Despedida desde FEDENCA

Hace unos días que me he despedido de todas las personas que han tenido alguna vinculación con FEDENCA en estos años en los que yo he sido su director. Posiblemente he quedado a algunas personas en olvido involuntario y no los he contado que he dejado FEDENCA. Es a ellos a los que me dirijo desde este escaparate al que llevo asomándome seis años para dar mi opinión.


Querido amigo Este escrito acompañaba a una felicitación de esta Navidad de 2012 y lo dirigía a un grupo de personas que, además de ser actores en estos cuatro años para FEDENCA, me habéis regalado vuestra amistad y afecto. Ha finalizado mi etapa como director general de FEDENCA, por decisión personal, y es obligado despedirme de vosotros de manera oficial, pero nunca me despediré del buen amigo. Mantengo el mismo teléfono, dirección y correos y me sigo ofreciendo como lazarillo en estas tierras de Castilla y León, donde es costumbre de muchas personas estrechar la mano para apalabrar un contrato. Vivimos en una sociedad más partidaria de hacer despedidas a quien lo deja, que de acoger y amparar al que llega. A mí ya me has hecho todos los honores con tu afecto y respeto en estos años en que hemos trabajado juntos. Ha sido el mejor salario para este puesto. No dudo que en esta ocasión tratarás a Pablo Fernández, nuevo director general, tan bien como sabes hacerlo y me has tratado a mí. El apoyo a Pablo lo es a FEDENCA, que es la entidad a la que estoy muy agradecido porque me ha permitido conocernos, para que tú y yo intimáramos en estas labores de hacer cosas en defensa de la naturaleza y de la caza. Esto mismo pedí cuando dejé otros cargos federativos que he disfrutado en estos años de dedicación a la gestión deportiva y cinegética, siempre sin salario. También he actuado de igual manera en mi anterior etapa laboral ferroviaria. Después de casi treinta años dedicados a la Federación Española de Caza, he decidido retirarme. Yo me voy con la satisfacción de mi labor cumplida en todos estos años y agradecido a quienes han permitido poder hacer con libertad y confianza lo que me ha gustado tanto. Creo haber respondido a todas las expectativas. La crispación y rotura producida últimamente en el seno de la Real Federación Española de Caza no permiten desarrollar tranquilamente los objetivos de FEDENCA, que tendría muchos problemas para contentar a unos y otros a la vez. Quienes hemos trabajado tantos años por una Federación para todos, nos duele mucho ver como por la contumacia y egoísmo de unos pocos se rompe lo logrado. Yo sólo estaría al lado de quien busque la armonía y entendimiento. Quiero significar que me voy muy en sintonía con el equipo de trabajo de FEDENCA que en alguna ocasión han padecido mis maneras minuciosas de implicarme y acometer los trabajos. Al final, creo que han visto la buena labor realizada entre todos y agradecen el interés que he puesto en apreciar y observar su dedicación. No hay cosa que frustre más a un buen profesional, que quien dirige lo ignore. La abulia en el mando no ayuda a la perfección y resta aliciente al colaborador. Agradezco especialmente la buena disposición para el trabajo y la excelente respuesta que me he llevado de todos los colaboradores de la plantilla de la Federación. También agradezco la buena disposición y competencia de quienes habéis dirigido o participado en los proyectos con tanto rigor técnico y profesionalidad, sin ser necesario decir a nadie que en FEDENCA queríamos hacer las cosas muy bien. La calidad profesional da siempre estas respuestas tan positivas sin mayor esfuerzo. El mismo sentimiento tengo con las personas de la Fundación Biodiversidad y del actual MAGRAMA, que desde el primer día nos habéis dado un trato exquisito y respetuoso, como corresponde a personas de vuestra calidad humana y a profesionales que enorgullecen a la administración. Es el mismo trato que habéis provocado en nosotros como respuesta. Y por supuesto, lo tengo para todas las personas con actitud amistosa que por uno u otro motivo habéis contactado y colaborado con FEDENCA, en este periodo. Mis sentimientos hacia todos son comunes. Espero que me recordéis con agrado aunque mi presencia en vuestra profesión o en vuestra actividad haya sido muy efímera. Os pido disculpas si en algún momento ?que lo habrá habido?, por la vorágine que provoca el trabajo, no he seguido bien la pauta que dicta la cordura con que ahora escribo. En todo caso, quiero que sepáis que me tenéis todos de amigo para siempre. Como me debo a mi gente y a mi tierra voy a terminar mi etapa cazadora y federativa, aquí en Castilla y León. Yo sólo estaré al lado de la armonía y de quien mande un mensaje de reconciliación entre los cazadores. Estas cosas os las digo a la vez a todos los científicos, técnicos, administradores y amigos por FEDENCA y por la caza. Y habría que cantarlo a voces para ver si acaba lloviendo estilo, decencia y buenas maneras en esta sociedad, para que nadie vea nunca truncados los objetivos honorables y las ilusiones altruistas que algunos siempre hemos puesto para la FEDERACIÓN. Un fuerte abrazo y lo dicho:¡¡¡FELICES DÍAS!!!
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