Tambien ha fallado la «contrapasa» de la codorniz

Algún avispado, con intereses en el tema o descalificado para opinar de lo que desconoce, primero dijo que las codornices se había ido al norte de España y mintió descaradamente. Luego, ante el fracaso estrepitoso de los primeros días en TODA ESPAÑA, dijo que las codornices se habían ido al norte y que luego bajarían.


Pues bien: no han bajado, y quienes así opinaron, con pábulo de sabiondos consagrados y salvadores de la Venatoria Española, debieran de haber permanecido callados por no saber del asunto o quedar muy a las claras sus intereses económicos o de otro tipo. Mintieron y, sin ambigüedades, son unos sinvergüenzas. Es por lo que los cazadores necesitamos entidades democráticas (un hombre un voto) que nos salven de los salvadores y mendaces escritores del momento. Prebostes, que además de incultos, vagos y mentirosos, se las dan de salvadores.
¡ES IMPOSIBLE QUE VUELVAN LAS CODORNICES! A la maraña de cableados aéreos sin señalizar se suman los molinos eólicos que matan hasta a los murciélagos (no es broma, pues está debidamente reconocido por científicos diferentes a los de la vacuna federativa del conejo). Instalaciones que se tiraron a conveniencia de las grandes empresas sin importarles si atravesaban chorros migratorios o se instalaban en ellos. Con pregonar a los cuatro vientos que España era la nación del mundo que más molinos tenía ya se llenaron la boca los políticos. Bueno, la boca y alguno los bolsillos. Luego, está la contaminación lumínica, que con la nueva Ley de Costas, en la que tampoco se han tenido en cuenta las migraciones y mucho menos el medio ambiente, no tienen donde posarse antes de cruzar el mar al venir o al marchar.
Miren ustedes, con la recogida de la paja y el paso de la grada o el arado no se ha hecho más que comenzar a tratar el campo que las debía de cobijar en esta nuestra Hispana parada de su vuelta para aquellas que se fueron sabe Dios dónde, que nuestros cráneos privilegiados de la venatoria Española lo ignoran y quieren pasar página de inmediato. No tan deprisa, sinvergonzones. No. No me olvido del cambio climático a cuyos irresponsables mandatarios ha tenido que llamarles la atención hasta Su Santidad. Pero en España no cree en el cambio climático ni el presidente Rajoy. Síííí, él mismo hizo declaraciones al respecto poniendo por testigo a un familiar suyo.
Miren ustedes: • Después de arado el rastrojo o pasada la grada, si llueve vuelven a salir especies subyacentes de inmediato y se vuelve a arar (binar) para matarlas. • Si hay muchas especies subyacentes (malas hierbas) después de alzar, vinar o no pasar ningún apero que mueva la tierra, se echa Glifosato para secar todas malas plantas. El Glifosato es un veneno letal que se utiliza hasta en las cunetas de muchas carreteras de España tanto estén cerca como lejos de los ríos. • Después del verano, se vierten en el campo tanto los abonos sólidos como los líquidos (purines), cuyo problema está todavía sin resolver en España poniéndose con ello en peligro el cumplimiento de la directiva conocida como IPPC (protección integral contra la contaminación). Esto es muy largo de explicar y lo haré a su debido tiempo. Síííí, también ha habido cazo en esto. • Después de dejar los rastrojos pelados, las ovejas limpian las linderas y no se ve en el campo más que rapaces hambrientas las cuales dan buena cuenta de todo aquello susceptible de ser comido. Y LO COMEN. Hay más rapaces que las que puede alimentar el medio y el Estado no habilita comederos más que para las necrófagas. Matan más los coches, debido al debilitamiento de ellas por hambre, que esas pírricas cinco especies que los ¿ecologistas? dicen que se tirotean en la media veda. • Dado que no hay un mapa de suelos en España, se echa dolomita y productos similares por doquier. Un polvo en superficie que no invita a meterse al perro y mucho menos a las codornices. • A las patatas, antes de cosecharlas, se las riega con Glifosato para poder cosecharlas con la nueva maquinaria. • Miren ustedes, la concentración parcelaria sigue haciendo estragos y no veo a ningún ecologista intentando salvar a las alaúdidas, pongo por caso. Les veo muy sensibilizados con el tema de los lobos: ¿por qué será? No lo duden, porque hay parné de por medio. • ¿Dónde quieren que se posen las codornices que no hay? Vayan ustedes a mentir a otra parte, lean algo y estúdiense la agricultura que desconocen de la que sólo ven que no hay pajas en los rastrojos. • Sí, claro he resumido por no hacer plúmbeo este post. Pero lo fundamental está ahí.
¡YA ESTÁ BIEN DE ECHAR LA CULPA A LOS AGRICULTORES DE TODO! La agricultura en España está tan mal o peor tratada que la ganadería. Un agricultor, para no arruinarse de golpe y porrazo, necesita unas extensiones de tierras con cuyo laboreo no puede andar en contemplaciones. Es más, en muchas ocasiones estamos hablando de grandes empresas que hacen outsourcing de todo, cuanto si más de la recogida del grano cuya maquinaria es carísima y la subvención es pura pantomima para todos a excepción de los grandes capitales. A los agricultores para que restituyan hábitats, en la manera de lo posible, habría que abonarles su porqué como se viene haciendo con las avutardas, única ave esteparia que… mantiene el tipo. Pero no nos engañemos, el agricultor español es un mero eslabón de una cadena de producción a las órdenes de las multinacionales de la maquinaria y del veneno.
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