Bendita agua

Las recientes lluvias han supuesto para los campos de cereal algo así como una bendición. Lo que era un erial se ha convertido en muy pocos días, para alegría de agricultores y cazadores, en algo inesperado, espectacular, maravilloso, donde el verde impera por todos los lados.


Una semana más sin llover y es posible que el cereal, de Miranda de Ebro para abajo, se hubiese secado por completo. Un desastre en toda regla. Parecido a lo que ha pasado en el sur peninsular. Da gusto ahora ver a los corzos ramonear y pastar con una ansiedad impropia de ellos. Casi todos los animales lo agradecen, llámense, corzos, jabalíes, ciervos, gamos, muflones, perdices, liebres, conejos y un sin fin de especies menores.

El agua, si no arroya, siempre es bienvenida, sea invierno o verano. Un determinado lugar, bien sea finca o acotado, si no tiene agua vale bien poco por muchos pozos que se hagan. Y si tiene monte joven o viejo trabajado y abonado, mejor, los animales rápido lo barruntan y agradecen. La vida hasta en esos lugares es como algo mágico, hasta que la mano del hombre actúe con fuerza y termine rompiendo el equilibrio ecológico.

El domingo 21 de abril se celebrará en Berganzo (Álava) el I Basurde-Jaialdi Gastro Fest donde servirán hamburguesas, chorizo y salchichón de jabalí a un precio módico. El horario, entre las 12:30 y las 15:30. No faltarán tampoco las bebidas. Una buena idea para potenciar el consumo de carne de caza, en este caso de jabalí.

Se dice que la carne de jabalí es una de las más antiguas dentro de las prácticas venatorias en nuestro país. Tenemos la certeza de que el ser humano ha consumido su carne desde hace al menos 10.000 años. Considerado por los celtas como un animal sagrado, fue nombrado como el rey de los bosques. Oportunista y nocturno, su alimentación es omnívora y se nutre de un 90% de productos vegetales y el 10% restante proveniente de fuentes animales.

Dice ASICCAZA en su programa de divulgación de la carne del jabalí para consumo humano que este animal es uno de los protagonistas más perseguidos en la temporada venatoria. Su carne, con una imagen renovada ante el consumismo cinegético actual, se hace con un gran puesto en los platos de autor de la alta cocina, donde preside en estos meses, junto a la carne de ciervo, las cartas internacionales de los grandes restaurantes.

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