La paloma torcaz

Aunque todos los cazadores veteranos conocen sobradamente la torcaz, dado que se trata de un monográfico sobre esta especie, quiero dar su descripción porque siempre hay cazadores noveles, que se inician en el oficio, y tienen ganas de saber más cosas. Me comenta alguno que está harto de que en las revistas hablemos de tiro, densidades, modalidades de caza o aspectos biológicos y genéticos sobre las especies y no demos los datos más descriptivos del animal. Pues ahí va.


La paloma torcaz (Columba Palumbus) es conocida también en las distintas regiones españolas como tudó, pombo, paga-usoa, torcaza, paloma de collar y paloma bellotera. Es la mayor de nuestras palomas (41 cm; 500 g), con mancha blanca en el ala y en ambos lados del cuello. No tiene dimorfismo sexual. El plumaje es de color gris azulado en el dorso, con tintes en el pecho. Se alimenta de cereal, legumbres, semillas, moluscos, lombrices, maíz y sobre todo bellotas, en invierno. Pone dos huevos que incuba durante 17 días y resuelve la primera nidada en marzo o abril y otras dos más cada temporada que haya sido normal hasta el mes de agosto. Es una especie cazable, en expansión, que únicamente requiere el control de capturas y un seguimiento de sus poblaciones, como cualquier otra especie cinegética. Desde hace varios años se vienen desarrollando programas de seguimiento en varios países de Europa y alguno ha sido financiado por los cazadores federados españoles para conocer las poblaciones invernantes en centro y suroeste de la Península Ibérica, donde es ave nidificante, sedentaria y migradora. Las aves urbanas y las del suroeste de Europa son sedentarias y las que se reproducen en el norte y en el noroeste del continente son migradoras. Los expertos estiman que la población reproductora europea está entre cuatro y siete millones de parejas de las que unas doscientas cincuenta mil parejas anidan en España, lo que supone que unos 650.000 nuevos ejemplares nazcan y se desarrollen aquí. Esta cantidad se deduce teniendo en cuenta que la torcaz hace tres puestas habitualmente, de un tamaño medio de (1’86 Huevos) y considerando las pérdidas de huevos (33%) y pollos (29%). A esta población de 1M a 1’2M (aprox.) de palomas sedentarias que se asientan por las dehesas y montes españoles hay que añadir las torcaces que nos visitan de finales de setiembre a noviembre (pasa) para invernar en España y vuelven a sus territorios de cría a partir de mediados de febrero (contrapasa). Se ha controlado la invernada de palomas torcaces en el cuadrante sudoccidental ibérico, unos 100.000 Km2, en el que se Incluyen parcialmente las provincias españolas de Salamanca, Ávila, Toledo y Ciudad Real, Sevilla, Huelva, Córdoba y Cádiz (y Cáceres y Badajoz y en Portugal se ha controlado: Castelo Branco (Beira Interior), Santarém (Ribatejo) y Portalegre, Evora y Setúbal (Alentejo). En la península invernan a las orillas del Tajo entre 2’5 y 4’7 millones de palomas, dependiendo sobre todo de la producción de bellotas de los montes querenciosos. La paloma torcaz se ha hecho sedentaria y algunas son ya urbanas durante todo el año, ocupando los parques de las grandes ciudades europeas, donde las poblaciones empiezan a ser significativas. La especie camina hacia densidades preocupantes como plaga. NORMATIVA SOBRE LA ESPECIE: PERIODOS DE REPRODUCCIÓN Y MIGRACIÓN PRENUPCIAL Los periodos de caza de la paloma torcaz (Columba palumbus) que permite la normativa europea y nacional vigentes, excluyen los periodos de reproducción y de migración prenupcial de la especie, dando así cumplimiento a las directrices de regulación europea (aconsejadas por el Comité ORNIS) y que han sido recogidas en el artículo 7 (4) de la Directiva 2009/147/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de noviembre de 2009, relativa a la conservación de las aves silvestres (norma jurídica codificada de la Directiva 79/409/CEE del Consejo, de 2 de abril de 1979). La ley española 42/2007, de 13 de diciembre de 2007, de Patrimonio Natural y Biodiversidad, traspone para España esas obligaciones. El artículo de la directiva europea citado obliga a proteger la paloma torcaz, prohibiendo su caza, entre el 11 de febrero y el 20 de agosto, ambos inclusive, por estar entre esas fechas el periodo de migración prenupcial y de reproducción: Reproducción 3ª DECENA MARZO a 2ª DECENA AGOSTO Migración prenupcial 2ª DECENA FEBRERO a 3 ª DECENA MARZO El Comité ORNIS, ente asesor creado para interpretar la Directiva Aves citada, puntualiza (Punto 2.7.2), «Los datos sobre los periodos de reproducción y migración prenupcial se presentan en periodos de diez días, que es el grado de precisión. Por tanto, una superposición de diez días se califica como ‘coincidencia teórica’ ya que en diez días es posible que no haya coincidencia de hecho; que no haya ‘coincidencial real’». Esto nos indica que, de acuerdo con la norma, podría aceptarse la caza de la paloma torcaz adelantando diez días el inicio de la caza (Desde el 10 de agosto) y posponiendo la veda otros diez días después de la fecha citada (Hasta el 28 de febrero), sin contravenir la directiva europea. Pero estas fechas no resuelven la apetencia de los palomeros que históricamente cazaban una cantidad muy prudente de animales en la llamada contrapasa, que es el periodo durante el cual la paloma inicia el retorno hacia las zonas de nidificación europea. LA CAZA DE LA TORCAZ DURANTE LA CONTRAPASA La caza de torcaz durante la contrapasa ha sido siempre una ilusión y la única referencia cinegética válida para muchos cazadores específicos de torcaz, principalmente del País Vasco y Navarra, dos territorios donde llevan 700 años cazando la paloma en pasos tradicionales. Hay citas en el Fuero de Navarra del siglo XIII indicando medidas de protección para la especie que empezó a ser cazada por los monjes de Roncesvalles en las cercanías de los conventos. La entrada de palomas por el Pirineo (pasa) se inicia históricamente hacia el 20 de septiembre y se prolonga hasta el 25 de noviembre, afluyendo con mayor intensidad durante la luna llena. La contrapasa tiene lugar entre el 15 de febrero y el 20 de abril. El artículo 9 de la Directiva 79/409/CEE, ya citada, apunta una manera excepcional de posibilidad de caza controlada de aves que, entiendo yo, haría posible la caza de una pequeña cantidad de torcaces, como es la que se hace durante la contrapasa. Esta posibilidad permitiría no tener que renunciar a una modalidad ancestral y cultural de caza en España. Dice ese artículo citado: «Los Estados miembros podrán introducir excepciones a los artículos 5, 6, 7 y 8, si no hubiere otra solución satisfactoria, por los motivos siguientes: ? para permitir, en condiciones estrictamente controladas y de un modo selectivo, la captura, la retención o cualquier otra explotación prudente de determinadas aves en pequeñas cantidades». La caza de la paloma torcaz en contrapasa, en los pasos tradicionales, está estrictamente controlada y se trata de una explotación prudente y en pequeñas cantidades, pues no llega a los tres mil ejemplares a extraer de una población de al menos seis millones de palomas que se mueven en España. Por tanto, esta modalidad de caza quedaría amparada por ese artículo. CAPTURAS No se dispone de estadísticas de capturas en España de la paloma torcaz, aunque se estima que se cazan cada temporada alrededor de un millón de torcaces. Se conoce con precisión que la caza en contrapasa estaba entre las 2000 y 3000 palomas cada año. La fundación FEDENCA, de la Real Federación Española de Caza ha iniciado a partir de la temporada 2010-2011 la estadística de capturas en España, partiendo de las declaraciones que hacen los titulares de los cotos. Estamos en estos momentos en la fase de recopilación de datos que hemos solicitado a todas las direcciones generales. LA CAZA DE LA TORCAZ POR DAÑOS La paloma torcaz provinente de Europa nos visita durante cinco meses comiendo de la montanera y de la producción de cereal y maíz. Dada la enorme cantidad de efectivos y a pesar de que tiene un periodo de caza amplio entre media veda, pasos tradicionales y periodo hábil, es posible que tengamos que pedir control de la especie por daños a la agricultura y por invasión de las ciudades, durante gran parte del año. Han empezado a colonizar los jardines de las ciudades, comen acompañando a las palomas bravías y disputan las migajas de pan con las que algunos ciudadanos ceban a las palomas de ciudad, que luego deben ser controladas/eliminadas por los ayuntamientos, pues están creando problemas de salud, plagas de roedores y deterioro de monumentos y edificios. El problema se está empezando a complicar al pedir ya algunos agricultores los daños de la torcaz (yo he visto un buche de 17 bellotas pequeñas y otro de alrededor de noventa granos de maíz) y será necesario cazarla en cualquier fecha y circunstancia. LA CAZA DE LA TORCAZ CON CARÁCTER GENERAL No es un asunto desconocido para la mayoría de los lectores pero, como iniciaba este artículo, siempre hay jóvenes recién llegados a nuestro oficio que agradecen estos datos, conocidos de sobra por los cazadores veteranos. La torcaz se caza en media veda, también durante todo el periodo hábil de caza menor y como migratoria en pasos tradicionales, generalmente a partir de septiembre. Siempre entre las fechas de 21 de agosto y 10 de febrero. Durante estos periodos la paloma torcaz puede cazarse o Con escopeta al salto y en mano. (En media veda y durante el periodo hábil) o Desde puesto fijo en pasos migratorios tradicionales o Con cimbeles desde puesto fijo La caza al salto o en mano se ejercita en media veda y durante el periodo hábil, habitualmente sin perro, recorriendo el monte o cualquier masa forestal y disparando a las palomas que saltan ante la presencia del cazador. Es recomendable llevar el viento de cara para evitar salidas distantes, que permite a la paloma camuflarse entre la foresta y obstaculizando el posible disparo. En la media veda se suelen cazar las que han criado en el lugar. Si se trata de monte propicio con presencia cercana de comida, (cereal y leguminosas) las torcaces pueden quedarse hasta la llegada de la montanera (a mediados de septiembre) y prolongarse hasta la invernada. Durante ese periodo y en el periodo hábil se cazan al salto y en mano, y más habitualmente desde puestos fijos situados entre dormitorios y comederos, en ida y vuelta, colocándose el cazador bien camuflado para evitar ser visto dada la facilidad de percepción que tienen estas palomas para ver y esquivar el lugar donde se produzca cualquier movimiento sospechoso. Los reclamos o cimbeles se colocan en montes y dehesas donde evolucionan los bandos en busca de comida y cercanos al puesto donde está amagado el cazador a la espera. No se permite la caza a la espera en bebederos habituales. De septiembre a noviembre se cazan las torcaces migratorias que entran desde el norte de Europa por pasos tradicionales habitualmente en los Pirineos, Sistema Ibérico y Sistema Central. También pueden cazarse en pasos no tradicionales si son incluidos en POC de cada coto. Este tipo de caza se autoriza diariamente durante el tiempo de migración (actualmente dos meses) y desde puestos fijos, habitualmente colocados en las cuerdas y cumbres de las montañas y laderas donde el cazador no puede deambular por los puestos, ni transitar alrededor con la escopeta desenfundada. MÉTODOS HISTÓRICOS DE CAZA: *Red y reclamos *Reclamo mutilado *Con lazos en los abrevaderos Desde el año 1300 está datada en los archivos de Pamplona la caza de torcaces con red siendo célebres las palomeras del Pirineo (Roncesvalles, Valcarlos, Aldudes, Echalar, Sare y otros).
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