Amigos del fraude

Hará unos meses, en el rastrillo de perros del Club de Caza, leí un mensaje de un tipo que buscaba un pointer macho, cachorro de pocos meses, la cabeza negra y el cuerpo blanco, con alguna mancha en un punto muy, pero que muy concreto, y decía que no importaba que no tuviera pedigrí. ¿A qué venía tanto detalle?


Puedo estar equivocado, pero apostaría algo a que ese tipo quería cometer un fraude. Seguramente tendría un cachorro similar con pedigrí o inscrito en el LOE, éste moriría y andaría buscando un clon para fingir que ése era el perro auténtico. Estas cosas ocurren, no sé con qué frecuencia, pero pasan. Una vez oí a un aficionado criador decir serenamente, con toda naturalidad, que había "colado" en una camada de pointers inscrita en el LOE a un perro de otros padres, que sólo era cinco o seis días mayor que los demás. Salvo una prueba de ADN, supongo que sería imposible descubrir el fraude. Ignoro si el tipo del anuncio acabó consiguiendo el cachorro que buscaba. Pero sepan que, si lo ha hecho, por ahí anda suelto un granuja dispuesto a cruzar como pura sangre a un pointer que no lo es, posiblemente vendiéndolo como un falso hijo o nieto de campeones, ese reclamo que tanto se estila y que tanto deslumbra.
Comparte este artículo

Publicidad