La Castellana, en mano

Diez y media de la mañana. Al acercarme al Santiago Bernabéu, en busca de la puerta O donde he quedado con los rehaleros, el estruendo ya es ensordecedor. Bocinas y caracolas atronan por doquier a los viandantes y nos orientan a los participantes. ¡Ya sé lo que sienten nuestros perros cuando llegan a la suelta!


¿Que cuántos cazadores fuimos? Pues acudimos todos, ya que de una forma u otra, todos estuvimos allí
Se divisa desde lejos una buena batería de autobuses y un centelleo de brillantes chalecos reflectantes amarillos que portan los malagueños. Han sido madrugadores y ya están en los alrededores del estadio preparando su marcha. Es mi primera buena impresión. Realmente es difícil no ver a estos andaluces desde muy muy lejos. Otros diversos grupos, menos numerosos quizá o tal vez menos refulgentes, también están ya preparando sus pancartas, buscando un bar o una cafetería donde tomar un cafetito mañanero, que no son abundantes por la zona. Encontramos uno y, derecha al baño, una inmensa fila llega a la puerta del bar para entrar, pero el de chicas, sólo con tres esperando es una grata sorpresa ¡sigue estupenda la jornada! Al salir, me doy cuenta que los galgueros también se están ya reuniendo en la zona y colocando pañuelos verdes a sus galgos, entre los que me llama la atención uno de pelo duro, mis preferidos quizá por lo escasos… Un grupo de barceloneses, sin ningún miedo a la sombra merengue del Bernabéu, me pide que les haga unas fotos y les haga una corta grabación con mi cámara. Han recorrido muchos kilómetros esta noche y están eufóricos por tomar parte en esta manifestación en defensa de nuestra pasión, la caza. Al otro lado de la calle, bajo la Torre Europa, el gentío ya es impresionante. Pasan pocos minutos de las once de la mañana y se está preparando la cabecera de la manifestación. Me sorprende gratamente encontrarme de frente a Dieter Schramm, presidente del Consejo Internacional de la Caza, que departe con el resto de los representantes de las organizaciones que van a desfilar. Los halconeros están formando, el cordón que delimita la parte delantera de la manifestación empieza a cerrarnos, veo a compañeros de prensa corriendo de un lado a otro fotografiando a los presentes, intentando sacar la mejor imagen de este gran día, de esta histórica jornada para el campo y la caza en España. Diviso a Miguel Ángel Romero, con chaqueta roja, haciendo fotos al grupo vasco, que viene a reivindicar, entre otras cosas, su contrapasa… Llevan ya un buen rato colocados perfectamente tras su pancarta a la espera de la hora de salida. Al darme la vuelta, en busca de una zona alta para tomar algunas perspectivas, diviso mi salvación: cuatro hermosos tractores, que ha llevado ASAJA, a los que encaramarme y allá voy. Esos pocos centímetros de más me hacen darme cuenta de la ingente cantidad de cazadores y simpatizantes que están ya congregados en los alrededores de la plaza de Lima y la pancarta de inicio comienza a desplegarse: “Por el campo, la caza y la conservación”. Doce menos cuarto y los rehaleros, algo retrasados, comienzan a aparecer. Los encargados de seguridad nos instan a comenzar la marcha, pues los de la prensa, situados antes de las pancartas impedimos el avance. Finalmente enfilamos la Castellana, por el carril central. Primero, los tractores, seguidos de la pancarta oficial de la manifestación que es sujetada por los representantes de ASAJA, Pedro Barato, de la ONC, Juan Antonio Sarasketa, de la RFEC, Andrés Gutiérrez y del CIC, Dieter Schramm, así como por representantes de la FACE. Detrás, las banderas de todas la comunidades autónomas, la nacional y la de la Unión Europea, arqueros, halconeros, galgueros, rehaleros, federados, sociedades, organizaciones, hombres, mujeres, mayores, jóvenes y niños… Gentes de toda clase y condición amantes del campo y de la caza. El ambiente es de total alborozo, los grupos posan para mi cámara, despliegan aún más sus pancartas para que se vean bien en las fotos y ningún incidente sucede a lo largo del recorrido, pues aunque un minúsculo grupo de ecologistas (ocho) acude, ningún cazador hace ni el más mínimo conato de iniciar un altercado. Sinceramente, esperaba una fuerte contramanifestación, con pancartas, gritos, insultos y demás lindezas, pero debo decir que lamentable, o afortunadamente, me decepcionan. ¡Ocho…! Gran despliegue de pancartas y banderines con el lema de la manifestación copa la Castellana hasta la plaza de San Juan de la Cruz, frente al Ministerio de Medio Ambiente donde los convocantes cierran la jornada dirigiéndose a los presentes para demostrar nuestro desacuerdo con la política desarrollada por este Ministerio. Las declaraciones pueden leerse ya en casi toda la prensa nacional. No las voy a repetir. Recorrí la manifestación de principio a fin y la mejor forma de que compartan conmigo el ambiente vivido es ver las imágenes y las grabaciones. Ahí está todo. O casi. ¿Que cuántos cazadores fuimos? Pues acudimos todos, pues, de una forma u otra, todos estuvimos allí. Vídeos » Fotografías »
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