Justos por pecadores

Exigir responsabilidades a los cazadores derivadas de accidentes de circulación por animales silvestres es poco menos que de sainete. Hay lugares donde la jurisprudencia es favorable a los intereses de los acotados y donde por la misma causa y en similares circunstancias el palo es para los cazadores; ¿entiende alguien este desmadre?


No sé el tiempo que va a durar esta descoordinación pero una cosa es bien cierta, tanto políticos como jueces están de acuerdo en que hay que arreglarlo, además no es justo ni lógico que los paganos sean los que curiosamente regulan las especies, los cazadores. De lo contrario en pocos años habría que circular con una tanqueta. En ningún país europeo se les exige responsabilidades a los cazadores si cumplen el plan cinegético. Así las cosas y mientras las cabezas pensantes de este país se pongan de acuerdo —presión por parte de ADECAP y de la ONC no les va a faltar—, que se pondrán, conviene tomas medidas disuasorias en los márgenes de las carreteras con repelentes, fuera de la zona de dominio público. Es prudente también solicitar a Fomento la adopción de señales o medidas para evitar posibles accidentes. Ante un posible atropello es conveniente poder contar con facturas que justifiquen la aplicación de actos que intenten evitar accidentes en el acotado en cuestión. Siempre aportarán más posibilidades de defensa. Sin olvidar, lógicamente, el estricto cumplimiento del plan cinegético. Los acotados alaveses están sufriendo de manera importante este grave problema. La mano de ADECAP siempre va a estar dispuesta para apoyar a quien lo solicite. Me consta que en Castilla y León empieza a verse un poco de luz sobre este grave problema. Falta hará porque son muchos los acotados que empiezan a cuestionarse abandonar los mismos con el grave problema que ello conllevaría. Pero algo me dice que tarde o temprano el tema tiene visos de solucionarse así como el de las responsabilidades por daños a la agricultura por animales silvestres. De lo contrario la solución terminará siendo de armas tomar, nunca mejor dicho.
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