Formación medioambiental

Esto es una gran noticia, que pone de manifiesto la preocupación de la sociedad por el cuidado de la naturaleza y de la regulación de las actividades que la atañen.

Sin embargo, no es así para el mundo de la caza y la pesca, ya que la formación específica relacionada con los aprovechamientos cinegéticos y piscícolas va a menos.

En el curso 2007-2008 tuvo lugar la aparición del título de grado Experto en Caza y Pesca en la Universidad Politécnica de Madrid, que se impartió en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes. Dicho título —tengo el honor de pertenecer a la primera promoción y haber sido profesor de otras que le sucedieron—, constaba de dos cursos que recapitulaban asignaturas imprescindibles para formar profesionales en la gestión de la caza y la pesca. Desafortunadamente el título de grado ya no se imparte, por falta de matrícula, lo que sin duda ha sido debido a la sobrecarga que suponía añadir los estudios a las carreras en las que no está presente este tipo de capacitación tan necesaria.

En las carreras universitarias donde había disciplinas relacionadas con la gestión de los recursos cinegéticos y piscícolas ya no existen estas materias como tales. La formación que se impartía en las Escuelas de Ingenieros Forestales y de Montes seguía el modelo que se estableció años atrás en las capitales europeas por ingenieros checos, alemanes, franceses y escandinavos, donde Caza y Pesca era una asignatura troncal anual.

Esta ingeniería está distribuida por todo el mundo, pero en general la asignatura ha desaparecido. En algunas universidades de Sudamérica forma parte de la asignatura de Zoología, en el epígrafe titulado Manejo de Fauna Salvaje, traducción directa del inglés. Pero no aparece en ningún caso la palabra Caza o Cinegética en los planes de estudio.

Incluir la formación de gestión cinegética y piscícola en otra materia da lugar a que solo se la pueda mencionar de refilón, sin impartir conceptos fundamentales. De hecho, que pase a formar parte de la zoología sería el equivalente a incluir en la asignatura de botánica la de aprovechamientos forestales, en las que es evidente que lo único que tienen en común es la aparición de los nombres de los árboles en los textos objeto de estudio.

En diversas reuniones en colegios de ingenieros en Argentina, donde ejerzo la profesión, la carencia de formación en este ámbito es una gran preocupación. Se ha propuesto establecer un curso de complementos formativos, para poder retomar estas enseñanzas.