Entraron las codornices

Como era previsible las codornices han subido al norte, tarde aunque a tiempo. Complejo va a ser poder cazar el día 15 de agosto en Burgos porque muchas zonas estarán sin cosechar, incluso con hierba dentro del cereal y eso es bueno para que se resguarden y aguanten en el lugar.


Y es que este año va a ser extraordinario de cereal. Siete millones de toneladas fruto de las intensas lluvias primaverales. ¡Ahí es nada! Sin embargo a pesar de encontrar un hábitat extraordinario en los páramos castellanos algunas han subido al Pirineo con la idea de llegar como siempre a la altura de San Petersburgo.

No sabría decirles qué nos va a deparar la temporada, porque lo de este animal todo es misterio, pero una cosa es bien cierta, no conozco un año en el que las condiciones sean tan idóneas como este. Aunque siempre estará el tontarra de turno que a la media hora de pasearse por los rastrojos enfile a la sombra de la chopera para despotricar contra todo lo que corre y vuela.

Como de costumbre este año más que nunca los marroquíes las habrán calentado en su tierra sin control alguno cuando les ha dado la real gana. Así y todo muchos serán los cazadores —esos que hilan fino— que harán el cupo a mediados de septiembre. Falta hace para levantar el ánimo porque a los cazadores les está cayendo por todos los lados lo que no está escrito: presión alocada de los animalistas pidiendo la prohibición de la caza, peligro de la peste porcina en los jabalíes, liebres que mueren por un virus, tuberculosis del ganado que puede contagiar a la caza, tórtolas cuestionadas por la administración, silvestrismo a punto de prohibirse…

Algo se está haciendo mal en los campos. La peste porcina afecta ya a la República Checa, Ucrania, Letonia, Lituania, Estonia, Polonia y Hungría. En 5 o 6 años es muy posible que la tengamos en España y eso supondría el sacrificio del 100% de los animales de las explotaciones porcinas. En 1970 la peste supuso en España 35 años la prohibición de exportar. En cuanto a los jabalíes el 70% perecería.

¿Y saben quién tiene la llave para solucionar este posible desastre? Los cazadores, intensificando la práctica de la caza para reducir sus poblaciones. Los tontarras de los animalistas hablando con el Gobierno para cerrar su caza y los técnicos creando reservas y parques naturales para que proliferen los jabalíes. Hablen con los cazadores, estimúlenles y denles un poco de cariño en vez de palos y se sorprenderán de los resultados.

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