Pocas codornices de momento

El próximo día 15 de agosto Castilla y León desvedará la media veda y, sorpresivamente, adelanta el cierre de la malviz y la torcaz al 10 de febrero, cuando lo tenía establecido hasta el 20. Hecho que abrió expectativas en Euskadi al solicitar las distintas federaciones la misma consideración.


A perro flaco todo son pulgas, puede más la amenaza de cuatro ecologistas que todos los argumentos conservacionistas que aportan los cazadores. Y eso sin contar con los grupos animalistas que están empeñados a toda costa en terminar de la forma que sea con la práctica de la caza.

La presión es brutal y hacerles frente está suponiendo un desgaste importante a las distintas federaciones de España. Hemos llegado a una situación en la que es imprescindible plantar cara a la administración y a toda esa cuadrilla de atorrantes anticaza que quieren acabar con esta práctica.

Posiblemente yo no lo vea, pero mucho me tengo que equivocar si en menos de 25 años prohibirán gran parte de la caza en España. ¿Cómo vamos a tener caza si da pena ver estas tierras de labor desnudas de vegetación; entre las cosechadoras, que pican la paja o la cortan a ras de suelo y después de recolectar a los pocos días meten a carear al ganado? ¿Cómo pueden encontrar sustento y cobijo en estos yermos cualquier animal? Por no hablarles de los pesticidas y herbicidas que en primavera inundan los campos para estrujar más la tierra.

Este año, afortunadamente, fruto de las intensas lluvias, viene una cosecha excepcional, tardía unos 20 días, aunque codornices han entrado muy pocas, mucho menos que el año pasado por estas fechas. Sin embargo todo apunta a que, por pura lógica, debería ser una buena temporada.

Se supone que al encontrar en el sur peninsular cierta frescura en unos campos sin cosechar del todo, remontarán en la medida que el sol vaya apretando. A las puestas de las perdices también le ha afectado el agua y la prole ha visto la luz más bien tarde, aunque el campo está como nunca y los pequeños invertebrados, sustento inicial de los pollos, pululan por todas partes.

Todo son problemas para los cazadores, aunque la sensación de libertad que sustentan sus raíces cuando salen al campo, es inmensa. ¿Cazar más o menos? Qué más da. Importa el camino recorrido, los compañeros, el perro, el esfuerzo, el duermevela de la noche anterior y tantas cosas que los cazadores tienen el placer de experimentar como pocos.

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