Analmente receptivos…

Mi mujer y yo tenemos, desde jovencillos, dos amigos, distintos, a los que llamaré «analmente receptivos». Son pareja. Y su unión es de las más estables que conozco. Son anti-caza, anti-guerra, anti-sistema, anti-globalizacióny anti-muchas cosas…


Hace poco que nos visitaron. Comieron en casa y se horrorizaron al ver las poquitas tablillas de jabalí que a uno le quedan y de las que me siento ufano por haber sabido buscarles la vuelta a sus antiguos propietarios… Como es natural, salió la conversación de la caza y como la amistad que nos une viene de largo, hay confianza para hablar clarito. Lo más suave que me llaman es borrico por ser desalmado con los animales. Mira tú por donde mi mujer preparó para comer un conejete con arroz «que quitaba el sentío»… Mis dos viejos amigos se chupaban los dedos y se deshacían en elogios de lo buena que estaba «esa» carne. No cayeron en la cuenta hasta que yo se lo insinué, de la forma más camionera que pude, que lo que se estaban comiendo era un conejo de monte… pero… ya era tarde porque les cayó encima una de mis andanadas contra la hipocresía. Todavía recuerdo que, hará quince o veinte años, en Toledo, hubo un ojeo de perdices y un grupo de ecologistas se presentaron con ganas de gresca… Después de dejarlos que protestaran y vocearan y mientras los cazadores seguían comiéndose unas judías con perdiz de las de chuparse los dedos, los chavales y chavalas que protestaban, viendo el poco caso que les hacían los presentes, se envalentonaron y quisieron llegarse hasta el montón de pájaros abatidos y llevárselos… digo yo que sería para hacerles la autopsia porque no me cabe en la cabeza que fuera para comérselos… Claro, hubo un par de comensales que se levantaron, hartos de cantinelas, echaron mano de las espingardas, pegaron cuatro tiros al aire y… corrían que se las pelaban. ¿Se creerán los mamandurrios éstos que a los animales que se comen se les mata más dignamente que a los que andan corriendo por el monte? ¿Qué dignidad atesora el hecho de criar un animal para luego electrocutarlo mientras está aprisionado en un pasillo de barrotes de hierro? ¿Cuál es la excusa? Que... ¿se hace para alimentarnos?… ¡¡coño, yo también me como los que cazo mientras corren por el monte!!
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