A través del galgo ha robado en España la monarquía, los gitanos y algún que otro paisano

En España tenemos un grave problema canino como consecuencia de carecer de un censo homologado y microchipado tal y como lo tenemos de las diferentes cabañas ganaderas. Cuestión que se descuidó sistemáticamente para dejar las manos libres a tratantes caninos, clubes de raza y demás entidades al respecto.


Ya sé que los veterinarios hacen de oficinas colaboradoras del Estado por una simple limosna. Ya sé que está el REIAC – Identificación de Animales de Compañía, pero los propietarios no suelen dar las bajas por defunción y hay muchos perros sin microchipar. ¿Alguien ha visto un censo de perros por autonomías? Pero hoy no toca ahondar en esta cuestión.
En el tema de los galgos se hila muy fino y aprovechando las nuevas tecnologías, en la carta genealógica del can (Pedigrí), están incluyendo el ADN de tal manera que pasado algún tiempo puedan disponer del ADN tanto de las ascendencias del galgo como de sus descendencias, cuanto si más del ADN del galgo en cuestión. Y esa gran decisión ya ha dado sus frutos al más alto nivel y, aun cuando decían de suspender el campeonato con bravuconadas impropias de gente civilizada, aquí no se suspendió nada. A quienes practican la contumelia, hay que «sostenella pero no enmendalla». SANTO DIOS, GALGOS SUELTOS EN CIUDAD RODRIGO Miren ustedes, hay perros sueltos por toda España y en el monte constituyen un grave peligro. En cada zona hay más perros de aquellas razas que más abundan debido al pastoreo y a la caza, entre otras funciones, lo raro sería que hubiese rinocerontes en Ciudad Rodrigo, pero por tres galgos ya se pone el grito en el Cielo. Galgos que posiblemente sean robados y los esté buscando el dueño o los dueños. ¿Qué hacen los servicios municipales al respecto?
Pero si ya dijo el SEPRONA en su día, que los perros de caza eran los menos maltratados, abandonados, matados y ahorcados por mucho que le doliera a PACMA, que de esto ha querido hacer forma de vida metiendo a PODEMOS en un callejón sin salida con el tema del lobo. LOS ROBOS DE GALGOS EN ESPAÑA En el Mundo Rural Español, donde se caza con galgos se vienen robando sistemáticamente desde hace más de 40 años. Y algunos a punta de pistola y todo. Los ladrones son unos cobardes debido a que los pueblos están semivacíos y los robados se callan por miedo a represalias. También los roban a la chita callando en las ciudades y pueblos principales, pero en menor medida. Y sí. La mayor parte de los ladrones son gitanos, mercheros o personas muy marginales a juzgar por las detenciones que lleva a cabo la Guardia Civil, los comentarios de la gente del Mundo Rural y los amigos celadores que un servidor tiene en algunas prisiones. Aquí no hay nada que discutir, miren en Internet y después de leer los artículos al respecto, opinen los unos y los otros. Los ladrones de galgos suelen estar organizados en mafias zaparrastrosas y de mal fario que organizan carreras ilegales, y todos aquellos galgos que no les corren como ellos quieren les dan muerte con alharacas y publicidad para desacreditar al colectivo galguero a fin de que no les hagan caso cuando vayan a denunciarles. Es evidente que ni todos los gitanos ni todos los particulares robamos galgos, pero porcentualmente se lleva la palma el colectivo gitano. No ignoro que a cuenta de los gitanos roban los paisanos. Pero todo el colectivo que roba es harina del mismo costal. Carne de prisión, por lo general.
UNO DE LOS ROBOS MONÁRQUICOS DE LOS BORBONES EN ESPAÑA Tengo que confesarles que soy un empedernido lector fundamentalmente de los clásicos y de un devenir de España a partir de 1930 que todavía no lo tengo claro. No hace mucho que cayó en mis manos el libro titulado La Pasión de Pilar Primo de Rivera, escrito por José María Zavala, y mira tú por donde al llegar a la página 61 me encontré con el siguiente título: GALGO CORREDOR, y luego proseguía en el margen derecho y con letra pequeña diciendo: «La camarilla regia ha explotado en España fraudulentamente, con el apoyo de don Alfonso de Borbón, el fabuloso negocio de las carreras de galgos en pista con apuestas mutuas», Heraldo de Madrid, 8 de abril de 1932. Luego, mirando en Internet, me encontré con la propagada del libro de Pilar y el de su hermano José Antonio Primo de Rivera (me he leído ambos y no me han defraudado). Dice José María Zavala: «A los Borbones, en este caso, encaja como anillo al dedo el célebre adagio ‘de casta le viene al galgo’. Todo empezó con una denuncia de la que tuve conocimiento al leer el Heraldo de Madrid del 8 de abril de 1932. El periódico titulaba así su editorial: Una gravísima denuncia ante la Comisión de Responsabilidades». Y sigue en un brillante relato que ni don Ramón María del Vallé Inclán lo haría mejor en su célebre Corte de los Milagros donde, en aparente sainete, relataba fielmente la vida, obra y milagros de Isabel II, abuela de Alfonso XIII (el galguero). SOBRE LAS APUESTAS GALGUERAS EN CANÓDROMOS IMPROVISADOS O DE TERCERA El Canódromo Meridiana cerró en 2004, siendo el único recinto de España donde se podía apostar en carreras de galgos de los 18 que hubo en España en su día. Dejó sin trabajo a sus 54 trabajadores y a más de 700 galgos. Osuna, el último canódromo de España. Su promotor, José María Rodríguez, de 75 años, lleva 40 años haciendo carreras de galgos y echa de menos su pasado esplendor. (ABC -17-06-15). La Federación Española de Galgos sustenta dos modalidades galgueras. Galgos en Campo y Liebre mecánica. Los galgos en campo es la más parecida a la caza con galgos, modalidad muy arraigada en las grandes llanuras del Mundo Rural Español como por ejemplo: La Moraña, Tierra de Campos, Osuna, etc. etc. En España hay muchos lugares donde se pueden celebrar carreras de galgos. El secreto consiste en construir una pista en terrenos agrícolas recolectados, basta pasar una motoniveladora, establecer los límites y a otra cosa.
Claro que hay carreras clandestinas de galgos en España. Allí van los paisanos que creen tener o tienen el mejor galgo y, si es bueno, alguien lo ojeará y pasara a las mafias galgueras. Y como el galgo es un animal muy de su amo y suele estar muy bien cuidado por éste, cuando pasa a manos de semejantes raptores, se viene abajo y es entonces cuando lo matan a trompazos o lo cuelgan de un árbol para, encima de robar al prójimo, ensuciar su reputación. Pero este es un tema tabú que puede resumirse tal y como yo lo he hecho. El resto son florituras y eufemismos para que gran parte de los desocupados por vocación saquen pecho y encima ganen dinero con sus fechorías. Jamás se fíen de nadie que esté metido en el trapo de forma opaca o quiera organizar carreras a la chita callando. NUNCA. Otra cosa son las exhibiciones galgueras que debieran de estar subvencionadas. Otra cosa son las carreras entre amigos sin dejar que merodee ningún desconocido. Si se arrima algún ajeno sepan que si se les planta cara, son unos cobardes. Los ecologistas se meten con los últimos moradores del Mundo Rural, pero no se meten con los de la faca o la pistola por pura y simple cobardía. ¡¡¡Dense un paseo por sus barrios!!! Venga, valientes. Que allí hay galgos y perros en muy malas condiciones. ¡¡¡Perroflautas de los cojones!!! Dados estos condicionantes, que no son moco de pavo, es muy difícil hacer una entrevista a un galguero y sus galgos y mucho más, fotografiarlos.
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