¿Cuándo regresará el Vocero del Alba?

Así me he referido desde hace mucho tiempo a Antonio López. Este veterano ha tocado todos los palos del periodismo; prensa generalista, revistas especializadas, televisión, radio y unas cuantas actividades más que se relacionan con la comunicación, como han sido la promoción de artistas o la responsabilidad de imagen en campañas electorales…


Una vida fecunda que tiene mucho que aportar a nuestro mundo cinegético, más aún de lo que ya ha aportado, que no es poco. Conocí personalmente a Antonio hace unos años, fue en una de las ediciones de Periodipesca, le acompañaba otro grande de la cultura y de la cinegética de nuestra Piel de Toro, Eduardo Coca. Quizás fue aquella edición, en la cual se homenajeó a Antonio, una de las jornadas culturalmente más fecundas que he vivido en esa cita anual con el mundo de la caza. En aquel entonces, Eduardo Coca lucía flamante su reciente premio Jaime de Foxá y era asiduo colaborador del programa de Antonio, Hablemos de Caza y Pesca. Luego, el tiempo los llevó por caminos distintos. Personalmente echo de menos el tándem. Sin desmerecer a otros programas radiofónicos de tema cinegético era, Hablemos de Caza y Pesca, el único capaz de hacerme despertar un domingo a las cinco de la mañana. Cosa de todo punto imposible salvo por tres razones, esto es: Que haya fuego, que salga de caza, o que se tercie hacer de radio escucha de los guiones que Antonio prepara con absoluto mimo. Me atrevo a calificarlos, sin duda alguna, de pequeñas joyas literarias. Es Antonio un profesional reconocido, esto es indiscutible. Una antena de plata no se la dan a cualquiera, evidentemente. Transmite su presencia un aspecto enigmático, dotado de una gran inteligencia natural y un fondo cultural ciertamente atractivo. Al tiempo, no puede, ni quiere, despojarse de ese aire nostálgico de dandi con muchos kilómetros de mundo a sus espaldas.
Un hombre de fuertes convicciones, transmite su opinión consciente de su responsabilidad y a riesgo de equivocarse. Seguramente esto último ocurría de cuando en vez y también más de una vez molestó a alguien, seguro. Pero esa es precisamente la diferencia que existe entre todo un decano como es Antonio y los anodinos profesionales que se dedican a cantar las excelencias de quienes llenan su estómago en cada momento. Ello explica que la hora que duraba Hablemos de Caza y Pesca, supiese a poco. A otros ya les pueden conceder cuatro horas, que da igual, a los quince minutos uno ya está dormido de nuevo. Nos hemos quedado sin este allegro del alba dominical protagonizado por el canto firme de un macho perdiz. Nuestro autóctono cantor, ha sido desplazado por el alóctono faisán futbolero que parece querer colonizar todos los ecosistemas radiofónicos, lástima… Espero que pronto podamos escuchar de nuevo, en alguna otra emisora, al Vocero del Alba presentar su… Hablemos de Caza y Pesca. ¡Ánimo maestro!… y gracias, sobre todo muchas gracias. Publicado en FEDERCAZA en Octubre de 2010
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