Estrategia para frenar el declive de la perdiz roja (II)

El objetivo principal es frenar el declive de todas las especies que conviven en el medio agrícola.


Actualizado

El proyecto Estrategia para frenar el declive de las aves asociadas a los ambientes agrícolas en la península Ibérica. Caso de la perdiz roja (Junio 2017), que ya he citado el mes pasado en FEDERCAZA y en otros medios (Club de caza, El coto de caza, Radio Marca) titulando como “Estrategia P.R. (I)” es un compendio de directrices para que los técnicos que lo dirigirán las ajusten a sus criterios y a las condiciones de los cotos de aplicación en diferentes comunidades autónomas.

En la propuesta de actuación marcamos la pauta de las acciones necesarias para frenar el declive y reiniciar la recuperación de toda la fauna asociada, tomando a la perdiz roja como ejemplo. El proyecto tiene una serie de condiciones especiales que le hacen singular. Esbozamos algunas.

Estrategia para frenar el declive de la perdiz roja (II)
Perdiz roja macho con perdigones de una semana (Manzano J.).

El proyecto está avalado por varios científicos y universidades

En principio este proyecto de directrices va a ser el mismo a aplicar en diferentes comunidades y el guión definitivo de la intervención se acordará entre los diferentes equipos directores; uno por cada territorio, que serán coordinados por el de uno de ellos, que es un investigador muy presente en este trabajo y de reconocido prestigio en estudios de perdiz roja: José A. Pérez Garrido, doctor en veterinaria por la ULE.

Estamos pidiendo a varios equipos científicos de diferentes universidades y centros de investigación que vayan ajustando el guión común y las directrices generales a sus criterios y al territorio de actuación para establecer un modelo común, acordado por todos los técnicos. Los resultados cualitativos van a ser diferentes según cada territorio pero, si no sobreviene nada extraño, van a ser iguales cualitativamente: todas las aves del medio agrícola, entre ellas la perdiz roja, van a aumentar en los cuatro años con las intervenciones de mejora que propone el proyecto. Los equipos científicos directores van a certificar al final de cada año de proyecto (octubre) los resultados que obtengamos con este modelo de actuación aplicado en los cotos prototipo y con ello, quedará avalado por una parte sólida de la comunidad intelectual española, al refrendarlo diferentes grupos de investigación.

Duración de cuatro años agrícolas y cinegéticos

Cada año censaremos las poblaciones de todas las aves y el incremento esperado por las bondades de la intervención

Los cronogramas de actuación se han ajustado al año agrícola y al cinegético teniendo en cuenta que coinciden ambos en el inicio y el final: el mes de setiembre. Y así fue toda la vida, la caza empezaba en setiembre, aunque ahora la menor la hemos retrasado con buen criterio al mes de octubre. Este mal año mejor aún si lo posponemos a noviembre. Cada año censaremos las poblaciones de todas las aves y el incremento esperado por las bondades de la intervención. Intentamos certificar con los resultados a obtener con este proyecto, que con agricultura ecológica y con buena gestión cinegética la recuperación está asegurada, como ya hemos comprobado en modelos de este tipo de agricultura.

Como somos conscientes de que la agricultura ecológica para todos los territorios es una utopía —hay 2 millones de ha ecológicas de los 25 millones de ha agrícolas afectos en España—, queremos dar un primer paso actuando en unos cotos para crear un hábitat más adecuado a la fauna, que mejore un modelo actual de coto de agricultura intensiva, que es el común en España, y que nos servirá de prototipo a repetir en otros cotos que se deseen mejorar. Por supuesto vamos a actuar con todas las aplicaciones de la buena gestión cinegética. Ya lo explicaremos.

Las mejoras son para toda la fauna, incluida la cinegética

Estrategia para frenar el declive de la perdiz roja (II)

Avutarda juvenil (Romero M.A.).

A todos nos preocupa la perdiz roja, pero la mayoría hemos dejado de ver en el campo mucha fauna que nos era muy familiar y queremos que vuelva. Por eso, este proyecto marca unas directrices para conseguir frenar la caída de todas las aves de los sistemas agrícolas intensivos, que son los más comunes y es donde desarrollan su dinámica poblacional y resuelven su crianza algunos pájaros como alondras, calandrias, cogujadas, trigueros, gorrión común y otros; aves esteparias como ganga y ortega, sisón y avutarda, alcaraván y algunas rapaces, a la vez que dos gallináceas: perdiz y codorniz, que son para nosotros más famosas y preocupantes. Como consecuencia de la pérdida de biodiversidad, muy especialmente en los últimos 35 años, prácticamente todas esas aves y pájaros citados sufren una declinación generalizada y para algunas empieza a ser crítica, a tenor de lo que manifiestan los datos.

Estrategia para frenar el declive de la perdiz roja (II)

Cogujada montesina (Pérez J.A.).

De todas las aves citadas, la perdiz roja es la especie silvestre más emblemática, junto a la avutarda. La perdiz roja silvestre es una especie prototipo muy adecuada como imagen y marchamo de la calidad ecológica de todo el agro-sistema cerealista, pues convive con algunas o todas las aves citadas en el punto anterior y está presente en todos sistemas existentes desde el nivel del mar, hasta los 2.500 m de altitud (Sierra Nevada) en alta montaña. Por eso y porque tenemos más datos, nos referimos a ella como protagonista del proyecto.

El 75% del presupuesto se invierte en el medio rural

Para que el proyecto sea posible es necesario que todos los actores, especialmente los más afines: agricultores y cazadores, vayamos de la mano buscando unos objetivos comunes y tengamos alicientes suficientes para trabajar hermanados buscando el buen fin del proyecto. Debemos ser todos conscientes de que el intento no puede hacerse a cuenta y cargo de los agricultores, que obviamente no lo aceptarían, o los cazadores, muchas veces una misma persona, que estamos en el límite de esfuerzos y en muchos casos de posibilidad económica. Las actuaciones agrícolas y otras acciones, requieren labores de personas del medio rural; por ello el 75% del presupuesto se aplicará en cada territorio para ese fin.

Cuatro modelos de coto

Definimos en el estudio los cuatro tipos de coto habituales en la península Ibérica, aunque actuaremos solamente en tres. Actuamos en el coto A, el óptimo, que es el coto de agricultura ecológica, en la parte de gestión cinegética, pues hemos comprobado que solo la agricultura ecológica no mantiene las poblaciones de aves y lo contaremos con datos del autor (Pérez Garrido JA. 2016), cuando definamos las acciones en los cuatro cotos en el próximo artículo (III) de esta serie.

Es necesario que agricultores y cazadores vayamos de la mano buscando unos objetivos comunes

La mayor actuación e inversión la haremos interviniendo en el coto B, prototipo, que es el más generalizado en España, que es un coto de agricultura intensiva y en el que se hace muy poca gestión del hábitat y cinegética. Vamos a realizar en este tipo de coto una disminución de la intensidad de biocidas estableciendo bandas sobre las que no se van a aplicar estos productos y otras mejoras, ajustando métodos agrícolas y creando lindes artificiales (caballones) en beneficio del hábitat. Para ello hay que pagar al agricultor las acciones y las mermas de producción que supongan esas adaptaciones, que estimamos van a requerir más de los dos tercios del presupuesto. En estos dos modelos de cotos vamos a hacer también mejor gestión cinegética, imprescindible para que las especies progresen.

Para medir bien al modelo prototipo le vamos a comparar con el óptimo (que siempre dará mayores censos), pero también con el modelo C de referencia y control, que es un coto también de agricultura intensiva cercano, pero en el que no se hace ninguna o muy escasa gestión de ningún tipo y nos servirá para comprobar que las mejoras hechas en el modelo prototipo aumentan las poblaciones respecto a este de control.

En ninguno de estos tres tipos de coto citados se deberá hacer ninguna suelta de perdices de granja, para no interferir en los censos que se medirán en diferentes épocas del año.

El modelo D es un coto sin perdices, o con una población muy residual, que suele ser un tipo más común de lo que quisiéramos. En esta primera fase no se va a intervenir en este modelo, a no ser que hubiera alguna financiación sobrevenida que lo permitiera. Requiere el único método de repoblación de perdiz roja que tiene posibilidades de éxito: el de cría semi-natural con progenitores silvestres, que describiremos en algún próximo artículo.

Modelo práctico y con resultados evidentes

Estrategia para frenar el declive de la perdiz roja (II)

Nido de calandria (Romero M.A).

Hay miles de estudios y referencias sobre la perdiz roja en la bibliografía editada. He leído últimamente algunas tesis doctorales sobre la perdiz roja y he comprobado por curiosidad que la media es de casi doscientas cincuenta referencias bibliográficas, aunque lógicamente muchas de ellas coincidentes. Quiero decir que ya hay bastantes cosas estudiadas de la perdiz roja por la comunidad científica, aunque hay aún algunas zonas de penumbra y desconocimientos, según apuntan ellos. Pero algunos veteranos cuando leemos los fundamentos técnicos, tenemos en mente ejemplos que podríamos poner.

Hemos comprobado de una manera evidente que las concentraciones parcelarias son un golpe bajo para las aves de ese coto, que divide por dos la población de perdices en los dos años siguientes a esas actuaciones agrícolas y algunas esteparias se marchan para siempre. Recuperar parte del hábitat destruido por las concentraciones se intenta en este proyecto con la reconstrucción de lindes y la recuperación de algunas antiguas parcelas perdidas. Está todo estudiado e inventado, pero hay que organizar la ejecución de lo que queremos hacer. Y en esas estamos.

Estrategia para frenar el declive de la perdiz roja (II)

Triguero con cebo (Manzano J.).

Creemos que estas actuaciones, que definiremos en el próximo capítulo, son las que debemos hacer sin derivar más estudios que los que suponen las mediciones de todos los parámetros que definen al hábitat y todos los que hemos referido o consideren medir los técnicos sobre las poblaciones de aves. Y eso es lo que hemos pedido a los científicos que ajusten en este proyecto. Controlando también las variables que induce la meteorología de cada temporada, que será muy similar cada año en esos tres cotos cercanos y todas las variables que los técnicos consideren, podremos comparar y demostrar que haciendo estas mismas actuaciones en cualquier coto de España, mejoraremos las poblaciones de especies asociadas al medio agrícola, en un porcentaje muy similar al obtenido en este proyecto.

Colaboración de los cazadores federados

Hemos solicitado subvenciones en las convocatorias abiertas hasta mediados de junio en Biodiversidad porque tenemos muy claro que las mejoras de la biodiversidad de nuestros campos debe ser un proyecto a pagar por los poderes públicos que son los responsables de la situación del medio ambiente del país.

Los cazadores, que van a comprobar como mejora su coto sensiblemente, deben colaborar en los censos, aportación de agua a bebederos, control de predadores y otras labores propias de una buena gestión cinegética. Para cumplir los objetivos del proyecto preferimos que se trate de un coto gestionado por una entidad federativa y así facilitar muchas de las actuaciones previstas.

Nuestro proyecto se puede compatibilizar con cualquier otro y en ese sentido estamos abiertos a cualquier tipo de colaboración, pues la sinergia mejora siempre las posibilidades de conseguir el objetivo principal: Salvar a la perdiz roja y a todas las especies asociadas al medio agrícola. Ya conocerán en breve el proyecto y nuestra actitud todas las federaciones autonómicas, pues así lo ha comunicado a todas ellas Santiago Iturmendi, presidente de la Oficina Nacional de la Caza, la Conservación y el Desarrollo Rural (ONC), que es la entidad promotora.

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