El gobierno australiano autoriza la caza de canguros debido a la sequía

Australia ha autorizado a los granjeros del Estado de Nueva Gales del Sur a cazar los canguros debido a la invasión que están sufriendo sus granjas por estos animales, a consecuencia de la severa sequía que vive el país.


 Canguros
Canguros

El estado se ha sumergido en una perenne sequía, una de las más demoledoras que se recuerdan. La situación es tan límite en las zonas rurales, dependientes de la agricultura y la ganadería, que el gobierno ha tomado la decisión de levantar el tradicional cupo de canguros a abatir.

La medida supone, además, facilitar de manera temporal a este colectivo el acceso a las licencias para cazar canguros, que en situaciones normales están muy restringidas.

Excesiva competencia por el agua y la comida

Las imágenes de animales concentrados en torno a un abrevadero, luchando entre ellos para llegar al agua, resume bien la situación de todo el estado. La competencia por los insignificantes trozos de hierba que aún resisten en el suelo australiano, han hecho que canguros y ganado compitan a vida o muerte por los escasos recursos que quedan.

En el último mes sólo han caído 10 mm de precipitaciones y se espera que la sequía se prolongue durante el próximo trimestre. Las reservas de agua ganaderas se han agotado, presas totalmente desecadas, así como los pozos naturales, los cultivos se han visto reducidos a polvo y miles de animales se movilizan en busca de agua.

Caza al canguro

Diversos científicos han apuntado que el comportamiento de los canguros es normal. Acuden a las cercanías de las granjas en busca de cualquier gota de agua que puedan encontrar y vigilan a los rebaños para alimentarse de los restos de los pocos pastos verdes que surgen, de tanto en cuando, allí donde resiste algo de humedad.

El ministro de Industrias Primarias ha definido la situación como una plaga. En tales circunstancias, el gobierno ha entendido que cazar canguros es una mal menor —hay más de 35 millones, más que australianos—. Las propias asociaciones en defensa del canguro se han mostrado comprensivas con la decisión.

A nivel económico también es un enorme problema

La situación es dramática para los ganaderos. Si no logran alimentar a sus animales los tendrán que vender o sacrificar, perdiendo grandes cantidades de dinero.

Según datos de la Oficina Australiana de Estadísticas, en el pasado junio se sacrificaron 655.621 vacas (7,8% más que el mismo mes del año anterior), así como 2,1 millones de corderos y 869.660 ovejas, lo que representa un aumento del 12,2 y 39,3% respecto del mismo periodo de 2017, a consecuencia de la sequía.

Consciente de ello, el gobierno australiano ha activado líneas de asistencia y un programa económico para intentar hacer frente a la situación.

Nueva Gales del Sur produce alrededor del 25% de la comida de Australia. La sequía se está trasladando a Queensland, el estado contiguo. Ambos son los más habitados. El entorno rural se enfrenta a una situación límite sin alivio aparente por el momento.

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