El oro del campo: los desmogues

Unas de las curiosidades de la naturaleza que más llama mi atención en estas fechas es la época del desmogue. Es el periodo en el cual los cérvidos se desprenden de sus cuernas y empieza el nuevo ciclo de crecimiento. Desde ahora y hasta el mes de agosto aproximadamente, ciervos y gamos comienzan a formar sus nuevas cuernas en un crecimiento lento y que se ve influenciado por varios factores.


Uno de ellos, quizás el más importante, sin inmiscuirnos en temas genéticos, es el que depende directamente de sus fuentes de alimentación. Es por ello que el tiempo y las lluvias son fundamentales para su buen crecimiento. Un año seco es malo para el desarrollo de estos, ya que necesitan los nutrientes que los ricos y frescos pastos les aportan para generar la nueva cornamenta. De aquí es de donde obtienen el calcio y otros minerales necesarios para portar sus galantes trofeos que estarán totalmente formado a finales de verano, y que mostrarán orgullosos en la próxima berrea.

El título de este artículo explica la situación actual de los desmogues, pues en los últimos años han adquirido un alto valor en el mercado debido a la gran demanda que tienen en los países asiáticos. La medicina tradicional de algunos de estos lejanos rincones del mundo les atribuye propiedades curativas contra el cáncer o como potentes afrodisíacos, algo que no está científicamente probado por la medicina moderna.

Con estas premisas, un solo kilo de cuerna puede llegar a alcanzar casi 40€, cuando su precio normal se ha situado en los 15-20 euros.

Estos precios al alza han motivado la aparición de mafias y redes de tráfico ilegal que, atraídas por la codicia y el dinero fácil, no han dudado de asaltar fincas privadas o entrar en almacenes para robar desmogues y luego venderlos de forma ilícita en el mercado negro.

Yo, sin embargo, cuando empieza la primavera suelo ir a la finca de mis tías y dar un paseo por si hay suerte y encuentro alguno. Me gustan mucho como quedan de elementos decorativos en casa, hacer centros con ellos o incluso colgarlos en la pared si encuentras la pareja, aunque es poco probable ya que es difícil dar con ambos. Una forma divertida de pasar una jornada de campo y poder hacer otro tipo de caza en época de veda.

Esperemos que en estas fechas próximas venga un poco de agua, ya que el campo lo necesita y sabrá agradecerlo, porque se está quedando muy seco y no es bueno ni para las futuras parideras, ni para los cérvidos, que verán perjudicado el crecimiento de sus futuras cuernas de cara a la próxima temporada…

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