«… o me voy a mi casa»

El pasado 28 de junio se celebraron elecciones a la presidencia, tanto de Mutuasport como a la Real Federación Española de Caza. Como era previsible, Andrés Gutiérrez renovó los dos cargos, si bien el de la presidencia de Mutuasport con mucho mayor margen que el de la RFEC, debido, fundamentalmente, a que algunos delegados empiezan a considerar que no es positivo que la misma persona sea presidente de ambas instituciones, por lo que el día de las votaciones utilizaron su sufragio en sentido contrario.


Empieza pues, Andrés Gutiérrez un nuevo mandato en el que el conjunto de los cazadores, federados o no, tiene puestas muchas expectativas y, bastantes de ellos, muchas esperanzas. El señor Gutiérrez ha expuesto públicamente —tanto en su discurso de la manifestación del 1 de marzo como en declaraciones a nuestra revista— el proyecto que tenía para la RFEC. Proyecto que La caza y su mundo comparte, apoya y apoyó en su momento. Este proyecto de más de diez puntos se puede resumir en dos y que para que no haya dudas los recordamos de nuevo. 1. La caza no es un deporte. Si la actividad cinegética en alguna de sus manifestaciones pudiera tener una vertiente deportiva habrá una sección de la RFEC que coordinará esos eventos y de la que serán eliminadas disciplinas que poco o nada tiene que ver con la caza y que, además, crean mala imagen social. 2. La RFEC se abrirá al conjunto de los cazadores otorgándoles el derecho a decidir. Por tanto, sus dirigentes, y en especial su presidente, será elegido con la participación de todos ellos, de una manera mucho más democrática que la actual para lo cual se crearán las estructuras necesarias. Son de sobra conocidas las dificultades con las que se va a encontrar el Presidente de la RFEC para modernizar una estructura secularmente inmovilista. Y si bien no hay que olvidar que la caza está descentralizada, no es menos cierto que el medioambiente no debe tener fronteras y que su gestión y normativa debería ser un todo consensuado. Por lo que tiene mucha más altura de miras un proyecto con una única voz que otro con diecisiete voces. Prueba de estas dificultades son las declaraciones que Andrés Gutiérrez ha hecho en petit comité desdiciéndose de las declaraciones hechas a nuestra publicación, así como acusándonos de tergiversar sus palabras. Él sabe que no es cierto. Y que empleó ese argumento cuando vio que podía peligrar su reelección. Pero, por otro lado, todos hemos podido constatar que los cazadores de a pie están mucho más de acuerdo y estarían mucho más comprometidos con un proyecto que les diera voz y voto que no con otro que sólo les pide dinero para su licencia federativa. Que se sentirían más identificados con una actividad que, en muchos casos, es una manera de vivir que no con la que representa falso deporte y muchas veces con trampas; en definitiva, un proyecto que quisiera contar con todos para poner a la caza en el lugar que le corresponde. Muchos somos, pues, los que esperamos pasos en esa dirección; y muchos seremos los que se lo recordaremos permanentemente si no los llevara a efecto. El Presidente de la RFEC con el nuevo equipo ministerial va a pisar, en un año, mucha más moqueta que en los cuatro anteriores. Esperamos que esas especiales sensaciones no le reblandezcan la voluntad ni le emboten el cerebro. En aquella controvertida entrevista, así como en otras manifestaciones públicas, el señor Gutiérrez terminaba con una frase lapidaria: «O eso, o me voy a mi casa». Ojalá que los cazadores no tengan que ayudarle a hacer la maleta.
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