El perro de puesto (II)

Lo más corriente es comenzar a entrenar el cobro en forma de juego con una pelota de tenis. Está bien, pero cuidado con abusar de la pelota ya que al botar y rodar motiva en exceso al perro y puede crearle ansiedad, que normalmente se suele traducir en boca dura, de modo que las pelotas sólo al principio.


Vacio
Comparte este artículo

Publicidad