Y ahora... ¿qué alegarán los reventadores?

Es indudable que la política está en todas partes y nos afecta a cada uno en mayor o menor grado según las circunstancias, personales o generales. Pero no olvidemos que hay política de Estado, política de partido, política de empresa, política sindical, política constructiva, política destructiva, política autonómica, política municipal, y podría llenar una página o más.


Sobre el tema de la manifestación del 1 de Marzo han surgido muchas voces, posiblemente demasiadas y muy poco conocidas, clamando que la movían aspectos políticos, que si se hacía para perjudicar a unos partidos y beneficiar a otros, y queriendo ver lo que no existía. Fundamentalmente creando dudas sobre la oportunidad o no de la manifestación, sobre su politización y sobre la honorabilidad de determinadas personas, con el fin de calentarles la cabeza a los indecisos y perjudicar al colectivo. También es posible que algunos hayan obrado de buena fe, y con ellos no va este post. Los otros, los que tratan de reventar el acto, seguirán metiendo cizaña con todo lo que se les ocurra, con “los árboles de Rajoy”, con “los señoritos andaluces”, con “los pajariteros”, con “el agua de Valencia” y con cualquier cosa que les manden que digan o hagan, pero no dirán que hay un anteproyecto de Sanidad en marcha con el que ya nos dan la puntilla definitiva porque, si lo publicaran, posiblemente acudiría a la manifestación más gente de la que cabe en Madrid. La realidad es que el proyecto de la manifestación ha pasado el filtro más duro que debía superar, que es el de la Junta Electoral Central, que no ha apreciado motivación política para favorecer o perjudicar a partido alguno, que entiende que será intrascendente en cuanto a captar votos en cualquier sentido, y que se trata de una simple reivindicación de un sector de ciudadanos. A la vista de su informe, la Delegación de Gobierno ha concedido la esperada autorización. Ahora es posible que aparezcan algunos problemas con el recorrido, con la entrada de tantos autocares a Madrid, y con algunas otras cuestiones que se podrán ir resolviendo en los días que faltan. También corren noticias de que están preparando para el mismo día una contra-manifestación de grupos “ecolos”, lógicamente no autorizada, y alguna otra lindeza. Ahora, cuando ya estamos en marcha, es cuando hay que tomar la decisión personal en conciencia para asistir o para ¡que vayan otros! Tenemos la mejor ocasión para demostrar a todos, políticos y no, quiénes y cuántos somos, qué nos mueve, y cómo nos comportamos. Sé que es difícil y que no es de mi competencia, (para eso está el grupo organizador), pero creo que deberíamos dar un ejemplo de comportamiento que recuerden siempre. Que no hay que dar voces ni hacer sonar silbatos. Que debemos movernos por el recorrido como nos movemos por el monte, lentamente y en silencio, sin entrar al trapo de posibles provocaciones, y que, cuando todo termine, no debe quedar ningún rastro de que por allí hemos pasado. Creo que nuestra manifestación debería servir de ejemplo para diferenciarnos de otras protestas ruidosas aunque menos numerosas, de esas que, cuando terminan, dejan un rastro de muchos miles de kilos de basura, y de las que hacen que los ciudadanos de Madrid estén más que hartos, y con razón, de vivir en el manifestódromo nacional. Demostremos una vez más y ante todos que los “crueles y bárbaros cazadores” somos ciudadanos responsables, tolerantes y más respetuosos con el medio que la inmensa mayoría. Aprovechemos para que nos conozcan y nos respeten. Marquemos las diferencias. Esa será mi actitud. Saludos
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