El desconocimiento sobre la fauna provoca el sacrificio de dos gamos

Los guardas del Parque Bradgate han tenido que sacrificar a uno de sus gamos después de que éste se acostumbrara a recibir comida por parte de los visitantes e ingiriese bolsas de plástico y toallitas húmedas.


 Gamo
Gamo

Unos 500 animales viven en este parque de 340 hectáreas de Leicestershire, en Inglaterra. El descaste de reses como gestión ha comenzando este mes de agosto, para mantener un buen equilibrio y estado sanitaria. Sin embargo, algunos sacrificios podrían haberse evitado.

Los responsables del Parque Bradgate han pedido a los visitantes que no den de comer a los animales después de que se hayan encontrado bolsas de plástico y otras basuras en el aparato digestivo de uno de los ejemplares.

Alimentar a los animales les convierte en una amenaza

La guardería ha tenido que sacrificar a un gamo macho adulto a causa de las molestias y problemas que estaba causando a los visitantes, debido a la mala costumbre de darles alimento durante la visita, en lugar de permitirles estar tranquilamente pastando como cualquier ejemplar de su especie.

Los operarios han puesto carteles por todo el parque rogando a las personas que no alimenten a los animales pero, aún así, hay visitantes que por desconocimiento del mal que están causando continúan haciéndolo.

 Gamo

Bolsas de plastico y otras basuras secándose tras extraerlas del aparato digestivo del gamo.

El sacrificio pudo evitarse

«El gamo era todo piel y huesos, estaba sufriendo y, además, era un serio peligro, así que tomamos medidas, por desgracia ya no hubo otra opción. Aunque su sacrificio podía haberse evitado si se respetasen las normas», ha dicho el director de Bradgate, Peter Tyldesley.

En el estómago del animal se han encontrado bolsas de plástico, toallitas húmedas y todo tipo de papeles que ingirió junto a la comida. «Desgraciadamente, los gamos y los ciervos pueden tomar una gran cantidad de este tipo de cosas antes de que comiencen a mostrar algún síntoma», añadió Tyldesley.

Además del problema de salud ocasionado en el animal, el ejemplar había comenzado a ser una auténtica amenaza para las personas que diariamente acuden a visitar el parque, debido a su comportamiento insistente y brusco para conseguir más alimento.

Los guardas están buscando a otro gamo que, debido al mismo hábito, también ha causado molestias a los visitantes y posiblemente sea sacrificado cuando lo encuentren.

«No hay necesidad de que las personas alimenten a nuestros animales, les estamos ofreciendo ensilaje más que suficiente, incluso en los duros meses de verano, en los que la comida natural escasea».

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