Seguridad sin complejos

Ya empezada la temporada de caza mayor y después de haber trotado por montes gallegos y asturianos, he comprobado para mi disgusto que lo de la seguridad en la caza mayor en Galicia, está comenzando a caer en un cierto hastío.


Desde hace unos ocho años a esta parte las campañas de concienciación que se han llevado a cabo por parte de la Federación, Mutuasport, la Dirección General de Conservación de la Naturaleza, y a las cuales yo mismo también he aportando mi humilde granito de arena, han sido muy efectivas. Recuerdo, con cierta amargura, el haber tenido que soportar como desde la opinión de algunos sectores cinegéticos, se me acusaba de pretender que los cazadores fuésemos vestidos de payasos al monte. En Galicia en particular, y en todo el norte en general, se ha asumido el chaleco de seguridad con una naturalidad que nos homologa al resto de Europa; pues en ella no se puede concebir una cacería sin esta uniformidad de chalecos rojizos. Desde sectores federativos se han promocionado los de color amarillo o quizás mejor definirlo como un verde fosforito. La cuestión es muy simple, pues según fuentes sanitarias, existe un pequeño porcentaje de la población que sufriendo de daltonismo… (confusión de colores) no consiguen distinguir el naranja correctamente. De ahí que los servicios de emergencias en algunos países, como por ejemplo México, los usan de color naranja con unas tiras de verde fosforito. Es indudable que la mayor visibilidad, incluso a gran distancia, se consigue con el anaranjado. Los que hemos utilizado esas prendas desde hace tiempo lo tenemos claro. Pero quizás es el momento de rediseñar estas vestimentas al igual que ocurre con los organismos de emergencia anteriormente mencionados, para así optimizar las ventajas de ambas tonalidades.
Estamos hablando de vidas humanas, de compañeros cazadores durante nuestras batidas, pero yo también lo haría extrapolable a seteros, senderistas, trabajadores forestales etc. Pues no son sólo útiles para la seguridad en la caza, sino también para poder localizar a personas que se adentran en el bosque para otras actividades. Las piezas de caza mayor de nuestras batidas no perciben estos colores, ellas ven en en un tono similar a una vieja foto sepia. Sí distinguen el movimiento, aunque mi ya dilatada experiencia personal me hace afirmar que la caza le llega a uno exactamente igual al puesto que si se fuese vestido de Rambo. Muchas legislaciones autonómicas han incurrido en una lasitud excesiva al respecto. En Galicia ya está concienciada la gran mayoría, solo falta dar el paso de la obligatoriedad para imponerlo a la minoría no concienciada. No puedo entender como la Federación gallega ha dicho amén a los controles de alcoholemia —que me parece bien, pero habrá que definir de cuántos gramos en sangre estamos hablando— y en cambio sigue negándose a promover que la administración imponga definitivamente el uso de una prenda que en colectivo de caza mayor ya tiene asimilada en su gran mayoría. Castilla y León hace obligatorio el chaleco sólo a perreros; craso error… también lo necesitan los monteros, y no es cuestión de andar con diferencias cromático-sociales. Mención aparte merece la comunidad cántabra, donde algún iluminado se ha pasado tres pueblos intentando imponer su uso en la caza menor, cosa contraproducente pues estas piezas, al contrario de las de mayor, sí distinguen muy bien los colores. Atrás he dejado las normas de comportamiento que son importantísimas, así como el sentido común y la buena cabeza… ¡Que ante estas dos corazas naturales, que se quiten chalecos antibalas ni rabos de gaita! PD: Esta columna de opinión ha sido publicada en Federcaza de Octubre del presente año; su redacción, como es lógico, ha sido anterior. La cuestión es que una de las imperfecciones legales que se denuncian, ha sido corregida por parte de la Junta de Castilla y León mediante su publicación en la orden de vedas. En ella se hace obligatorio el uso de prendas de alta visibilidad para la modalidad de batida o montería para todos los participantes, no sólo para los perreros. Ni clasismo, ni complejos… con medidas así también cinegéticamente somos un poco más Europa.
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