Su perro resultó ser un oso

Cuesta creer que alguien piense que está criando un perro cuando, en realidad, el animal que crece día a día con tu familia es una especie de úrsido que se encuentra en peligro de extinción. Pues esto es justamente lo que sucedió en el condado de Yiliang, en el suroeste de China.


Hace dos años, esta familia adquirió un cachorro de lo que pensaban que era un mastín tibetano o, como lo recoge la Federación Cinológica Internacional (FCI), un dogo del Tíbet.

Dogo del Tíbet

Esta primitiva raza canina, ya mencionada por Aristóteles (siglo IV a.C.) y en las crónicas de marco Polo (1271), destaca por su aspecto molosoide, con un tamaño mínimo a la cruz de 66 centímetros en los machos (61 en las hembras), de cabeza ancha y pesada. Su manto de pelo es áspero y grueso, más largo en el cuello y los hombros, dando esa apariencia de tener «melena», de color negro, con o sin manchas de color fuego, pero también puede ser azul o dorado.

Oso Tibetano

El oso negro tibetano, es considerado de tamaño medio, alcanzando un peso de entre 100 y 200 kilos en el caso de los machos, con un manto de pelo negro que cubre todo su cuerpo y, como sucede en el caso del dogo tibetano, más largo en el cuello.

Las coincidencias morfológicas fueron suficientes para mantener engañadas a esta familia china. Pero cuando su «perro» alcanzó los 200 kilos de peso, comenzaron las sospechas. Cuando acudieron a la policía forestal, se confirmó lo que a esas alturas ya todo el mundo sabía. Su perro era un oso de una especie que se encuentra protegida, por lo que el animal ha sido enviado a un centro de rescate de vida salvaje.

Vídeo del perro que resultó ser un oso

Júzgalo tú mismo. A continuación, tienes el enlace del vídeo que ha sido publicado. En él verás al oso que, durante dos años, alimentó esta familia con cajas enteras de fruta, ollas de fideos y otros alimentos en grandes cantidades. ¿Cuánto tiempo te habría engañado a ti este animal?

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