«Si no hay cacería, te va a votar tu tía»

Fue una frase repetida en la manifestación que hace ya años celebramos los cazadores en Sevilla, llegados desde todos los puntos de España para denunciar una situación injusta, ante el ataque perpetrado contra la caza en general y contra las modalidades tradicionales en particular por una Administración poco receptiva a nuestros legítimos intereses.


Se nos oyó fuerte y claro en las calles andaluzas y se reconvirtió la situación. Luego, lustros más tarde, vendría la masiva manifestación de Madrid y su repercusión a todos los niveles, pero ya estamos de nuevo donde solíamos, con un sector cinegético cada vez más desunido y haciendo la guerra cada uno por su cuenta. Ahora hay convocada una manifestación en Castilla-La Mancha para este mes de mayo, cuyo lema es En defensa de la caza y sus valores tradicionales: Sí a la caza con reclamo; Sí a la caza con galgos; Sí a la caza en media veda; Sí al silvestrismo. Vamos, como si hubiésemos vuelto años atrás y reivindicásemos lo mismo. Y mira que ha pasado tiempo. Lo más grave es que los grupos supuestamente ecologistas son radicalmente anticaza. Y están cada día más fuertes en el ámbito político. Ya decíamos que algunos grupúsculos incluso han encontrado hueco en las listas de partidos, con unos planteamientos que no podemos compartir, con ataques a la caza a todos los niveles y con la amenaza de su prohibición. La primera cita será el 24 de mayo, donde todos nos jugamos mucho, ya que la caza es una competencia transferida a las comunidades autónomas. Decimos en las páginas de Federcaza que las citas electorales «podrían suponer, de ser bien gestionadas por el sector cinegético, un punto de inflexión en cuanto a consideración e influencia política de nuestro colectivo, lo que no nos vendría mal en estos tiempos». Lo creamos o no, es mucho lo que nos jugamos en las urnas, así que antes de depositar su papeleta, piense también en la caza y su futuro. Bueno sería recordarles ahora, a todos los partidos, que vamos a desmenuzar sus programas y que «si no hay cacería, les va a vota su tía».
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