída de huevos o pollos con los movimientos originados por el viento. El nido del Carricero Común es uno de los preferidos por el Cuco. Pronto el joven Cuco se encuentra incómodo en la pequeña cubeta, destinada a cuatro carriceros, y los padres adoptivos tienen que esforzarse para nutrir a ese hambriento monstruo.

Familia:Muscicápidas
Nombre cientifico:Acrocephalus scirpaceus
Orden:Passeriformes
Caza:Especie Protegida
Longitud:13
Habitat:Marismas y zonas palustres
Identificación:Pardo por encima, blanco-ocráceo claro por debajo, con garganta blancuzca; sexos iguales.
Nidificación:La hembra, principalmente, construye un nido profundo en forma de copa de hierbas secas, normalmente entre carrizos; puesta, de mayo a junio, de 4 a 5 huevos blanco-verdosos con marcas grises; incubación, por ambos sexos, de unos 12 días; los pollos, alimentados por los padres, vuelan después de unos 12 días.
Alimentación:Insectos de pantano, moscas, polillas y sus larvas; bayas en otoño.

El plumaje del Carricero común Acrocephalus scirpaceus es muy poco destacado, teniendo las partes superiores de color pardo oliváceo uniforme, menos el obispillo o rabadilla que es ligeramente más pálido. La garganta, pecho y vientre son de color blanco débilmente teñido de pardo amarillento en los lados y flancos. El pico es pardo oscuro por encima y amarillento debajo. Las patas y pies parduscos con tonos grises o azulados. Cuando se le divisa posado en los carrizos y si alarmado se oculta en ellos nuevamente, antes de cerca se le distingue bien el color pardo amarillento de las plumas laterales debajo del nacimiento de la cola (infracobertoras caudales). Los sexos son indistinguibles por el color del plumaje y exteriormente únicamente por el tamaño de la placa incubatriz, mayor en las hembras.

Como otros carriceros ocupa con preferencia marismas y terrenos húmedos poblados de carrizos, juncos y variada vegetación acuática. Pero su hábitat es muy extenso y con frecuencia se le ve en vegetación ribereña de canales y acequias para el riego. No es extraño encontrar alguno en zonas de abundante matorral sin que en las proximidades haya charcas o cursos de agua. Habitualmente en migración en marismas y carrizales. Es un pájaro incansable en sus movimientos entre los carrizos y la vegetación.

En esta desciende hasta el agua y picotea insectos continuamente. En los carrizos cuando se posa el descubierto en la parte superior lo hace con una postura característica: una pata junto al cuerpo arriba y otra estirada abajo columpiándose a menudo un buen rato en la planta Para ocultarse se lanza en picado en el interior de la vegetación, después de realizar en el aire un vuelo corto y acrobático. No es gregario y siempre se ve solitario, incluso en migración. En las marismas del Bidasoa abundaba más en paso primaveral el Carricerin común. Pero Acrocephalus scirpaceus tiene un ámbito mayor y se halla más extendido por biotopos no precisamente húmedos. Cuando vuela entre grupos de carrizos y vegetación acuática al descubierto, lo hace a baja altura con la cola desplegada y ligeramente caída.

Su voz es bien conocida y fácil de identificar, aunque puede haber confusión en ciertos momentos con el canto del Carricerín común y del Carricero políglota Acrocephalus palustris. Como éstos, también imita las voces de varias especies y una parte de su canto está formada por trinos variados que recuerdan inmediatamente la voz de otros pájaros como el Archibebe común Tringa totanus y el Charrán común Sterna hirundo. Cada observador puede oír las notas emitidas por el Carricero común de distinta manera, pero un ritmo cadencioso característico de la especie resulta inconfundible. Aunque tiene cierta similitud con el del Carricerín común, su canto parece más uniforme, más lentamente emitido y sobre todo en un tono más bajo. Esencialmente puede ser una retahíla de notas repetidas chep-chep, cherk-cherk, tuichirrek, tui-chirrek, uiit-uiit, cherp-cherp, chirrek-chirrek... basándola siempre en palabras disílabas. Lack estima que puede parecerse a una mezcla del canto de la Curruca capirotada Sylvia atricapilla, Ruiseñor común Luscinia megarhynchos y Carricerín común Acrocephalus schoenobaenus (Swaine, 1965). Su duración es normalmente de 15 segundos, pero algunos carriceros son especialmente insistentes y pueden repetirla durante casi medio minuto. Cantan casi siempre ocultos en los carrizos o la vegetación y también mientras se mueven entre ella. Rara vez se les ve cantar al descubierto y cuando esto sucede, es normalmente en carrizales situados en zonas soleadas. En lugares sombríos cantan muy ocultos y a muy baja altura, a veces al nivel del agua de la marisma. Las hembras también cantan, pero menos frecuentemente y desde luego el período de emisión es más corto y el tono más bajo. De noche se dice que también canta a menudo, pero lo que se puede atestiguar es que ya antes del amanecer se oyen por todas partes en cualquier carrizal. En paso otoñal en septiembre también cantan y algunos días no poco. Desde la mitad de abril se pueden escuchar en nuestras marismas. A veces antes en los primeros días del mes y ocasionalmente en marzo. Desde abril hasta julio inclusive el canto es continuo, aunque la mayor intensidad corresponde a la primera mitad de mayo y todo junio.

El Carricero común se alimenta de insectos típicos de lugares húmedos, marismas, aguazales, carrizales y junqueras. Principalmente de dípteros y sus larvas como Tipulidae y Chironomidae; de los odonatos captura sobre todo machos de Agrion virgo y libélulas más pequeñas, lepidópteros, coleópteros, etc. Menos a menudo pequeños moluscos y lombrices de tierra. Los frutos de arbustos silvestres son comidos sobre todo en el otoño durante la migración. No he analizado ningún estómago, pero basta con las deyecciones negras que expulsan al cogerlos. Los pollos en el nido son alimentados exclusivamente con insectos.

Anida casi siempre formando pequeñas colonias entre los carrizos u otras plantas palustres. Cuando en una marisma encontramos un nido podemos tener la seguridad de que no lejos habrá otro. No muy ocultos, es muy frecuente que estén colocados al borde mismo del carrizal, a baja altura y también junto a una vereda o canal de agua. A menudo al lado de agua, pero no faltan los que están a considerable distancia de ella, aunque hay que admitir que muchos son construidos en vegetación que, salvo en períodos de sequía, nace en terreno muy húmedo y con tendencia al encharcamiento. También en vegetación baja al borde de canales y acequias e incluso se han visto en márgenes de ríos. Las ortigas (Urtica) son plantas de especial querencia para este pájaro. La hembra construye, probablemente sin ayuda del macho un nido cilíndrico, de copa muy profunda, con hierba seca que sujeta muy bien a los tallos de los carrizos y mezcla con inflorescencias secas de Phragmites communis. Lo forra interiormente con hierba fina, pelos y crines, lana, plumas, etc. La puesta es normalmente iniciada en los últimos días de mayo en zonas del sur de Iberia. La mayoría, sin embargo, comienzan a poner en la primera semana de junio. Los huevos, 4 casi siempre, pero 5 y 6 no son raros y tampoco 3. Puestas mayores son ocasionales. Su color es gris verdoso, teñidos de oliváceo oscuro y con manchas muy pronunciadas y mezcladas con infinidad de puntos marrones y otras manchitas más pálidas cenicientas. La forma es variada pues los hay muy redondeados y también extraordinariamente alargados. Con frecuencia el extremo más ancho es tan oscuro que parece tener un pequeño capuchón Jourdain da para 100 huevos obtenidos en Gran Bretaña un promedio de 18,45 x 13,63 mm. con un máximo de 20,6 x 13,5 mm. y uno mínimo de 16,5 x 13 mm. Niethammer para 64 huevos colectados en Alemania da un promedio de 18 x 13,6 mm, y sensiblemente las mismas medidas para Bélgica y Holanda 18,7 x 13,6 mm. (Hellebrekers, Holanda) y 18,5 x 13,6 mm. (Verheyen, Bélgica). Los dos sexos incuban alternándose durante 11 días. También se dan períodos de 11-13 días (Verheyen). Ambos adultos alimentan a los pollos que al nacer carecen de plumón y tienen el interior de la boca anaranjada o amarillo anaranjada con dos puntos ovalados negros en la lengua. Si no son molestados vuelan a los 13-14 días (Howard), pero muy a menudo salen antes, a los 11-12 días y caen entre la vegetación, tardando aún dos o tres días más en sostenerse sobre los tallos de los carrizos. Normalmente realizan dos puestas cada temporada, la segunda bien entrado julio. Con frecuencia este pájaro es parasitado por el Cuco Cuculus canorus, a pesar de que el nido es extraordinariamente pequeño para contener un pájaro tan grande.

Acrocephalus scirpaceus es una especie que debido a su abundancia y probablemente también a la facilidad con que se pueden localizar sus nidos, se ha estudiado bastante bien y ello ha traído como consecuencia la comprobación de hechos curiosos en este mundo de los pájaros alguno de los cuales se pueden resumir aquí. El Carricero común guarda gran fidelidad a lugares donde antes se ha reproducido o nacido. Así en junio de 1963 un ornitólogo inglés vio una pareja de Carriceros comunes que estaban alimentando a sus pollos en un aislado y pequeño carrizal. Capturados los adultos con una red, comprobó que ambos portaban anillas con números consecutivos. En efecto, habían sido anillados como pollos en un mismo nido y en idéntico lugar exactamente dos años antes. No existen muchos registros tan bien comprobados de una pareja de carriceros formada por hermanos, aunque no hay duda de que esto puede suceder con frecuencia. Un caso referido a la edad y longevidad de esta especie nos la revela otro ornitólogo inglés, (Long, 1964). En la Isla de Jersey en el Canal de la Mancha un Carricero común era atrapado consecutivamente todos los años hasta 1960 desde que en 1951 fue anillado. Como había sido capturado por primera vez siendo un adulto, la última que fue visto ya tenía por lo menos 9 años de edad. Había otro caso también de 9 años. Pero ambos fueron sobrepasados cuando en 1963 se capturó igualmente en la Isla de Jersey uno que se había anillado allí en 1952. Es decir, tenía ya 12 años porque había sido anillado como un adulto. Otro más fue cogido cuando llevaba una anilla colocada 11 años antes.

El Carricero común se reproduce desde el noroeste de Africa, la Península Ibérica y a través del resto de Europa, por el norte hasta el Sur de Fennoescandia, los Estados Bálticos y el Sur de Rusia, países mediterráneos y hasta el Mar Caspio y Persia. Inverna en Africa Tropical y los numerosos anillamientos en toda Europa han producido un cuadro de abundantes recuperaciones. En la Península Ibérica se ven algunos en el Sur ya en los últimos días de marzo, pero no es hasta la última quincena de abril que empiezan a pasar en buen número, aumentando el paso primaveral en mayo y durando todo este mes. Probablemente en los primeros días de junio pasan todavía muchos. Aquí se establece en general tarde para criar. Algunos ya en los últimos días de abril, pero la mayoría no hasta pasada la mitad de mayo. En todas partes la especie es numerosa criando, pero limitada a zonas húmedas y carrizales. Ya se ha dicho que las pequeñas colonias pueden ser descubiertas en márgenes de marismas y aguazales. En los pasos de primavera y otoño es extraordinariamente abundante. Los carriceros que más recuperaciones han producido en la Península Ibérica han sido los anillados en Inglaterra. Toda la zona Norte de Iberia desde Fuenterrabía hasta Galicia y la mayor parte de las provincias portuguesas registran un masivo paso en septiembre y octubre de cada año y la captura de estos pajarillos en carrizales por diversos métodos es ya una tradición entre las gentes de aquellas tierras. También en la mitad oriental hay recuperaciones, pero en menor número. Probablemente los carriceros comunes ingleses cruzan Iberia mucho más a occidente que los carricerines comunes Acrocephalus schoenobaenus, que dan un espectro de recuperaciones mucho más oriental con capturas por toda la costa mediterránea. Otras recuperaciones de carriceros comunes proceden de Bélgica, Alemania, Francia, etc. La mayor parte de las recuperaciones que se producen de carriceros ingleses en la mitad occidental ibérica son pájaros del año. Pero también hay numerosas otras capturas de individuos viejos que han sobrepasado los 4 años. Parece así acreditar esta especie una buena longevidad.

Hasta 1972 la Sociedad Española de Ornitología había anillado 2.710 carriceros comunes que produjeron 8 recuperaciones lejanas. Entre ellas cabría citar uno anillado en septiembre en Chipiona (Cádiz) y capturado 3 años después en Alemania a 2.250 km. al Nordeste.

A lo largo de la costa marroquí se han recuperado varios carriceros anillados y a pesar de que faltan datos más concretos sobre su invernada no hay duda de que este pájaro ocupa en invierno una gran extensión que Vaurie da como comprendida ente Africa occidental y Kenia y por el Sur hasta el norte de Mozambique. También es común en el Sudán. Indudablemente en Africa del Oeste el Carricero común está distribuido más amplia y abundantemente de lo que el anillamiento nos ha mostrado hasta ahora. Moreau (1972) señala como principal área de invernada la comprendida en la zona centro oriental africana de los grandes Lagos, pero con pequeños núcleos del Africa occidental en Senegal, Nigeria y Camerún que, probablemente en buena parte, corresponderán a las poblaciones europeas más occidentales.

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