Castilla y León desvedará el 15 de agosto

Castilla y León, referente codornicero y con el mayor índice de capturas de toda la península —sobre todo Burgos—, desvedará la codorniz el 15 de agosto, la menor el 27 de octubre y el jabalí el 22 de septiembre.


Concretamente Burgos, con 800.778 codornices, casi dobla al segundo, Zaragoza. Soria porta 426.168 ejemplares y Palencia 407.399. En cuanto a los corzos, Burgos ocupa también el primer lugar con 30.374 animales seguidos de Soria con 28.054 capturas. En este momento, insisto, al día de hoy codornices hay muchas salvo donde el sol, por falta de lluvias, ha arrasado las cosechas.

¿Qué pasará el próximo 15 de agosto día, de la desveda? Nadie lo sabe. Posiblemente donde el calor no apriete, cosechen un poco tarde y no arrasen con la paja algunas aguantarán en las zonas donde criaron. Muchas se han visto donde han cosechado la cebada —menos querenciosas que el trigo y la avena— al paso de las máquinas. Excelente noticia, incluso para maese raposo, que a buen seguro dará cuenta de muchas polladas. No en vano este personaje de cuento y fábula caza de día y de noche, y con los datos personales que posee: audacia, viveza y astucia, unido a un fino olfato, no respeta víctima propiciatoria que se le presente.

Su amplio repertorio va desde el grillo, pasando por el ratón, el conejo, la perdiz, la codorniz, la liebre, el inocente cordero, la suculenta gallina, el arisco gato a las crías de corzo y ciervo si no están presentes sus progenitores. Tela la del animalito. Currículum solamente superable por su pariente el lobo. Y lo peor del caso es que se multiplica con facilidad por mucho que los cazadores se la tengan jurada de boquilla, porque perseguirle, perseguirle, se le hace poco.

Cuando es perseguido por los perros, rápidamente detecta la rapidez de sus perseguidores. Si son torpes se burla de ellos sentándose hasta que lleguen a corta distancia para levantarse, correr otro tramo y repetir la faena. Si por el contrario los perros son rápidos, se alejará lo más posible trazando un sinfín de círculos para confundir el rastro. Luego dan un salto y huyen, quedando los perros dando vueltas sin encontrar la salida.

Si en la huida se encuentra con un río, lo cruzará varias veces para que se pierda el rastro. Son tan desconfiados que las madrigueras las hacen con varias salidas para asegurar la huida en caso necesario. Una pareja de zorros es prudente que ocupe un mínimo de 400 hectáreas, todo lo que suponga reducirles tendrá un resultado negativo en las poblaciones de distintas especies que ocupen la zona.

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