El perro de puesto (II)
Lo más corriente es comenzar a entrenar el cobro en forma de juego con una pelota de tenis. Está bien, pero cuidado con abusar de la pelota ya que al botar y rodar motiva en exceso al perro y puede crearle ansiedad, que normalmente se suele traducir en boca dura, de modo que las pelotas sólo al principio.
Jesús Barroso de la Iglesia
Jesús Barroso de la Iglesia |
2009-01-23T00:00
23/01/2009
| Perros, adiestramiento
Vacio